La razón del fracaso del acuerdo entre la Argentina y el FMI responde a tres cuestiones: el manoseo del programa entre 2018 y 2019 debido a la cuestión cambiaria, la decisión del BCRA de esterilizar más dinero de lo necesario, y la autorización de parte de la entidad monetaria a comprar Lebacs a inversores privados. Todo esto, bajo la fuerta apuesta política de Christine Lagarde por la gestión de Mauricio Macri.

Es lo que señalaron diversas fuentes del organismo que, aún con este escenario, se prepara para encarar una renegociación de la deuda que el país asumió durante la gestión macrista.

De hecho, el FMI felicitó el viernes pasado a los nuevos ministros designados por Alberto Fernández, como Martín Guzmán, quien conducirá Hacienda y será uno de los interlocutores con quien encauzar esas conversaciones.

Hay consenso en que el FMI no quiere que Argentina defaultee la deuda. De modo que está abierto a considerar diversas cuestiones:

En primer lugar, aprobar los desembolsos pendientes. Se trata de unos u$s13.000 millones del crédito acordado que podrían servir para financiar la transición a medida que se avanza en la negociación.

En segundo lugar, extender los plazos de pago del actual programa. Esta decisión quedará en manos de la propia directora del FMI, Kristalina Georgieva.

En tercer lugar, apoyar una renegociación con los bonistas privados.

En cualquier caso, las fuentes consultadas señalaron que habrá que tener un programa fiscal y monetario consistente, de mediano y largo plazo.

Todo esto se dará en un contexto diferente. El acuerdo entre el FMI y el gobierno de Cambiemos se dio con una apuesta política fuerte de Christine Lagarde a Macri. De hecho, los cuestionamientos que se le hacían tenían que ver justamente con su perfil más político que técnico.

Pero ahora, con Georgieva como interlocutora, ex funcionaria del Banco Mundial, las cosas serán distintas. "Más exigente y rigurosa" la describen. Es decir, su perfil es más técnico que político. Además, ya no hay margen para darle más crédito a la Argentina, ni en dinero ni en confianza.

Hasta ahora no han trascendido los términos de las conversaciones entre la autoridad monetaria y el presidente electo Alberto Fernández quien sólo ha referido que el diálogo ha sido "muy productivo".

A esto se sumó que, cuando presentó a su gabinete de ministros, señaló que "estamos trabajando desde hace semanas", además de buscar llevar tranquilidad "porque estamos ocupadas en el tema".

Georgieva dijo a través de un comunicado que había tenido "una llamada muy constructiva con el presidente electo Alberto Fernández. Conversamos sobre la economía y la visión del Sr Fernández sobre los principales desafíos del país de cara al futuro".

Las cosas comenzarán a rodar el camino de las concreciones una vez que juren el presidente y los ministros, este martes.