Inflación: ya dispara fuertes críticas el nuevo índice oficial
El nuevo Indice de Precios del Consumidor (IPC) vigente desde el jueves pasado, y del que aún no se ha informado oficialmente su metodología, sólo mediría el consumo de los sectores más bajos de la Argentina.
Sucede que, según trascendió, el indicador no tendrá en cuenta a la medicina privada, el turismo, los precios de los restaurantes ni las cuotas de los colegios privados.
Todos los economistas consultados por infobaeprofesional.com coincidieron en que, a partir de la información que existe hasta hoy, el nuevo IPC segmentaría el consumo y no sería representativo de toda la sociedad.
"La clase media es completamente dejada afuera si se restan los colegios privados, las prepagas y el turismo, que son consumos característicos de ese sector. El nuevo índice va a estar enfocado en la clase baja y se le quitará un peso de entre 15 y 16 por ciento, que es el porcentaje que suman esos rubros", aseguró Horacio Larghi, desde Finsoport.
En la misma línea, para la economista Marina Dal Poggetto, el nuevo indicador "no reflejaría el consumo promedio de la población, como se venía diciendo".
"Reflejará a la clase baja y media baja", agregó la directora de Estudio Bein y Asociados.
El cambio de metodología en la medición del IPC fue una decisión que adoptó el Gobierno, luego de los cuestionamientos que recibió ese indicador desde principios de este año. Las críticas, que fundamentalmente pasan por el "maquillaje" de las cifras, derivaron en renuncias y despidos de funcionarios y empleados del organismo estadístico.
El nuevo índice, que se basa en una metodología utilizada en los EEUU por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, según sus siglas en inglés), ya está siendo utilizado por el INDEC para calcular el costo de vida de este mes, y su resultado se conocerá en diciembre próximo.
El índice que mide el poder de compra de los asalariados norteamericanos, tenido en cuenta para la reformulación del indicador, deja afuera o le otorga una ponderación más baja a una serie de artículos de consumos medios y altos, tales como la medicina privada.
"La nueva medición se aleja de la interpretación que uno tiene sobre la clase media que gana $6.000 por mes, consume prepagas y manda a sus chicos a colegios privados. Sin embargo, se acerca más a los que tienen ingresos de 1.500 o 2.000 pesos mensuales, que gastan casi todo en alimentos", manifestó Dal Poggetto.
En la misma senda, el economista Rogelio Frigerio (h.), de Economía y Regiones, dijo que si el nuevo indicador se plantea como trascendió "habrá una mayor ponderación de bienes y servicios, tales como alquileres y transporte público, destinados a las personas de menores recursos".
Por otro lado, el titular de la CEPAL en Buenos Aires, Daniel Heymann, estimó que "el nuevo índice puede ser bueno para ciertos fines, pero lo primero que hay que tener en cuenta es cuál es el propósito y cómo se construye, porque efectivamente si se eliminan esos items, no se mide el conjunto de la economía".
Recomendaciones para el flamante IPC
Frigerio destacó que rediseñar el Indice de Precios al Consumidor "no está mal, pero el tema a evaluar es la razón del cambio". Esto es así "porque está bueno si viene por el lado de tener más información, pero deja de estarlo si sólo es un decreto político para bajar la inflación".
El economista consideró que sería una buena idea mantener el actual indicador por unos meses para que "haya un mejor empalme de la situación".
Heymann especificó que hay que tener en cuenta dos cuestiones: "La canasta del índice, que dependerá de lo que se quiera medir, y la medición de precios en particular". Para el docente de la UBA, ante todo "hay que ver cómo se eligieron los índices y se debe establecer una diferencia entre el costo de vida y el índice de precios del consumidor, ya que el primero puede realizarse dividiéndolo en estratos mientras que el segundo nuclea al conjunto del consumo y, por lo tanto, es más representativo".
¿Inflación más baja?
Los economistas consultados mostraron opiniones diferentes sobre si el nuevo índice "servirá" para mostrar una inflación menor. Al respecto, una de las claves pasa por si seguirán los acuerdos de precios.
Para Horacio Larghi, el índice pasaría a estar segmentado para la clase baja. Al quitarle aquellos ítems, "seguramente dará un nivel de inflación más bajo porque elimina rubros muy sensibles, como el de los colegios privados que este año tuvieron aumentos superiores al 20%, o del 12% para el caso de los restaurantes", especificó.
"Si le sumas más regulación, te da un índice más bajo", agregó.
En tanto, Marina Dal Poggetto y Ramiro Castiñeira, de Econométrica, disienten con Larghi. "En un contexto de presión fenomenal sobre los precios de los alimentos, no se si este índice reflejará una menor inflación", afirmó la directora del Estudio Bein.
"En los últimos dos años, los servicios subieron más que los alimentos para recomponer márgenes, y eso explica que la canasta de los sectores más bajos haya tenido un menor aumento que la de los más altos", agregó.
Sin embargo, aclaró que si se cumplen los acuerdos de precios, la inflación puede llegar a ser menor.
Castiñeira aseguró que la inflación va a ser alta más allá de la metodología, y especificó que "hay que ver la cuestión de qué quieren reflejar, si quieren mostrar la verdadera inflación más allá de cuestiones técnicas".
Mariana Shaalo
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