Chile pide a la Argentina comprar gas uruguayo para evitar crisis
Metrogas (Chile) y el gobierno de ese país se están jugando sus últimas cartas para asegurar el suministro de gas natural argentino que la distribuidora requiere para abastecer la red de residencial y comercial que atiende en Santiago: acceder a permisos de exportación de gas que hoy tiene Uruguay pero que ese país no utiliza.Los privados y la autoridad saben que están contrarreloj. En agosto se producirá el vencimiento del mayor permiso de exportación de gas natural argentino que surte a Metrogas Chile. Si la autorización no se renueva a partir de septiembre la distribuidora sólo recibirá gas de los contratos que tiene con la petrolera Total. El problema radica en que esa cantidad no alcanza para cubrir la demanda residencial en época de invierno y que llega a un pico de 1,5 millón de metros cúbicos al día, sumado a que la Argentina mantiene congelada la entrega de nuevos permisos de exportación desde 2004UrgenciaEn medio de la urgencia que ha impuesto la profundización de los recortes de gas argentino, la distribuidora chilena y el gobierno de ese país han propuesto a las autoridades argentinas una solución que pasa por Uruguay, país al que Argentina envía unos 600.000 metros cúbicos diarios de gas naturalUn alto ejecutivo de la industria explica que la intención de Chile consiste en acceder a los permisos de exportación que la generadora estatal uruguaya UTE –monopolio eléctrico de ese país- no utiliza. La eléctrica tiene un acuerdo de suministro de gas natural con las empresas Pan American Energy y Wintershall Energía para la operación de la central térmica de La Tablada, ubicada en el departamento de Montevideo, pero las autorizaciones que hoy posee supera el volumen de gas que utiliza.Lo que Chile quiere y propuso a la Argentina es "comprar" el permiso de la UTE para usar el gas que está disponible y redireccionarlo hacia la distribuidora chilena Metrogas. En ese caso, ésta pagaría directamente a los productores por el gas adicional que reciba. Esta alternativa se haría efectiva una vez que venza el permiso de exportación.Según el diario La Tercera de Chile, autoridades argentinas han conversado esa posibilidad con Uruguay. Si bien el gobierno local tiene tomada la decisión de no interrumpir el suministro de gas para consumo residencial y comercial de Chile pese a la finalización del contrato de suministro, todavía no define la fórmula que utilizará para cumplir con ese compromiso.Para las autoridades locales, que Chile recurra al gas que Uruguay no utiliza significaría redireccionar el hidrocarburo desde los centros de mayor consumo doméstico hacia el país trasandino, lo que iría a contramano de la política de privilegiar la demanda interna sobre los mercados de exportación. Sobre todo en momentos de bajas temperaturas y el mayor uso de gas para calefacción.Para Chile, en cambio la fórmula tiene una ventaja clave: que el suministro quede bajo el amparo de un permiso formal de exportación, lo que a juicio de las autoridades chilenas daría una mayor certeza jurídica a los envíos de gas. SwapsOtra opción que ambos países están evaluando es hacer un swap con Uruguay, que consiste en que la firma chilena les pague a las eléctricas uruguayas para que utilicen diesel como combustible de generación (más caro) y a cambio las generadoras le entreguen el gas que reciben de la Argentina.Un camino alternativo que se analiza en la Casa Rosada es simplemente extender el actual permiso de exportación hasta que el gas natural licuado (GNL) esté disponible en Chile, esto es, a mediados de 2009. Pero aquí el gobierno argentino se topa con una limitación, pues hace un tiempo promulgó un decreto que obliga a los productores a privilegiar el suministro interno por sobre las ventas al exterior si su nivel de reservas no cumple con un mínimoMientras las definiciones llegan, en Buenos Aires se prevé que la condición de suministro debiera mantenerse estrecha durante junio y julio pero con una tendencia hacia una mayor estabilidad respecto de las últimas semanas.Las proyecciones iniciales de la Argentina apuntaban a que los envíos de gas a Chile disminuirían un 10% respecto de 2006. Pero a las fechas las reducciones alcanzan un 26% promedio.