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Guzmán viaja a EE.UU. con una duda inquietante: ¿y si el acuerdo con el FMI no calma al mercado?

Las alarmas sonaron en la Casa Rosada durante los últimos días, ante la aceleración de la dinámica dolarizadora y la mayor tensión cambiaria
05/10/2021 - 11:00hs
Guzmán viaja a EE.UU. con una duda inquietante: ¿y si el acuerdo con el FMI no calma al mercado?

Que el propio Presidente admita en público que el acuerdo con el FMI "está cerrado" pone de manifiesto la gran preocupación que hay en la Casa Rosada por la situación del mercado cambiario.

El propio Martín Guzmán viajará la próxima semana a los Estados Unidos con la idea de avanzar en los detalles. Todavía se debe resolver formalmente la reducción de la sobretasa que el organismo le cobra a la Argentina por haber excedido su cuota.

La idea del jefe de Estado es anunciar la disminución de ese costo en la próxima cumbre de presidentes del G20, a fin de este mes, en Roma.

"El acuerdo está cerrado, falta que se oficialice la baja de tasa. Pero si no sale pronto, se puede manejar con una cláusula pari passu, como el tema del plazo", dijo Alberto F. en declaraciones radiales. Esa cláusula "pari passu" le permitiría a la Argentina tener mejores condiciones en caso de que el directorio del Fondo apruebe cambios más adelante.

La Argentina, en ese sentido, paga entre tres y cuatro veces más que el resto de los socios endeudados con el organismo ya que su deuda excedió la cuota que le pertenece.

El Gobierno argumenta que no fue responsable de algo acordado entre el propio FMI -en violación de sus propios estatutos- y la administración macrista.

En su última reunión con Kristalina Georgieva, el propio Fernández se llevó el compromiso de la titular del Fondo de analizar esa posibilidad, algo que el propio directorio del organismo podría revisar.

Guzmán viajará la próxima semana a EE.UU. con la idea de avanzar en los detalles del acuerdo con el FMI

Las alarmas sonaron en la Casa Rosada durante los últimos días, ante la aceleración de la dinámica dolarizadora.

Octubre arrancó con ventas netas del Banco Central: el último viernes fueron por u$s55 millones mientras que ayer lunes redondearon los u$s50 millones.

No se trata de montos que, en épocas normales, vayan a conmover al mercado cambiario ni mucho menos. Pero la Argentina, lejos de una normalidad, atraviesa una complicada situación de escasez de divisas, que tiene bajo presión la cotización del dólar.

El Gobierno se encuentra, a inicios de octubre, con un escenario que no creía que se produciría: una aceleración dolarizadora producto de la falta de certezas respecto del futuro cercano.

La suba de los dólares alternativos que no controla el Banco Central -a niveles muy cercanos a los $200- encendió los alertas. Como publicó iProfesional hace algunas semanas, Guzmán no quiere que el "blue" vuelva a los $195 que tocó hace casi un año, ya que es considerado un precio de crisis por el ministro.

Martín Guzmán cree que la firma con el FMI sería estabilizador de la crisis cambiaria. A esta altura, con un Banco Central que vende divisas todos los días, el ministro está convencido de que la mejor manera de tranquilizar el escenario sería con un programa económico con el Fondo Monetario.

En eso estuvo trabajando todo este año, hasta que Cristina Kirchner dio la orden de posponer el cierre de las negociaciones hasta después de las elecciones de noviembre.

El problema que ahora enfrenta el Gobierno es que la dolarización se aceleró, y se corre el riesgo de que la posición en reservas del BCRA quede más debilitada. Tras el ingreso de los DEGs del FMI, las denominadas reservas "netas" treparon a u$s10.000 millones, pero se sabe que de ese total, unos u$s5.000 millones se irán para cumplir con compromisos de deuda con los organismos internacionales, de acá hasta fin de año.

La gran duda que tiene Guzmán

La pregunta que nadie quiere responder en el equipo económico es si un acuerdo con el FMI tendrá, en sí mismo, el efecto aliviador que ahora la Casa Rosada necesita como el agua.

Un hecho que llamó la atención en el equipo oficial fue que las cotizaciones de los bonos argentinos cerraron el día en rojo, a pesar de las declaraciones del Presidente asegurando que el acuerdo "está cerrado".

Para el mercado hay dos cuestiones: por un lado, que fue Cristina Kirchner quien "bajó" la idea de un acuerdo rápido. Y ahora nadie duda de que esa firma ocurrirá después de las elecciones de noviembre, con reservas más bajas que las actuales.

Las alarmas sonaron en la Casa Rosada durante los últimos días, ante la aceleración de la dinámica dolarizadora

Por ahora, el mercado se mantiene en "wait and see" hasta que la realidad le ponga los números y las condiciones a lo que se rubrique en Washington.

Las dudas y la incertidumbre no son exclusivas de los financistas. Acaba de plantearlo el economista Emmanuel Álvarez Agis, exviceministro de Economía en la época de Axel Kicillof.

En su último informe semanal, Álvarez Agis argumenta que el proceso dolarizador se potenció desde que el oficialismo perdió las PASO y dio señales sobre la posibilidad de un mayor gasto fiscal en un contexto de caída de reservas. Pero que esa disparada del gasto público no se dio, al menos por ahora.

En su último informe semanal lo dice así: "El efecto es paradójico: el Gobierno no expande el gasto por la falta de dólares pero discursivamente no reconoce estas restricciones y genera efecto negativos equivalentes a una expansión fiscal sin los efectos positivos sobre el nivel de actividad, por más que en este contexto puedan ser solo de corto plazo".

Lo más preocupante -se explaya Álvarez Agis- es que la situación de las reservas "podría ser crítica a fin de año".

"El panorama externo no es para nada alentador. La posición de reservas netas es frágil y quedan por delante los meses en los que por estacionalidad hay menor ingreso de divisas. Si a esto se le suma presión sobre la brecha que obliga al BCRA a utilizar reservas para contener el tipo de cambio paralelo y que genera un diferencial entre el saldo comercial devengado y el base caja, la posición de reservas podría ser crítica para fin de año", plantea el ex viceministro de Economía.

Tan delicado luce el escenario, que Álvarez Agis concluye en su reporte que "bajo esta dinámica (pérdida de reservas e incertidumbre), el Gobierno podría enfrentar una crisis cambiaria incluso antes de las elecciones, sobre todo en el mercado paralelo".

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