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Inflación sostenida y dólar corriendo por detrás: así adaptaron los bancos su negocio al nuevo contexto

La digitalización potenciada por el COVID se consolidó y este año crecen los productos asociados a inflación. Acá los grandes bancos anticipan lo que viene
08/06/2021 - 16:32hs
Inflación sostenida y dólar corriendo por detrás: así adaptaron los bancos su negocio al nuevo contexto

El año pasado, el principal reto fue la pandemia, que los llevó hacia un nuevo esquema de atención más digital, con turnos y con presencialidad muy cuidada y de trabajo remoto.

Este año, los desafíos son distintos: un escenario económico con una inflación sostenida que ronda el 4%, un salario que se va a recuperar parcialmente y un dólar que va a evolucionar algo retrasado respecto del avance de los precios.

Todo eso hace que el sector bancario se vea obligado a reformular varios de sus negocios en este 2021, adaptándolos a las actuales variables económicas y al escenario de cara al segundo semestre. 

Según señalan los ejecutivos de varios de los principales bancos de Argentina que fueron consultados por iProfesional, la pandemia ha convertido varias conductas que en su momento surgieron como novedosas en hábitos que parecen haber llegado para quedarse.

"Como para muchos sectores en estos tiempos de grandes cambios, el shock del Covid-19 representa una importante prueba para el sector financiero", describe Martín Mansur, Líder del área de Productos de Banca Privada de Banco Santander.

El COVID-19 trajo varias novedades que se consolidaron como tendencias.
El COVID-19 trajo varias novedades que se consolidaron como tendencias.

Efectos del COVID-19 en la banca

Y los efectos están a la vista. "Ha generado mayor autogestión por parte de los clientes, las plataformas digitales se han convertido en el medio principal para que realicen sus inversiones. En Galicia mediante Online Banking, nuestros clientes pueden operar en todos los productos, con precios y tendencias de mercado de manera online, sin necesidad de moverse sus casas", comenta, desde Banco Galicia, Karen Salomón, Product Manager Investments de la entidad.

En BBVA, coinciden y destacan que, en 2020, vieron un muy marcado crecimiento de la demanda asociada a la digitalización. "Nuestras operaciones por los canales digitales crecieron en todos los ámbitos y eso nos permitió brindar soluciones a empresas e individuos", comentan.

En igual sentido, desde ICBC, destacan que "la pandemia ha jugado un papel muy importante en la digitalización de la vida en general, incluyendo los servicios financieros, un camino en el que nuestra entidad ya era protagonista pero que nos ha impulsado a acelerar cambios, adaptaciones y novedades".

La digitalización llegó para quedarse en el sector bancario.

Un 2021 con demandas renovadas

Este año, presenta un contexto distinto, en el que, según Mansur, los fondos comunes de inversión han sido uno de los productos más demandados durante los últimos meses. "En particular, vemos una preferencia por los fondos de money market y money market dinámico (t + 0) y una incipiente demanda por los de renta fija de corto plazo (t + 1)", describe el ejecutivo de Santander. En tanto, dentro de los fondos indexados, hay una mayor inclinación por los ajustables por CER por sobre los dólar-linked, que debido a la disminución de las expectativas de debilitamiento en el tipo de cambio, han visto menos flujos.

En este contexto, los principales desafíos, sin duda están dados por la perspectiva inflacionaria y la posibilidad de ahorro y posterior inversión. Así lo anticipa Mansur, quien asegura que este año se presentan varios desafíos, en un contexto de inflación relativamente contenida y un menor aumento del tipo de cambio". Considera que estas circunstancias podrían ayudar a una recuperación de la actividad y que, en ese contexto, sería posible observar una reactivación en la demanda de algunas líneas de crédito.

"Todos los productos que ajustan por la evolución del índice de inflación han registrado un fuerte aumento de la demanda en los últimos meses, tanto el plazo fijo UVA, como los fondos ajustables y también los bonos de la curva CER", describe el ejecutivo de Santander. Y predice que, más allá de que puede darse un escenario donde la inflación mensual se reduzca gradualmente, es esperable que el apetito por estos instrumentos seguirá presente durante los próximos meses, ayudado, sobre todo, por el contexto de calma en el frente cambiario. Sin embargo, no descarta que, si por alguna razón este escenario es modificado, el posicionamiento en activos ajustables por inflación podría verse afectado y tampoco desestima que se pueda ver cierto estrés en los márgenes del sistema financiero.

Por eso, desde el punto de vista de la administración de activos, asegura que es importante "estar atentos a potenciales modificaciones de los escenarios derivados de la dinámica macroeconómica y electoral, lo que probablemente nos lleve a una gestión más activa de los portafolios. Pero señala que, en principio, pareciera que, si el contexto de calma cambiaria que estamos viendo ahora no se modifica, no habría que esperar cambios en la política monetaria, y por lo tanto, no se materializarían modificaciones sustanciales en las tasas que estamos viendo en estos momentos.

