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FMI y cosecha, la receta del Gobierno para llegar a octubre con un dólar tranquilo

Macri ya recibió el visto bueno del Fondo Monetario para que el Tesoro venda u$s9.600 millones. Por qué espera que el campo también haga su aporte
17/03/2019 - 09:34hs
FMI y cosecha, la receta del Gobierno para llegar a octubre con un dólar tranquilo

Esta semana el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, se reunió en Washington con los directivos del FMI y logró un acuerdo clave para sedar al dólar. Sin embargo, la ayuda extra del Fondo podría no ser suficiente y, por eso, el Gobierno espera también que los productores liquiden pronto la abundante cosecha de este año.

La venta de los dólares recibidos del FMI, a razón de 60 milones por día, comenzará en abril y totalizará u$s9.600 millones. Suficiente para llevar a las elecciones de octubre, y algunos días más.

Los propios hombres de Gobierno reconocen, en reserva, que sin el dólar más o menos tranquilo no se puede enfrentar con ciertas chances de triunfo una elección tan determinante como la de este año, señala Clarín.

Sin embargo, la administración Macri también espera con ansias un gesto del sector agropecuario, que es el que apotaría los dólares "genuinos". En este sentido, las cuestiones clave son si los productores estarán dispuestos a vender todo su stock inmediatamente y si no demorarán en liquidar sus dólares.

En el sector agropecuario se dice que por los altos precios, la venta de trigo y maíz fue abundante. Pero hay dudas con la soja, porque no está mostrando una cotización atractiva. Y suele decirse que el productor prefiere guardar la cosecha antes que venderla a un precio que considera bajo. Pero un año electoral, habrá un ojo puesto en el mercado y otro en las encuestas.

Más allá de esas especulaciones, lo cierto es que el sector dejó atrás una de las peores cosechas de las últimas décadas, hay deudas a pagar y -por el costo del dinero- no ven factible tomar crédito para financiar las labores que se avecinan.

Por otra parte, un informe difundido días atrás por Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) señala que en el último lustro, los productores de soja llegaban a julio con cerca del 70% de la cosecha vendida, porcentaje que subía al 85/90 hacia noviembre. Es decir que ahora que habrá supercosecha es posible que esos porcentajes bajen, pero dado que habrá más toneladas, el volumen de granos que llegan al mercado debería incrementarse, indica Clarín.

Los exportadores, a su vez, no solo miran los movimientos propios de la oferta y la demanda externa. También si les conviene o no retener los dólares. En este punto evalúan qué trayectoria podría tener el tipo de cambio y cuánto les cuesta a ellos tomar pesos para financiarse. Si la tasa de devaluación esperada es menor a la tasa del crédito en pesos, preferirán vender dólares.

Por cierto, al Gobierno no le preocupa el hecho de que los exportadores no tengan plazos legales para liquidar sus divisas. "Dado que hay libre acceso al mercado de divisas, si estuvieran obligados a vender, con una mano liquidarían los dólares y con la otra saldrían a recomprarlos".

En cualquier caso, y volviendo al principio, en Hacienda insisten en que mostrar los 9.600 millones de dólares es una señal potente, en el sentido de que retener divisas apostando a una suba de la divisa tal vez no sea un buen negocio. Dicho esto, dado que se trata de un año electoral, se admite que esa lógica tal vez no funcione al pie de la letra.

En el mercado no descartan que con las tasas altas y el anuncio de ventas oficiales, el dólar vuelva a acercarse otra vez al piso de la zona de no intervención, que a fin de abril será de $ 40,078, casi el mismo valor que alcanzó el viernes último el dólar mayorista. Vale recordar que a ese precio, el dólar r mayorista quedó casi al mismo nivel que tenía el tipo de cambio el 1 de octubre. En ese lapso la inflación acumulada superó el 19%, publica Clarín.

El piso y techo de la zona de no intervención subirá desde enero a un ritmo del 1,75% mensual. Es decir que lo que se busca es que el precio del dólar crezca a menor velocidad que la inflación.