Histórico: Argentina vuelve a exportar un producto que todos evitan, pero muchos países necesitan
En el que es un hito para la provincia de Santa Cruz, la provincia concretó el proceso de carga en Punta Loyola, del primer buque de carbón después en muchos años producido en la Cuenca Carbonífera de Río Turbio, con destino a Brasil.
El operativo de traslado de 60.000 toneladas de carbón santacruceño, que serán embarcadas rumbo al vecino país, constituye el primer paso concreto de la reactivación productiva de YCRT y su regreso al mercado internacional, mientras que la Nación busca concretar su privatización.
Santa Cruz es la única provincia que exporta carbón mineral, un producto que el mundo intenta abandonar por el alto grado de emisiones que representa su combustión cuando se lo utiliza para la generación energética, pero que es muy utilizado en muchos países a falta de alternativas.
En el marco del inicio de la operación, el gobernador Claudio Vidal remarcó: "En vez de corrernos y responsabilizar a la Nación, como hicieron antes. Nosotros hicimos lo más difícil, nos hicimos cargo y trabajamos para salvar a YCRT. Hoy después de muchos años un buque vuelve a salir con nuestro carbón, algo histórico para la Cuenca y para toda la provincia".
El interventor de YCRT, Pablo Gordillo Arriagada, acompañó la jornada en el puerto y destacó la tarea realizada por el personal de la empresa y los equipos técnicos que permitieron alcanzar este hito. A la vez, ratificó la continuidad de las gestiones para asegurar nuevos embarques y ampliar los mercados de destino.
Exportación de carbón y generación eléctrica
A pesar de ser el mayor exportador de productos mineros del país, el embarque de carbón desde Punta Loyola constituye para la provinia el retorno de Santa Cruz a los mercados internacionales a través de uno de sus recursos estratégicos, consolidando un camino de producción, empleo y desarrollo regional.
La producción de carbón también será la materia prima para el inicio de generación eléctrica de la Central Térmica Río Turbio (CTRT) de "inminente puesta en marcha" para abastecer a la provincia de energía más competitiva y para darle valor agregado a la producción de carbón de la mina, a casi 20 años de iniciada la construcción tras un par de operaciones parciales.
Más allá de una puesta en marcha de prueba de equipos, la central térmica nunca tuvo operación comercial, por lo cual el anuncio del ministro de Energía y Minería, Jaime Alvarez, sobre el próximo arranque de máquinas del primer módulo de generación de 120Mw, marca un hito para la provincia y para la empresa YCRT que está actualmente intervenida.
El ministro Álvarez declaró que los módulos de la central termoeléctrica de Río Turbio están cerca de conectarse al Sistema Argentino de Interconexión (SADI). Según explicó, la provincia de Santa Cruz actualmente paga "miles de millones de pesos" a CAMMESA por energía generada en otras partes de la Argentina.
"Si esa energía se produjera en la provincia, Santa Cruz podría comprarla directamente a YCRT, con lo que, además de reducir los costos de transporte de energía ya que la distancia se acortaría de 5.000 kilómetros desde Yacyretá a 200 kilómetros desde la central, permitiría a la empresa generar ingresos y reducir su déficit", analizó el funcionario.
En proyecto de privatización
La Nación busca avanzar con una privatización cuanto menos parcial de la firma YCRT, y desde el año pasado la compañía de capitales israelíes TEGI asomó como una de las interesadas en desembarcar en el yacimiento. A mediados de 2024, TEGI propuso adquirir miles de toneladas de carbón a la compañía estatal, pero su oferta fue descartada por proponer un precio del mineral por demás de bajo.
En YCRT, la idea es una privatización parcial, con una figura que mantenga la mayoría accionaria en manos del estado, pero con participación de los gremios y los trabajadores, se explicó en su momento.
Desde la Gobernación de Santa Cruz, encabezada por Claudio Vidal, se anticipó que lo más probable es que se activen nuevas subastas del mineral, hasta tanto ocurra el arribo de fondos frescos derivados de los probables nuevos socios de YCRT.
La intención de Vidal es motorizar líneas de financiamiento para aliviar el nivel de gastos que demanda el funcionamiento de YCRT, fijado en torno a los u$s5 millones mensuales. Una auditoría reciente arrojó conclusiones respecto de la operatividad de la empresa como, por ejemplo, falta de detalle de los gastos en servicios y flota de vehículos, gestión inadecuada de los bienes físicos de la minera y un número de empleados que no se condice con la actividad que realiza la firma.