Pasado el efecto del G20, y después de volver a coquetear con la "banda inferior de no intervención" que estipuló el Banco Central, el dólar volvió a tomar envión y erosionó parte importante de la baja del lunes.

El billete en el segmento mayorista donde operan bancos y grandes empresas cerró a $37,40, noventa centavos arriba del día anterior. "Factores externos y la renovada baja de interés dispuesta por el BCRA se combinaron para justificar una recomposición de portafolios de inversión", explicó Gustavo Quintana, operador de PR Cambios.

Esto viene a cuento de que el Central volvió a podar el costo del dinero. Efectuó la tradicional subasta de Letras de Liquidez (Leliq) a 7 días de plazo. El monto adjudicado fue de $163.633 millones y la tasa promedio de corte se ubicó en 60,003%. 

Esto presagia lo que ya había adelantado la entidad: que quitarán el límite de tasas (actualmente en 60%) que estaba negociado en el acuerdo con el FMI. De hecho, está virtualmente sobre ese rango y el Central venía "defendiendo" ese piso que a la brevedad quitarán. 

"Va a ser un pulseada interesante entre los bancos y el BCRA por las tasas. Va a ser un mercado más normal", decía el gerente de un banco privado de capitales extranjeros.

Precisamente cuando se conoció que la tasa de corte de las Leliq del martes estaban ya en el 60% es que el dólar, que por ese entonces deambulaba en torno a los $37, pegó el último salto hasta su cierre en $37,40.

En el mercado minorista también se vio un alza del tipo de cambio. El promedio según publica el Banco Central quedó en $38,32, una suba de setenta centavos. Mientras que en la plaza informal, el denominado dólar "blue" subía a $36,50 para la venta. 

Riesgo sin tregua

Por otro lado, también se veía una desmejora importante en los activos financieros. El riesgo país de Argentina, medido por el banco JP Morgan, subía 28 unidades el martes hasta los 726 puntos básicos, nivel que no se registraba desde mediados de septiembre. 

Los operadores dijeron que los mercados globales se desplomaron ante un clima de escepticismo respecto a las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China, más crecientes temores a una desaceleración de la economía de estadounidense.

"Duró poco la alegría en los mercados de referencia, dado que Wall Street sufrió un desplome de proporciones debido a la posibilidad de una inminente recesión", dijo Eduardo Fernández, analista de Rava Sociedad de Bolsa. 

"Según los expertos un aplanamiento de la curva de rendimientos del bonos del tesoro norteamericano, es lo que estaría anticipando una probable desaceleración en la principal economía del mundo. A esto tenemos que sumarle las dudas que hay ahora en torno a la tregua comercial entra EEUU y China", resaltó. 

El S&P500, el índice más representativo de EEUU se deplomó más del 3% en una jornada de sell-off de los activos financieros. 

Y para los bonos locales, la película se repetía: la brecha entre los títulos que vencen entre 2019 y 2021 (léase con Macri y post elecciones) llega a marcar 530 puntos básicos. Eso marca a las claras el riesgo electoral que sigue operando en el mercado.

Finalmente, el índice Merval de las acciones líderes subió 0,22%. Hubo 7 papeles en alza y 14 en baja. TGS e YPF ganaron entre 3% y 2%. Claro que el mercado local cierra una hora antes que Wall Street y no pudo captar todo el malhumor que se vivió en esa plaza desarrollada.