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El otro pico de la pandemia: ya hay alarma sobre si se podrá desactivar la "bomba de pesos"

La crisis actual le da cierto margen al BCRA para emitir pesos. Sin embargo, en algún momento esa expansión va a presionar sobre los precios y el dólar
08/04/2020 - 11:00hs
El otro pico de la pandemia: ya hay alarma sobre si se podrá desactivar la "bomba de pesos"

En menos de una semana, el Banco Central liberó casi 300.000 millones de pesos que estaban colocados en Leliqs, con lo que aceleró la expansión monetaria que venía realizando para asistir al Tesoro. Esta emisión de pesos, uno de los pilares de la estrategia del BCRA para paliar los efectos de la pandemia, es apoyada por economistas de distintas vertientes pero enciende una luz de alarma en el mediano plazo.

En total, entre el desarme de Leliqs, las operaciones con el Tesoro y las compras de dólares en el mercado de cambios, el organismo monetario generó una emisión de $575.949 millones en marzo. La cifra representa el 25% de la Base Monetaria, que en las últimas semanas empezó a crecer a un ritmo mayor al 65% anual.

"Creo que hay que ser pragmáticos y es la dirección correcta en este contexto de shock de oferta por el COVID-19, donde además hay un aumento transitorio en la demanda de efectivo", destaca el economista Federico Furiase, del Estudio Eco Go. Después del shock, agrega, el BCRA deberá pasar la aspiradora y retirar el sobrante de pesos para contener los efectos sobre la brecha cambiaria y la inflación.

Todo queda en el BCRA

Un dato que aporta Camilo Tiscornia, profesor de Economía Monetaria en la UCA y director del estudio C&T Asesores Económicos, es que gran parte de esos pesos por ahora están colocados en los encajes de los bancos. "Es como si los bancos tuvieran el efectivo depositado en el BCRA. Esa plata todavía no está dando vuelta por la economía", explica a iProfesional.

Según los últimos datos del organismo monetario, en marzo la cuenta corriente de los bancos en el BCRA registró un aumento de $490.671 millones. El número es casi la mitad de los $1.157.0 millones que los bancos tienen depositados en el Central a modo de encajes.

El jueves 19, horas antes de que el Gobierno decretara el Aislamiento Preventivo, Social y Obligatorio (ASPO) el directorio del Banco Central aprobó una serie de medidas para que los bancos desarmen una porción de su cartera de Leliqs y lo destinen a financiar a empresas a una tasa del 24% anual. Con eso, en el ente monetario calculaban que liberarían unos 350.000 millones de pesos que estaban invertidos en letras y que se destinarían al sector privado.

Claro que hasta ahí todavía no habían asomado los problemas en la cadena de pagos que desató la cuarentena total y la buena voluntad de los bancos en prestar esos pesos estaba presente. Ahora, cuando el parate económico obligó al BCRA a reforzar las medidas para que los bancos financien el pago de sueldos, el sistema financiero está demostrando cierta demora en concretar esas líneas y dejan en el Central los pesos que tenían colocados en Leliqs.

"Ese intento de traspasar de un lado al otro el dinero es algo que no estaría funcionando. Y es lógico, dado que no es lo mismo prestarle al BCRA, que uno sabe que se lo va a devolver, que prestarle a un cliente en una situación de quebranto de la economía", sostiene Christian Buteler. "Me parece que, simplemente, con esas medidas no va a alcanzar", acota.

Tiscornia, por su parte, destaca el fuerte crecimiento que en los últimos días se está registrando en préstamos de adelantos en cuenta corriente, un reflejo de los números rojos que poblaron las cuentas de muchas Pymes y reactivó el acuerdo de descubierto. En concreto, el stock de adelantos transitorios pasó de $248.000 millones el jueves 19 de marzo a más de $273.000 millones al finalizar el mes.

"Evidentemente, hay una necesidad de liquidez tremenda. Por eso el BCRA está haciendo todo esto, más allá de que también esté financiando al Tesoro. Hay necesidad en la calle de efectivo para que las empresas puedan pagar sus cuentas y es por eso el Central está liberando todos esos pesos", razona Tiscornia.

El constante auxilio al Tesoro

La asistencia al Tesoro que menciona el director de C&T Asesores Económicos viene creciendo a un paso sostenido. El 19 de marzo el BCRA giró al Tesoro $50.000 millones en concepto de Adelanto Transitorio y, entre el jueves 26 de marzo y el viernes 27, le otorgó $80.000 millones como Adelanto de Utilidades. El último dato del BCRA muestra que el 2 de abril emitió otros $50.000 millones en Adelantos Transitorios.

Con todo esto, entre febrero y marzo emitió $362.000 millones para contribuir a las cuentas del Estado, un número que sin dudas irá creciendo en el contexto. "El límite de Adelantos Transitorios está cerca, pero tiene mucho margen por el lado de la transferencia de utilidades de 2019, donde ganó 1,5 billones de pesos, tras el cambio en la metodología de valuación de las letras intransferibles que se hizo en diciembre", explica Furiase.

En el mercado nadie duda de que en momentos como el actual el BCRA tiene que generar una política expansiva. Lo reconoció Guido Sandleris, el ex presidente del BCRA, durante una videoconferencia que organizó la Universidad Torcuato di Tella, cuando le preguntaron por el rol del BCRA en esta crisis y dijo: "Hay que ser pragmáticos. En este contexto el BCRA tiene que estar dispuesto a emitir pesos y financiar al Tesoro en su asistencia a los más afectados".

En la misma línea, Fabio Rodríguez, socio director de M&R Asociados, sostiene que "en el corto plazo no hay otra posibilidad que aceptar que en esta emergencia es necesaria la expansión fiscal asociada al incremento del gasto que se está dando para paliar las consecuencias de la crisis y de la caída que va a tener la recaudación".

