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Kulfas, el flamante ministro que no ahorró críticas hacia la política económica K

Fue designado por Alberto al frente del Ministerio de Desarrollo Productivo y buscará imprimirle un perfil industrialista a su gestión
06/12/2019 - 21:31hs
Kulfas, el flamante ministro que no ahorró críticas hacia la política económica K

Matías Kulfas, ocupará desde el martes lo que pasará a llamarse ministerio de Desarrollo Productivo.

Es licenciado en Economía (UBA) y trabajó en distintas áreas de la gestión pública durante el último gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

Kulfas, que también realizó importantes aportes académicos en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), será una suerte de "superministro" que tendrá bajo su órbita a las áreas de industria, comercio, minería y Pymes.

Durante la presidencia de Néstor Kirchner fue subsecretario de la Pequeña y Mediana Empresa y Desarrollo Regional (2006-2007), promoviendo un paquete de medidas proactivas a favor de las Pymes en el territorio nacional.

También formó parte del Gobierno de Cristina Fernández, integrando el directorio del Banco Nación (2008-2012), dónde puso el foco en la actividad pyme con el lanzamiento de una línea de crédito para financiar inversiones de actividades productivas.

De raigambre industrialista, su participación en el Gobierno de Cristina Fernández continuó durante dos años en la gerencia general del Banco Central de la República Argentina (BCRA), cuando se lanzó la Línea de Inversión Productiva que estaba orientada a financiar proyectos de inversión con el 5% de los depósitos de particulares y empresas.

En sus últimas declaraciones se mostró partidario de "alcanzar un acuerdo económico-social, con objetivos de corto, mediano y largo plazo".

El futuro ministro marcó su posición sobre el fenómeno inflacionario que a su juicio es "multicausal" y tiene relación directa con "pujas distributivas mal coordinadas".

Kulfas, con 47 años, tiene en su haber distintas publicaciones entre las que se destacan Las Pymes y el desarrollo, Postales de la Argentina Productiva y Los tres kirchnerismos. Una historia de la economía argentina 2003-2015.

Cabe destacar que, poco antes de las elecciones generales, la editorial Siglo XXI publicó una edición ampliada de este libro de 2016. 

Según Kulfas, el primer kirchnerismo finalizó "con un éxito rotundo en resultados económicos, pero también con la aparición del problema de la inflación sin un abordaje claro". 

El nuevo ministro criticó la intervención del Indec, a la que calificó como "uno de los mayores desaciertos de los periodos kirchneristas".

Esos primeros años, relató, estuvieron signados, entre otras cosas, por una recuperación del empleo privado de raigambre industrial, algo comenzó a estancarse a partir del primer mandato de Cristina Fernández de Kirchner.

Kulfas señala que, a partir de allí, comenzaron tensiones en el seno del gobierno: "No hubo innovaciones institucionales y programáticas de relevancia. La política industrial continuó girando en torno a ejes preexistentes sin que se verificaran mejoras sustanciales en términos productivos y al mismo tiempo se agravó la dependencia de las importanciones en sectores clave como la industria automotriz".

El economista consideró que "el segundo kirchenrismo también sería un periodo de mayor expansión de la política fiscal", anclada fundamentalmente en lo social. Entre esas políticas sociales destacó, sobre todo, la implementación de la AUH y la estatización de los fondos de las AFJP, que permitieron usar el Fondo de Garantía de Sostenibilidad (FGS) para hacer política pública.

Sin embargo, marcó problemas que se fueron agravando. "El tipo de cambio real mostraba una fuerte tendencia a la apreciación, afectaba la competitividad de la economía y generaba una fuerte expectativa devaluatoria", escribió Kulfas, según TN.

"Las contracaras de la expansión del consumo eran la notable alza de las importaciones industriales y el déficit energético, es decir, todas las miradas apuntaban al desequilibrio externo, al nivel de las reservas y a la cotización del tipo de cambio", continuó. 

Frente a esto es que se llegó al cepo cambiario, como respuesta a la falta de divisas, medida que podría "haber tenido algún sentido en un marco de transición". Pero "la existencia de una brecha cambiaria estimuló una mayor especulación financiera y desalentó la inversión privada", aseguró el economista.

La suma de déficit industrial, déficit energético, déficit de turismo y cepo cambiario significaron "el fin de la etapa expansiva". "Lejos de ‘profundizar el modelo’, el tercer kirchnerismo debió contentarse con ‘aguantar el modelo’", escribió el flamente ministro de Alberto.