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Proyecto en la ex Ciudad Deportiva de Boca: el Gobierno porteño quiere un convenio con IRSA

El expediente que debatirán los legisladores contempla un acuerdo entre la administración porteña y el privado, dueño del predio
20/07/2021 - 18:25hs
Proyecto en la ex Ciudad Deportiva de Boca: el Gobierno porteño quiere un convenio con IRSA

El Gobierno porteño envió este lunes a la Legislatura local para su aprobación el convenio urbanístico que firmó con la empresa IRSA para la construcción de un conglomerado de edificios en la Costanera Sur, en el predio de la ex Ciudad Deportiva Boca Juniors, lo que fue rechazado por diputados de la oposición que advirtieron que el lugar se convertirá "en un barrio cerrado y exclusivo de lujo".

El expediente que tendrán que debatir los legisladores contempla un acuerdo entre la administración porteña y el privado, dueño del predio de 71 hectáreas, para cambiar la actual normativa que rige en los terrenos -que solo permite la actividad deportiva- para habilitar nuevos usos del suelo como los de viviendas y comercios.

A modo de contraprestación por la reforma a cargo de la Legislatura, IRSA cederá a la Ciudad 41 hectáreas que serán destinadas a un espacio de acceso público y cuyo mantenimiento estará a cargo de la empresa por diez años, según se desprende del convenio.

El emprendimiento no es nuevo ya que el proyecto, conocido como "Solares de Santa María", data de 2010, cuando la empresa que preside Eduardo Elsztain firmó el primero de seis acuerdos con el Gobierno de la Ciudad para lograr un cambio en los usos permitidos del suelo y avanzar con su diseño que inicialmente incluía torres de 50 pisos y un embarcadero.

Sin embargo, durante más de una década, el desarrollo inmobiliario no logró el aval de la Legislatura, donde a través de los años el oficialismo porteño que respondía al entonces jefe de gobierno Mauricio Macri no logró recolectar los votos necesarios para modificar la normativa vigente en los terrenos en la Costanera Sur.

Dónde se extiende el predio

El Gobierno porteño envió a la Legislatura local el convenio urbanístico que firmó con la empresa IRSA

El predio se extiende frente a Puerto Madero, al sur de la Reserva Ecológica y al lado del barrio popular Rodrigo Bueno, y era propiedad del Estado nacional hasta que en la década del '60 fue donado al Club Boca Juniors a los fines de hacer una Ciudad Deportiva con un megaestadio y canchas auxiliares, y con la prohibición de que luego fuera vendido a privados.

No obstante, la prohibición quedó sin efecto tiempo después y en 2007 esas tierras fueron adquiridas por IRSA por 50 millones de dólares, tras lo cual buscó -sin éxito- cambiar los permisos urbanísticos vigentes.

En un nuevo intento, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, rubricó el convenio que mandó a la Legislatura.

Las críticas de la oposición

Tras el ingreso del convenio al Parlamento, el legislador del Frente de Todos (FdT) Javier Andrade recordó que, días atrás, "le preguntamos al jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, si podía garantizar que no iban a existir barrios cerrados y dijo que no tenían intenciones de avanzar con esos proyectos".

Pero "a 21 días de eso, presentó el proyecto para el barrio cerrado de lujo de IRSA en la Costanera Sur", añadió el legislador porteño.

El desarrollo urbano de esa zona de la Costanera Sur forma parte de un plan general del gobierno porteño

"Nos mienten a los legisladores y a toda la ciudadanía impunemente. Le cambiaron el nombre al proyecto, pero el fin es el mismo, un barrio cerrado de lujo. Van por los barrios náuticos de lujo en la costa de nuestro río", aseguró a través de un posteo en la red Twitter.

Por su parte, la diputada María Bielli, del FdT, precisó que "el acuerdo entre Larreta e IRSA permitirá al último aumentar en 900.000 metros cuadrados la superficie construible y desarrollar un barrio exclusivo para sectores de muy altos recursos que, como sabemos, utilizan la vivienda como reserva de valor".

"¿Solución a la emergencia habitacional? No. Gobernar para los amigos; en este día y cada día", aseveró y consideró que "la Ciudad necesita más espacios verdes y vivienda para les trabajadores".