Por otro lado, agrega el ex director del Banco Provincia, también es entendible el impulso monetario que va a venir parte del BCRA con esta política de desarme de Leliq y demás para introducir liquidez a la cadena de pagos. "En el corto plazo esto hay q aceptarlo, es una emergencia y no veo riesgos en ese sentido en materia de salto brusco de riesgo de hiperinflación", asegura.

Para Camilo Tiscornia, tampoco la emisión actual va a ser inflacionaria. "Se están demandando pesos: hace falta dinero para hacer las transacciones y pagar cosas. Al haberse cortado la cadena de pagos por la falta de ventas, las empresas necesitan de alguna forma hacerse de efectivo y, tarde o temprano, recurrirán a los bancos", destaca.

"Tal vez inicialmente no haya un efecto inflacionario tan importante, ya que además el Gobierno está controlando todo lo que puede", refuerza Tiscornia. Aunque no tarda en advertir que es un "gran desafío" para los próximos meses. "Uno no puede volcar 500.000 millones de pesos a la economía y pensar que eso va a quedar ahí indefinidamente. En algún momento, pasado el peor momento del coronavirus, el Gobierno va a tener que hacer algo con esos pesos", explica.

Una bomba de tiempo

El economista de Inversor Global, Diego Martínez Burzaco, asegura que esta emisión es una "bomba de tiempo" que está alimentando el BCRA. "Sin dudas, están engendrando un problema para el futuro, de mediano plazo, porque todos los planes de política fiscal expansiva que se anunciaron van a ser financiados con la emisión, en un Estado que tiene sus cuentas en desequilibrio permanente. Debemos ser muy cautelosos", argumenta.

Martínez Burzaco reconoce que "en el cortísimo plazo se necesita aceitar algunos engranajes, sobre todo para todo lo que es el tema social", y eso le da cierto margen al Gobierno para que, por ahora, el efecto sobre la inflación sea mínimo.

"Me parece que, en lo inmediato, hay una muy limitada posibilidad de que eso se traslade a inflación, porque hay una demanda deprimida en casi todos los rubros de la economía, con una sociedad que está paralizada", comenta.

Según su visión, más allá de que el contexto contribuya a que ahora esta emisión no tenga un efecto inflacionario, se está gestando un fuerte repudio al peso. "Hay que ver cuando se empiece a normalizar la situación, qué va a pasar con el BCRA. Si va a reiterar esos pesos de la circulación aspirando o el Gobierno hará un esfuerzo fiscal por otro lado para tratar de limitar toda esa creación de moneda en un contexto de mucha incertidumbre, de mucho repudio al peso", se pregunta Martínez Burzaco.

Una de sus hipótesis es que el Banco Central va a tener que esterilizar esos pesos con mayores tasas de interés. "El tema es que sabemos que el Gobierno quiere que la tasa de interés sea baja, que la economía crezca, que no haya inflación y que no suba el dólar. Y sabemos que en economía todo no se puede", analiza.

Sin dudas, el foco está en el día después. En algún momento la economía empezará a recuperarse y ahí la tarea del Central será empezar a recoger los pesos que sobran para evitar que presionen al dólar paralelo y que vayan a la inflación.

"Va a depender mucho de las acciones que se tomen a partir del momento en que se pueda ir buscando una normalización de esta emergencia", asegura Fabio Rodríguez.  "Ahí van a ser importantes tres cosas: las medidas que se tomen para controlar la situación monetaria, evaluar el exceso de liquidez y, eventualmente, cómo se reabsorbe; las medidas que se tomen para acelerar la rueda de la producción, y que la actividad de vuelta lo más rápido posible; y las medidas que tendrán que ver con la coyuntura de ese momento", detalla.

Esos tres componentes, explica Rodríguez, van a hacer que se pueda evitar una huida masiva del peso o una desmonetización muy peligrosa de la economía, que puede llevar en un sendero más de descontrol nominal o camino a una hiperinflación.

Para Buteler, en tanto, es clave que en el mediano plazo el BCRA salga a absorber fuertemente esos pesos para que no terminen presionando ni al tipo de cambio libre ni a los precios, con una disparada importante. "Sobre todo para nosotros, que tenemos una cultura inflacionaria importante y que ,además, venimos con un alto nivel de inflación", agrega.

Prioridades de una economía en terapia intensiva

Como el resto de los economistas, Buteler pone la lupa en lo que vendrá pero sabe que hoy el foco es otro. "Hoy, con algunos errores y demás, lo que está intentando el Gobierno en sí y el BCRA en particular, es que no se muera la economía. Todo lo que están haciendo tiene su impacto económico. Después verá cómo esto pega en la inflación y cómo hace para evitar un efecto nocivo", reconoce.

Buteler destaca que lo primero que tiene que hacer el Gobierno es tratar de que no se le muera el paciente. "Hay que entender que el paciente acaba de entrar a emergencia: hubo un gran accidente, vino destrozado y hay que intentar que no se muera. Esa sería la economía", grafica.

Después, agrega, se verá si hay que ponerle un clavo en las piernas, si hay que repararle la mandíbula. "Todo eso se verá cuando ya no tenga riesgo de vida", concluye.

En síntesis, el contexto actual justifica la fuerte emisión de pesos, es vital para recomponer el tejido productivo y hasta puede que no tenga impacto inflacionario. Pero, mientras tanto, el BCRA debe ir diseñando una estrategia para ver la forma en absorber esa enorme cantidad de pesos que está imprimiendo y poder desactivar una bomba que ya se vuelve recurrente para la Argentina.

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