Lula ratifica régimen cambiario pese a la apreciación del real
En medio de un copioso flujo de divisas el real brasileño mantuvo hoy su sólida revalorización frente al dólar estadounidense, un fenómeno que despierta dudas entre empresarios y alborozo en el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
La divisa estadounidense cayó por debajo de la barrera histórica y psicológica de 2,0 reales por dólar, para cerrar en 1,98 para la venta.
Se trata de una depreciación frente al real del 36,3 por ciento comparado con la cotización de 3,11 por ciento del 15 de abril de 2003, cuando la divisa estadounidense comenzó una lenta pero sostenida caída en el mercado local.
Hace exactamente cuatro años, el 15 de mayo de 2003, el tipo de cambio promedio registrado por el Banco Central cerró en 2,92 reales, por lo que la cotización de hoy equivale a una depreciación del 32,1 por ciento de la divisa estadounidense frente al real. Ese fortalecimiento obedece a una conjunción de factores positivos, según portavoces del gobierno y analistas privados.
Hace cuatro años, cuando el primer mandato de Lula llevaba cinco meses, los mercados financieros comenzaban a convencerse de que "el sapo barbudo" no era aquél "ogro" de la izquierda radical que pregonaban sus opositores.
Lula ha aplicado una política pragmática a favor de los negocios financieros, considerada por sus críticos de izquierda como una continuación "más ortodoxa" de las políticas monetaristas neoliberales de su antecesor, Fernando Henrique Cardoso.
La austeridad fiscal, la estabilidad económica, el control de la inflación y las tasas de interés -las más altas en términos absolutos y relativos en el mundo-, han fortalecido el real.
Pero en el último quinquenio la economía brasileña ha crecido por debajo del promedio regional y empresarios temen que el dólar barato siga beneficiando un ya alto flujo de importaciones de países como China.
Según los expertos, los mercados mundiales también atraviesan por una onda de alta liquidez que ha llevado enormes volúmenes de dinero a países como Brasil. Además, los traspiés de la economía de Estados Unidos alejan hoy los riesgos de alzas en los tipos en ese país, un ajuste que absorbería capitales hoy refugiados en los emergentes.
Así, la depreciación del dólar de Estados Unidos es un fenómeno internacional que está asociado entre otros factores a los gigantescos "déficit gemelos" comercial y fiscal en ese país. Para el ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mántega, "el problema es que el dólar se está desvalorizando porque la economía estadounidense no está creciendo adecuadamente y estas otras economías ofrecen condiciones mejores".
"El gobierno brasileño no va a suprimir el régimen de cambio flotante. No nos metemos en aventuras, no vamos a hacer un ancla cambiaria, el régimen está adecuado", afirmó.
El real brasileño también se ha fortalecido por robustas cifras en el comercio exterior, con exportaciones récord por 137.000 millones de dólares en 2006 que subirán un 11 por ciento hasta 152.000 millones este año, según el ministerio de Industria y Comercio Exterior.
Pese a los gritos de alerta de empresarios, el real fuerte no ha mellado por ahora esas cuentas externas de Brasil, pues la demanda mundial de materias primas y productos agrícolas y básicos se mantiene recalentada impulsada por China. Los analistas prevén que la apreciación se mantenga y el propio gobierno parece reforzar esa percepción al reiterar que el dólar será dejado en manos de las leyes del mercado.
"No hay soluciones milagrosas. El cambio seguirá siendo flotante", dijo hoy Lula. El Banco Central, que en jornadas previas había entrado al mercado a comprar dólares a futuro y había impedido la caída por debajo de los dos reales, se ha mantenido ausente.
Su presidente, Henrique Meirelles, dijo que el instituto "interviene siempre que cree que existen distorsiones de precio y procura también corregir los excesos" cuando las cotizaciones se distancien "de las indicadas por los fundamentos de la economía".
Las reservas internacionales en el Banco Central superan ya los 122.000 millones de dólares, un nivel histórico que ha crecido en 25.000 millones de dólares solamente en tres meses. Para el gobierno de Lula, esos fundamentos de la economía son "extremadamente sólidos", el país está próximo a alcanzar el "grado de inversión", entre la clasificación internacional de riesgo y el fortalecimiento del real es el precio de "la política económica exitosa". EFE