El presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), Claudio Cesario, aprovechó un encuentro con periodistas y banqueros para volver a cargar contra la alta presión tributaria, criticar a la oposición por su proyecto de gravar la renta financiera y pedir que el Banco Central regule a las llamadas "fintech", para poder competir en “igualdad de condiciones”.

Así, y después de desatacar la solidez con la que el sistema logró atravesar la crisis de este año, el número uno de la asociación que agrupa a las entidades de capital extranjero marcó la cancha con las principales preocupaciones que tienen los banqueros, de cara a un año electoral. Además, adelantó que las tasas de interés irán descendiendo a medida que baje la inflación, aunque destacó que deberán seguir siendo positivas en términos reales para que los depósitos consoliden su crecimiento.

“Una presión tributaria del 38% ahuyenta o desalienta cualquier oportunidad de inversión”, disparó desde las nuevas oficinas de la entidad en un piso 23 que prácticamente sobrevuela las cúpulas de la city porteña. “¿Cuál es la tasa de retorno que se necesita para soportarla y qué importante es el incentivo para manejarse en la informalidad?”, se preguntó el representante de los banqueros extranjeros.

Cesario puso en foco en “gravámenes distorsivos” como Ingresos Brutos y sostuvo que el ajuste fiscal o el déficit cero no solo es responsabilidad del Gobierno nacional.

“Las provincias que hoy son mayoritariamente superavitarias deben bajar la presión tributaria provincial. Deben cumplir el compromiso asumido en el Pacto y en el Consenso Fiscal bajando las alícuotas de impuestos indirectos como Ingresos Brutos”, pidió en un claro mensaje a los gobernadores, muchos de los cuales elevaron la alícuota antes de firmar el Pacto Fiscal, para luego empezar a bajarla desde un escalón más alto.

Del otro lado, junto con los periodistas, lo escuchaban atentos representantes de los bancos que forman parte de ABA, entre ellos ejecutivos del Santander, del ICBC, del BBVA Francés, Itaú y del Patagonia, que este año cuando el Banco do Brasil ganó terreno dentro del banco pegó el salto desde Adeba (la asociación de los bancos privados nacionales) para sumarse a la cámara de las entidades extranjeras.

En línea con su reclamo, Cesario adelantó que están trabajando en un informe que difundirán periódicamente sobre el impacto de Ingresos Brutos en el costo financiero total de los préstamos y más adelante agregarán los gravámenes y cargas municipales que, según destacó, en algunos casos cobran por adelantado por servicios que no prestan. “El objetivo es concientizar a la gente y la opinión pública para trabajar en conjunto luego con las autoridades provinciales”, adelantó y no tardó en agregar: “hoy los servicios financieros pagan Ingresos Brutos casi como el juego de azar”.

A su turno, durante su discurso, también le dedicó un párrafo aparte a la oposición, “que constantemente impulsó gravar el ahorro de las personas con renta financiera o impuestos similares” y al gobierno que lo concedió, asegurando que este tipo de medidas desalientan el ahorro en el circuito formal. “Las inversiones llegarán si todos trabajamos para eso”, dijo Cesario.

Respecto al sistema financiero y a cómo sorteó este año “que ningún banco imaginó cuando llevó su plan de negocios al BCRA”, el presidente de ABA destacó la solidez, la solvencia y que, por sobre todo, demostró ser confiable. “Quien quiso retirar sus ahorros pesos o dólares lo hizo y al poco tiempo se retomó la tendencia creciente en los depósitos, tanto de pesos como de dólares. Quedó claramente probado que el problema fue cambiario, no bancario, y que se salió del mismo sin recetas del pasado como restricciones cambiarias o la implementación de cepos. El desafío es lograr que crezca el sistema financiero”, señaló. “No quedan dudas es que los shocks vividos en 2018 fueron un buen test para el sistema”, concluyó.

Más allá de eso, el año no será tan bueno como otros para los bancos en cuanto a las ganancias, ya que en los primeros nueve meses la rentabilidad del sistema alcanzó al 33%, “que si bien es nominalmente positiva se vuelve negativa en términos reales”, comentó.

En ese sentido, y con la idea de profundizar el sistema financiero, Cesario aseguró que “cobra importancia la necesidad de recrear el mercado de capitales, con participación de inversores institucionales, como en su momento fueron las AFJP, y que hoy pueden ser los Fondos Comunes de Inversión, las compañías de seguro, etc., que nos protejan de los vaivenes de los mercados del exterior, para lo cual habrá que pensar en otorgar los incentivos fiscales necesarios”.

Por último, volvió a echar leña al fuego en la batalla que el año pasado encararon los bancos contra las fintech y que plantearon en más de una oportunidad al entonces presidente del BCRA, Federico Sturzenegger. “No vemos motivos para que no estén reguladas por el Banco Central”, lanzó en un claro mensaje a la nueva cúpula del organismo monetario y pidió “competir en igualdad de condiciones”.

En ese momento, y en reuniones que mantuvo con las tres cámaras de bancos, el equipo de Sturzenegger planteaba que no regularía a las fintech porque no toman depósitos, y hasta los invitó a crear su propia fintech para competir con ellos.

Cesario habló de asimetrías regulatorias entre bancos y fintech y mencionó las normas de seguridad y transparencia que deben cumplir los bancos, se refirió al “seguro de garantía de depósitos” que tienen las colocaciones y a los encajes. “Ello sin entrar a considerar las ventajas y beneficios fiscales con los que cuentan las fintech, que por otra parte no se reflejan en las tasas de interés que les cobran a sus clientes”, disparó en nombre de los bancos extranjeros.