El Informe de Estabilidad Financiera que publica el Banco Central reflejó el avance de la recesión: mostró un crecimiento de la morosidad de la cartera de crédito de las entidades bancarias argentinas, en línea con una dinámica de empeoramiento que arrancó hace ya un año. Llegó a un 2,3%.

Esto implica una suba de 0,3 puntos, algo que se intensifica en las líneas al consumo, donde llegó al 3,6%, acumulando un año de suba, publicó BAE.

Esta misma semana, Standard & Poors (S&P) le bajó la calificación crediticia a cuatro bancos argentinos (Banco Patagonia, Galicia, Provincia e HIpotecario) por las "condiciones adversas" en las que operan. Entre las razones, la calificadora remarcó el aumento en la morosidad.

Con todo, el nivel de morosidad no es alto, en especial para el contexto de una crisis económica fuerte que complicó las cadenas de pagos.

Desde el BCRA reconocieron el dato pero lo relativizaron porque la comparación histórica (e incluso internacional) sigue siendo favorable, afirman.

"Si bien el ratio de morosidad de la cartera aumentó en 0,3 puntos, llegando al 2,3%, este indicador continúa en los niveles más bajos de la historia. Fue 40% en el 2003 y el máximo reciente de 3,7% en 2009. Mientras que en términos regionales se encuentra en 3,1%", señalan en su defensa.

Entre las explicaciones a los bajos niveles de morosidad también se destaca la actitud de los banqueros, tendiente a asumir pocos riesgos y prestarle a quienes menos lo necesitan.

Además destacaron que desde la publicación del último Informe de Estabilidad Financiera, a fines de mayo y con una coyuntura bastante distinta, "el sistema financiero mostró señales de fortalezas frente a los shocks que enfrentó la economía argentina, conservando niveles elevados de liquidez y solvencia".

El Informe de Estabilidad Financiera del Central también proyecta el porvenir: "En los próximos meses la evolución de la calidad de la cartera de préstamos de los bancos seguirá, en parte, condicionada por el comportamiento de la actividad económica y de las tasas de interés".

Además, mostró que "en un marco de deterioro de las condiciones macroeconómicas, el aumento que se observa desde el primer trimestre del año respecto del ratio de irregularidad estuvo explicado mayormente por el segmento de préstamos a las familias (creció 0,6 puntos hasta 3,6%), impulsada por los créditos al consumo, y, en menor medida, por el financiamiento a empresas (creció 0,3 puntos hasta 1,3%)".