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Sector por sector: quiénes ganan y quiénes pierden con la Ley de Emergencia Económica que tratará en Senado

Con qué escenario se encontrarán el agro, las alimenticias, automotrices y supermercados a partir de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva
20/12/2019 - 10:50hs
Sector por sector: quiénes ganan y quiénes pierden con la Ley de Emergencia Económica que tratará en Senado

La Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva reacomodará el tablero de ganadores y perdedores de la crisis económica. Los fondos de inversión extranjeros y grandes acreedores de la deuda del exterior surgen como el más claro y contundente ganador del plan de ajuste que se discute desde el jueves en el Congreso.

Se les promete la obtención de mayores recursos fiscales que permitirán, eventualmente, alcanzar niveles de superávit compatibles con el pago futuro de sus bonos. Y se garantizan los fondos para el pago de los vencimientos mientras dure la renegociación. El mercado reaccionó acorde a las buenas noticias.

Del otro lado, serán perjudicados los jubilados a quienes se les suspenderá el aumento automático por inflación para quedar a tiro de decreto presidencial son los más obvios perdedores.

El campo, con más retenciones y un dólar oficial que se irá atrasando respecto del que podrán recomprar en otros mercados no intervenidos, es el sector más visiblemente afectado.

Pero también en la industria y consumo masivo, sectores que se preveía serían beneficiados con nitidez por el nuevo plan económico, ahora surgen interrogantes. Y, aunque nunca se contó a las energéticas entre los ganadores, la marcha atrás con el traspaso de las eléctricas a la Provincia y Ciudad de Buenos Aires genera un saldo imprevisto.

Supermercados y alimentos

El rubro de consumo masivo se preparaba hasta hace una semana para un veranito de ventas, tras largos meses de caídas. La expectativa se mantiene pero acotada a segmentos medios-bajos y bajos.

"La tarjeta del Plan Alimentar y los bonos para quienes cobran jubilación mínima y sueldo bajo van a traer más volumen. Pero serán las segundas marcas y los formatos de venta de precios bajos los que van a capturar ese repunte", aseguró una fuente del sector supermercadista.

La recuperación de ventas (e incluso de clientes, ya que los beneficiarios de la tarjeta sólo podrán usarlas en canales formales) vendrá de la mano de alimentos y productos de la canasta básica.

En tanto, para la parte del negocio non food -electro, textil, juguetes-, la clave sigue siendo el financiamiento, por lo que se espera saber qué sucederá con los planes de cuotas del Ahora 12.

Además, en los supermercados se comparte una inquietud con las empresas productoras de alimentos que el proyecto en debate no despeja: qué pasará con el IVA 0.

Por fuera de lo que es consumo básico, en tanto, las dudas son mayores. Cadenas de comida rápida, por ejemplo, no están contemplando una mejora en 2020. Si bien es cierto que el congelamiento de tarifas, que tuvo un impacto determinante en el presupuesto de las familias destinado a esparcimiento y gastos no imprescindibles, puede aportar algo de oxígeno, no advierten en este rubro señales de crecimiento para este año.

Industria

Por su parte, en el sector industrial gran parte de la atención está puesta en los planes de financiamiento, particularmente para bienes durables y semidurables.

Sin embargo, entre los claros perdedores surge el sector de mayor peso: la industria automotriz. El aumento de impuestos internos previsto, que implicará un aumento de hasta 53% en el precio de los autos llevó a las empresas a rehacer los cálculos: de proyectar una estabilidad en las ventas respecto de este año, ahora en el sector prevén caídas de hasta 20%, lo que implicaría cerrar el año en unas 350.000 unidades vendidas, nivel mínimo en más de una década.

Aunque tomó al sector por sorpresa, el desaliento es, en algún sentido, previsible: la industria automotriz es altamente demandante de divisas, por encima de las genera. Es decir, insume más dólares de los que ingresa a la economía. Más de la mitad de los modelos en el mercado son importados mientras que, de los que se producen en el país, el 80% de los componentes son importados. De ahí el castigo en tiempos de híper escasez de dólares.

El bajo dinamismo del sector automotor tendrá su correlato en el resto de la industria, en gran parte dependiente de la producción de automóviles. Se suma a este escenario la suspensión del Pacto Fiscal y la posibilidad que tendrán las provincias de aumentar Ingresos Brutos y otras percepciones. En otras palabras, hay estímulos muy específicos al consumo pero ningún incentivo a la producción ni, mucho menos, a la inversión.

Energéticas

En tanto, el congelamiento de tarifas y, particularmente, la intención del Gobierno de recuperar bajo la órbita nacional la regulación de Edenor y Edesur, que la administración de Mauricio Macri había traspasado a la Provincia y Ciudad de Buenos Aires es otro punto a tener en cuenta.

Ambas decisiones ya impactaron negativamente en la cotización de Pampa Holding, controlante de Edenor ya que, en virtud de la falta de actualización de las tarifas, el proyecto sugiere el regreso de los subsidios, motivo por el cual diputados de algunas provincias como Córdoba se oponían ayer a ese punto. Pero también la marcha atrás con el traspaso es leída como una mala noticia ya que cambia la relación de fuerzas en la negociación.

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