En esta misma línea, Salomón indica que "en los primeros meses del 2021, los plazos fijos ajustables por UVA van en aumento". Sucede que, debido a la inflación proyectada para este año, es un instrumento que los clientes de a poco van eligiendo para poder cubrirse ante el incremento de esa variable. "Los clientes comenzaron nuevamente a apostar a este tipo de plazos fijos como una herramienta de cobertura ante una mayor preocupación por la inflación que traería una eventual consecuente pérdida de poder adquisitivo", señala la ejecutiva.

Por otro lado, no descarta que, debido al incremento sostenido de la inflación y por ser un año electoral, que podría generar mayor volatilidad, las tasas reguladas de los plazos fijos tradicionales puedan tener un ajuste que acompañen la evolución de precios de la economía.

En, ICBC, en tanto, informan que, durante la primera parte de este año, los productos de inversión mostraron alguna mejora, "sobre todo, en plazo fijo tradicional y el ajustado por CER, aunque la curva depende siempre de la expectativa de inflación, que desde octubre se ubicó por encima del 3% mensual". Asimismo, destacan el lanzamiento del onboarding 100% digital para la apertura de cajas de ahorro en pesos, donde el cliente -o futuro cliente- puede obtener mediante un proceso sencillo una nueva cuenta y Tarjeta Visa Débito desde cualquier dispositivo.

También en BBVA observan que el eje de demanda de este año en los diferentes productos está muy asociado con lo digital. En ese sentido, explican que "su propuesta estará centrada en las necesidades reales de nuestros clientes: ayudarlos a tomar las mejores decisiones financieras; proporcionarles las mejores soluciones claras, transparentes e íntegras y brindarles una experiencia fácil y conveniente, a través de canales físicos y digitales".

Los clientes del sector financiero apuntan a productor asociados a la inflación.

Desafíos para el resto del año

De cara al resto del año, en Santander no ven que la tendencia a la dolarización de ahorros e inversiones de los argentinos, muy presente en nuestra economía por mucho tiempo, vaya a cambiar por el momento. Resalta que el desafío es seguir consolidando los cambios que comenzaron a darse en la pandemia y que la digitalización que se aceleró con la irrupción de la pandemia se profundizará sin perder la cercanía y la personalización en el servicio.

En BBVA también apostarán a seguir fortaleciendo la digitalización en la que viene trabajando. Así, anticipan que continuarán invirtiendo fuertemente en tecnología y prevén cambios en el negocio, en la cultura de la organización, en las metodologías y en los espacios de trabajo para los próximos años, en pos de "profundizar el asesoramiento y el desarrollo de soluciones integrales y personalizadas para cada cliente". Para garantizar el éxito de este camino, consideran que será esencial "lograr una mayor estabilidad de la moneda y el control de la inflación".

En tren de analizar si esos objetivos son alcanzables, desde ICBC prevén que,  si se dan las proyecciones de desaceleración inflacionaria que anunció el Gobierno para los próximos meses y una lenta recuperación de algunas variables macro, "el nivel de las tasas no debería sufrir variaciones abruptas", por lo que no prevén mayores cambios en la tendencia actual de demanda de los clientes.

Así, el desafío que tienen por delante es "seguir siendo un canal que facilite la vida de los clientes, ofreciéndoles productos cada vez más digitales y a medida, diseñados pensando en sus necesidades de inversión, pero también la agilidad y el ahorro de tiempo".

Por su parte, Salomón prevé que la tendencia de la oferta de los bancos en lo que queda de este año seguramente estará orientada hacia la cobertura de posibles devaluaciones y prevenir la eventual pérdida de capitales, que podrían verse afectados por la inflación. "En ese contexto, los clientes se vuelcan a instrumentos indexados, ya sea de renta fija, dollar linked o fondos comunes de inversión y, pensando más a largo plazo, apuestan a instrumentos en dólares, como Cedears o deuda corporativa", describe.

En cuanto a la tendencia habitual de dolarizar ahorros que suelen tener los argentinos, Salomón señala que, teniendo en cuenta que los últimos meses el dólar ha estado estable, no es la mayor preocupación una devaluación a corto plazo. Pero reconoce que "la experiencia y la debilidad del peso hacen que el dólar siga siendo un recurso confiable para el ahorrista local".

"La tendencia a apostar a la divisa estadounidense siempre se mantiene y se hace presente en el incremento de las operaciones de compra de dólar MEP y la fuerte apuesta a instrumentos nominados en dólares", informa Salomón. 

Así, las principales entidades del país se encaminan en este sendero de adaptación de los negocios a los nuevos contextos económicos y, sin dudas, a medida que se vaya logrando una mayor estabilidad de la moneda y el control de la inflación se logrará profundizar la garantía de confianza del sistema financiero, canalizar el ahorro e impulsar los créditos para apalancar la economía brindando el impulso que la sociedad necesita.

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