• 9/11/2025

El Gobierno se quedarí­a con la mitad de las utilidades del agro

Los ingresos para los productores por la cosecha 2007/08 iban a ascender a u$s3.000 millones. Ahora, el Gobierno tendrá u$s1500 millones adicionales.
08/11/2007 - 14:01hs
El Gobierno se quedarí­a con la mitad de las utilidades del agro

El aumento de las retenciones le quitará a los productores agrí­colas la mitad de los u$s3.000 millones estipulados como utilidad para la cosecha 2007/08.


Hace unas semanas, la Bolsa de Comercio de Rosario calculó que el sector obtendrí­a, descontando impuestos, ingresos de poco más de u$s3.000 millones por la cosecha 2007/08. Con la suba de las retenciones dispuesta ayer, el Estado se quedarí­a con el 50% de esa ganancia.

Tal como se especificó ayer en Infobaeprofesional.com, la medida implica dos consecuencias muy positivas para el Gobierno. Por un lado, permitirá que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner recaude unos u$s1.500 millones adicionales en el 2008 y además evitará que el alza mundial de estos commodities impacte con una suba en la canasta alimentaria local. (ver nota: La "inflación importada" cada vez impacta más en suba de precios).

El anunció de la decisión de aumentar las retenciones que recaen sobre los granos se hizo ayer en la Casa Rosada. En el caso de la soja se incrementó del 27,5 al 35%, en el del trigo pasó del 20 al 28% y para el maí­z se incrementó de 20 al 25%.

La respuesta del campo no se hizo esperar. La Sociedad Rural (SRA) calificó la medida de "innecesaria, inoportuna y contraproducente" y afirmó que con el aumento de las retenciones "en lugar de resolver el problema de fondo, que es aumentar la oferta, desincentiva la producción".

Según Luciano Miguens, titular de la SRA, "sabí­amos que el Gobierno tendrí­a que equilibrar el gasto público y polí­tico de este año electoral y sabí­amos que, una vez más, volverí­amos a ser el pato de la boda".

En este sentido, el vicepresidente Hugo Biolcati atribuyó la medida oficial a que el gobierno "necesita reponer los billetes que sacó de la caja por el mayor gasto" que hubo en "un año polí­tico".

Las entidades se reunieron ayer y expresaron su malestar porque "el Gobierno, con una clara actitud recaudatoria, perjudica a los productores, a todos los pueblos del interior y a las economí­as provinciales".

Sin embargo, los ruralistas decidieron no apurar los tiempos de la protesta. "No podemos pasarnos cuatro años en la clandestinidad", bromeó un dirigente, recordando que el sector ya mantuvo fuertes enfrentamientos con Néstor Kirchner. Por eso, las entidades pidieron a la nueva presidenta "una entrevista urgente", con la esperanza de que se revean las cosas en el nuevo perí­odo de gobierno. En el comunicado, le recordaron sus promesas de "diálogo" y "concertación".

"Evidentemente hay un desajuste fiscal y por eso nuevamente recurren a sacarles plata a los productores y al interior para acomodar las cuentas", juzgó Mario Llambí­as, de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). La lectura de las entidades era que la suba de retenciones perjudicará más a los productores pequeños, a los más alejados del puerto y a los de zonas marginales. Por eso, el presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, se apuró a pedir que se destine parte de los recursos en juego a atender ese tipo de situaciones.

Para suavizar el impacto de la medida, Peirano aprobó algunas medidas que eran reclamadas por el sector, como la elevación del "precio de corte" para la exportación de leche en polvo y la reapertura de los registros de exportación de trigo y maí­z, cerrados hace meses.

Se derrumbaron los precios de los granos
La confirmación de la suba de los derechos de exportación para los principales cultivos y sus derivados tuvo una fuerte repercusión en las principales plazas granarias del paí­s.

Si bien era una medida que todos los involucrados en el sector vení­an descontando desde mediados de septiembre, la oficialización del anuncio tuvo un efecto devastador sobre los precios de los cereales y las oleaginosas, tanto disponible como los futuros, y determinó un bajo volumen negociado.

A eso se sumó la fuerte incertidumbre acerca de cuándo y en qué condiciones se abrirán los distintos registros de exportación, que afectan a todos los granos y derivados, tras la decisión oficial de ayer de sumar el cierre del registro de ventas externas de soja a los de maí­z y trigo.

En ese marco, la soja, cuya retención aumentará 35%, tuvo las caí­das más abruptas de la jornada. En Rosario, la posición disponible se derrumbó 10%, para cerrar en $750 por tonelada. La oleaginosa de la nueva campaña, que comenzó a implantarse por estos dí­as y se entrega a partir de mayo, también sufrió el impacto. Mientras en Chicago, la tonelada de esa posición cotizó ayer a u$s381, en Rosario, la misma cantidad se pactaba a u$s230, 1% por debajo del cierre previo.

De esta manera, la oleaginosa local cayó $80 respecto al valor pagado en la rueda previa. Además, por la soja con entrega en mayo 2008, las fábricas de San Martí­n y Arroyo Seco ofrecí­an pagar u$s230. A este nivel de precios, los negocios pactados fueron escasos.

En tanto, el maí­z disponible cayó 4%, hasta $350 por tonelada, mientras los futuros con vencimiento en marzo/abril bajaron 1,7% hasta u$s113 por tonelada. El girasol, directamente, no registró operaciones. Las fábricas resolvieron aguardar hasta que se conozcan detalles sobre los montos que deberán pagar los aceites y subproductos de la oleaginosa.

En el caso trigo, el impacto no fue del todo abrupto. Es más, la posición disponible subió casi 1%. El comportamiento fue atribuido, primero, a que la suba de retenciones finalmente fue inferior a lo que esperaba el mercado, que los compradores vení­an descontando desde hace un par de meses. Pero principalmente a que la molinerí­a incrementó los precios que ofrecí­a, a fin de captar un mayor volumen de granos.

Las posiciones futuras de trigo también mejoraron, entre 2,8% y 5,7% de acuerdo a la plaza y a la amplitud de vencimiento de los contratos. En Rosario, el cereal de entrega en enero terminó a u$s185 por tonelada. La exportación en Punta Alvear pagó $550 por el trigo con descarga inmediata, mientras que la molinerí­a de Rosario con descarga inmediata ofrecí­a pagar $555.