En abril, creció 6,8 % la producción industrial del país
La actividad industrial creció en abril un 6,8% en relación con igual mes de 2006, en tanto que el crecimiento interanual fue del 6,6% -corregido por estacionalidad- en el primer cuatrimestre. Estos datos surgen del Estimador Mensual Industrial (EMI) difundido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Si bien las variaciones son iguales a las estimadas para marzo pasado, la evolución interanual del mes resultó un punto porcentual más baja respecto de la registrada en abril de 2006. La producción de las fábricas, en comparación con marzo pasado, tuvo un incremento del 0,5%, de acuerdo con el índice desestacionalizado. Sectores industriales ampliaron sus inversionesEl aumento de la capacidad instalada, junto a mejoras en los procesos productivos, posibilitaron elevar el ritmo de producción y despejar dudas sobre "cuellos de botella" en el corto plazo . Aunque a menudo no se advierten megas anuncios de inversiones en ampliación de las plantas industriales existentes en el país, y mucho menos de radicaciones de empresas para elevar la fabricación local de bienes para el consumo interno y la exportación, de los últimos datos del INDEC sobre el Estimador Mensual Industrial y Uso de la Capacidad Instalada se desprende que se está frente a un "silencioso" proceso de inversiones que permite sostener una saludable tasa de crecimiento de la actividad fabril.Así, las variaciones en la relación de estos dos indicadores que el organismo de estadística elabora mensualmente entre abril último e igual mes de 2006 permiten detectar qué sectores, dentro de la rama manufacturera, han hecho inversiones para ampliar la oferta de sus productos, sea a través de la expansión física de los establecimientos, sea a través de la adquisición de equipos y de nueva tecnología, para obtener mejores rendimientos. Esto último es lo que los economistas denominan como "ganancia de productividad" o mejoras en la eficiencia en el uso de los factores de producción: tierra, mano de obra, capital y tecnología. Ejercicio contundentePara eso basta con observar qué ramas de la industria han logrado crecer con el mismo o menor uso de la capacidad instalada en sus establecimientos que un año antes.Ese análisis detectó que no es condición necesaria haber llegado a un grado de saturación de las plantas para que las empresas se decidan a encarar inversiones.El ejemplo más nítido es el de las terminales automotrices que pese a estar operando, en promedio, a sólo el 55,4% de su potencial, en los últimos doce meses han logrado elevar sus capacidades de fabricación en un 13%, al punto de resultar la rama más activa en la materia, impulsada por las exigencias de las matrices internacionales de lanzar nuevos modelos, al mismo tiempo que lo hacen en todo el mundo.En segundo lugar se ubicó otro sector que continúa operando con una capacidad ociosa que se elevó 34,8% en abril de 2006 a casi 37% un año después, como es el caso de la producción de máquinas y equipos, acrecentó el potencial fabril en 8,4 por ciento. Una suba similar se detectó en los casos de la industria elaboradora de productos químicos, con 8,5% y en la de imprenta y editoriales, con 8,1% y, en menor medida en la fabricante de fibras e hilados textiles, con 6,2 por ciento. Sólo mayor eficienciaSi bien no debe descartarse que en los casos precedentes parte del aumento de la capacidad de producción puede explicarse exclusivamente por aumento de la productividad en el uso de los factores que intervienen en el proceso fabril, no cabe duda que sólo en tres se detectaron mejoras que por su pequeña magnitud, entre 2 y 3%, respondieron a ese fenómeno: minerales no metálicos, caucho y plástico y refinadoras de petróleo. Por el contrario, se verificaron estancamiento en la productividad y ausencia de inversiones relevantes en las ramas productoras de alimentos y bebidas, tabacaleras, papel y cartón y en el sector siderometalúrgico. De hecho, cayó 10,3% interanual la producción de lácteos, la que mostró una disminución del 5,3% si se considera el cuatrimestre. Además, se redujo la actividad en las fábricas de bienes atados a la construcción y la producción mensual de cemento bajó un 4,9% en relación con abril de 2006, si bien el dato cuatrimestral muestra un aumento del 5,8%. En general, la industria alimentaria tuvo un crecimiento interanual en el mes del 4,3% y la textil, del 4,9%, en tanto que la refinación del petróleo creció un 4,4 por ciento. Diversos economistas señalan que en la caída registrada en el rubro lácteos influyen los problemas sectoriales de precios al productor, además de los factores climáticos, que dificultaron el panorama con las inundaciones en el Litoral. Las lluvias, a su vez, fueron una de las causas de la desaceleración en la construcción, lo que redujo los pedidos de cemento, un sector en el que pesa además la moderación de los niveles de crecimiento, y, en el caso de la ciudad de Buenos Aires, las quejas de los vecinos por la construcción de torres, que se suman a factores como una caída en la rentabilidad sectorial.