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"Hasta las elecciones no habrá ningún tipo de recuperación", advierte economista

El economista Jorge Colina, presidente del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), dialogó con iProfesional sobre qué ocurrirá con el dólar
10/07/2021 - 09:13hs
"Hasta las elecciones no habrá ningún tipo de recuperación", advierte economista

El futuro cercano de la situación económica para antes y después de las elecciones preocupa mucho a los argentinos, sobre todo por la gran cantidad de desfasajes que se están acumulando.  

Para conocer su visión sobre lo que ocurrirá, iProfesional entrevistó al economista Jorge Colina, presidente del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA).

De acuerdo a este experto con un master en Finanzas en la Universidad de Amsterdam y un master en Economía en la Universidad de Georgetown, la base productiva "está bastante destrozada" y también sostiene que "es muy difícil que se genere alguna recuperación real". Además alerta que la inflación va seguir creciendo.

-¿Cuál es el diagnóstico que realiza de la situación económica?

-La situación económica es muy complicada porque el Covid todavía no pudo ser controlado, y no se tiene todavía un panorama cierto de cuándo esto ocurrirá, como se está viendo que ya es en Europa y Estados Unidos.

Pero la principal debilidad es que la base productiva está bastante destrozada. Desde la crisis del 2018 al 2019, se estima que unas 30 mil empresas dadoras de empleo formal desaparecieron y, dada la caída del 2020 por la pandemia (10%) y la tasa a la que venían destruyéndose negocios, se estima que hoy debe haber unas 100 mil empresas menos.

De esta manera, de 600 mil empresas dadoras de empleo formal que había en 2017, hoy quedan unas 500 mil. Con esta base productiva y un clima de negocios adverso para abrir nuevas firmas, es muy difícil que se genere alguna recuperación real.

-¿Qué puede ocurrir tanto con el dólar oficial como con el libre hasta las elecciones?

-El dólar oficial se va a mantener bastante controlado hasta las elecciones. Posiblemente, se coloque algo por encima de los $100, pero no mucho más allá de eso. En tanto, el paralelo se va mantener en la franja de los $180 a $200.

-¿Y después de las elecciones?

-Después de las elecciones, el blue va a tener presión alcista porque la emisión monetaria va a retornar. Y el dólar oficial también va a subir, aunque la magnitud de la suba de su precio lo dirá la capacidad que tenga el Gobierno para controlarlo.

El precio del dólar oficial y libre pueden estar relativamente controlados hasta las elecciones, según Colina.
El precio del dólar puede estar relativamente controlado en todos los mercados hasta las elecciones, según Colina.

-En este escenario, ¿cómo mantendría controlado al precio del dólar?

-El precio del dólar paralelo no es difícil controlarlo cuando tiene pocos montos transados. El único tema es que no se puede controlar desde entidades oficiales, porque no es un mercado institucionalizado. Hay que hacerlo con inversores privados que entren a calmarlo.

Ahora, cuando muchos inversores entran a demandar dólares libres, allí se hace más difícil de controlar los precios.

Por ahora, no hay riesgos que el paralelo se desboque, porque desde fines del año pasado que el Gobierno se mostró muy conservador en el tema emisión monetaria. Esto bajó bastante la presión sobre el billete no oficial.

-En este marco, ¿alcanzan las reservas hasta las elecciones de octubre?

-Sí, alcanzan las reservas hasta las elecciones porque hubo recuperación de reservas del Banco Central y, como dije, en la primera mitad del año el Ministerio de Economía contuvo el déficit fiscal, y no apeló mucho a la emisión monetaria. Esto da oxígeno para la segunda mitad.

-¿Y con la inflación qué puede suceder?

-La inflación va seguir creciendo. Hoy estamos en 50% y es posible que diciembre 2021 termine cerca de 60% anual. La forma de controlarla es con un plan antiinflacionario, el cual empieza por un plan de ordenamiento integral del Estado.

Esto debe buscar no sólo bajar el déficit fiscal, sino también mejorar sustancialmente la capacidad de gestión para bajar la presión impositiva, y dar muchos mejores servicios que los que el Estado hoy está dando. Pero de esto, hoy no se habla. Así que la inflación va a seguir agravándose.

-Entonces, ¿qué salidas le quedan al Gobierno para controlar esta situación tan compleja hasta las elecciones?

-No tiene muchas salidas, más que esperar a ver cómo devienen los hechos. Para controlar la pandemia hay que vacunar más, y lo que se ve es que el ritmo de vacunación que permite llevar el Gobierno nacional, siendo razonable, no puede acelerarse porque las cantidades de vacunas que se consiguen son las que se pueden conseguir, dada la estrategia seleccionada.

Luego, revertir la destrucción de empresas significa simplificar las regulaciones, bajar la presión impositiva y generar un clima favorable a los negocios. Pero lo que se está viendo hasta ahora es al revés.

Es decir, se prohíbe el uso de las SAS (que es la forma más simple de abrir un negocio), se sube la presión tributaria y se da vía libre, por omisión de intervención, a acciones sindicales que tienden a frenar la recuperación de las empresas, como es el caso de los bloqueos a muchas firmas.

De cara a las elecciones, y sobre todo después de ellas, el Gobierno tendrá varios desafíos.
De cara a las elecciones, y sobre todo después de ellas, el Gobierno tendrá varios desafíos para la economía.

-¿Qué opina que puede ocurrir en los próximos meses para la economía?

-Lo que va a pasar en la economía de aquí a las elecciones no va a ser ningún tipo de recuperación. La economía formal está estancada al primer trimestre 2020, justo antes de la pandemia.

En los meses que faltan para el 2021, los números de crecimiento de la actividad económica van a dar positivos, porque la base de comparación (meses posteriores a abril 2020) fueron de muy fuerte caída de la economía. Aunque van a estar lejos de ser una recuperación por encima de diciembre 2019, que es cuando el actual gobierno asumió.

El salario real de los trabajadores formales, que son sólo la mitad de los ocupados, está cerca de un 10% abajo respecto al año pasado y, si bien ahora vienen los aumentos paritarios, estos llegan a compensar parte de lo que crece la inflación.

La otra mitad de los ocupados son los informales, muchos de los cuales dejaron el mercado laboral el año pasado y todavía no volvieron. Quiere decir que están viviendo del asistencialismo o de los ingresos del hogar, que en general es un ámbito vulnerable de bajo ingreso, por lo que muchos cayeron en la pobreza.

No hay visos de que en este año haya mejora real en la situación económica de la gente.-