"La construcción es motor de la economía, sí. Pero la responsabilidad de los gobiernos es orientar la inversión a dar respuesta a las necesidades de la gente, y no sólo al bolsillo de los desarrolladores", agregó.

El desarrollo urbano de esa zona de la Costanera Sur forma parte de un plan general del gobierno porteño para "potenciar la inversión pública y privada" en "lugares estratégicos y grandes parcelas" de la Ciudad, entre las cuales están también los terrenos ribereños que se corresponden con los complejos de Costa Salguero y Punta Carrasco.

Sobre ese polígono, situado frente a uno de las cabeceras del aeroparque metropolitano, la Ciudad impulsó la venta a través de una ley sancionada en la Legislatura en diciembre del 2019, que fue frenada por un amparo judicial al entender que el proceso legislativo anterior a la aprobación no cumplió con los mandatos constitucionales.

IRSA va por el metro cuadrado más caro de la Ciudad

El despliegue de construcciones premium que propone IRSA.
El despliegue de construcciones premium que propone IRSA.

Todavía no recibió luz verde del ámbito político, pero la posibilidad de recaudar millones ya enciende los pronósticos más ambiciosos en la desarrolladora que propone el proyecto.

IRSA, la compañía que encabeza Eduardo Elsztain, acaba de presentar en sociedad el emprendimiento Costa Urbana, una lavada de cara del controvertido Solares de Santa María, y las estimaciones previas dan cuenta de una futura cotización del metro cuadrado incluso por encima de los precios de Puerto Madero.

Así, mientras que el barrio "top" de la Ciudad exhibe picos de cotización del orden de los 5.300 dólares la unidad desarrollada, sendos actores de la actividad inmobiliaria aseguraron a iProfesional que la propuesta a levantar en la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors oscilará entre los 5.500 y los 6.000 dólares.

Costa Urbana contempla la construcción de torres, centros comerciales, hoteles, oficinas y diversos canales de agua en un predio lindero a la avenida Costanera Sur. Incluirá una laguna interna, lo cual marca que el plan es sostener buena parte de lo estipulado antes para el cuestionado Solares de Santa María.

Hace una década, distintas organizaciones manifestaron su oposición a la iniciativa explicaron que el paso de embarcaciones elevaría el nivel del agua inundando a los vecinos.

En ese momento, también se expuso que el proyecto no brindaba detalles respecto a los efectos que la construcción desencadenaría sobre la reserva ecológica de Costanera Sur. Sobre estos aspectos siguen sin conocerse precisiones, más allá de los anuncios de eventuales inversiones.

Para la concreción de este mega proyecto, Elsztain negocia con la Ciudad un cambio en los criterios de construcción en esa zona en torno a la reserva ecológica: la altura que IRSA pretende obtener tiene un límite de 100 metros en lugar de los actuales 12.

En concreto, busca que se habilite el desarrollo de torres. Los planos proponen edificios de 6, 11 y 15 pisos. Entre los complejos de viviendas se impulsaría un shopping a cielo abierto similar al Distrito Arcos.

Si bien el proyecto aún no ingresó en la Legislatura para su aprobación, trámite que se iniciaría antes de que concluya esta semana, lo cierto es que la desarrolladora activó una campaña intensa de promoción con vistas a recibir la venia política final.

En una presentación cerrada que llevó a cabo hace escasos días, IRSA anticipó potenciales inversiones del orden de los 1.600 millones de dólares, aunque no detalló cuáles serán los socios que secundarán a la empresa de Elsztain en el proyecto.

Costa Urbana se edificaría en el transcurso de 10 años y la empresa interesada aportaría cerca de 250 millones de dólares para iniciar el emprendimiento. Si bien la desarrolladora se esfuerza por mencionar a la zona como un espacio abandonado, la iniciativa será lindera al barrio Rodrigo Bueno y la ya mencionada reserva ecológica.

La empresa pretende urbanizar casi 240.000 metros cuadrados y, como contraprestación, liberaría otros 478.000 para que la Ciudad genere en el área un espacio verde. En torno al gobierno porteño celebran la propuesta de IRSA porque entienden puede activar otros negocios inmobiliarios en torno a la isla Demarchi y varios terrenos cercanos al Riachuelo.

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