La cotización del dólar blue parece imparable por estos días, tal como advierte el último informe de la consultora de Equilibra, "las nuevas restricciones sobre la operatoria con bonos impactaron también en el mercado informal" de modo tal que ayer el ilegal había llegado a $182,30, su máximo nivel de 2021, y la brecha ya roza el 90%. Hoy, en tanto, avanzó otro $2 a 184,50.

"Hasta ahora, era común ver jornadas en las que la cotización del informal se despegaba de la del MEP y el CCL y durante los días posteriores volvía a converger, pero como el CCL vía bonos dejó de ser un precio de referencia para este mercado, es muy probable que la cotización informal se vuelva mucho más volátil y no converja al CCL regulado, sino se acople más bien al CCL libre", señala el informe de la consultora que dirige Martín Rapetti.

Recordemos que el CCL libre es el que se negocia en el Segmento de Negociación Bilateral (SENEBI), donde dos privados acuerdan entre ellos un precio de negociación, sin referencia de pantalla. Por estos días, ese mercado está siendo la referencia para el blue y comenzaron a arbitrarse sus valores de alguna manera, aunque no hay un valor fijo para el SENEBI, sino que es el que dan a conocer los operadores en base al promedio de las operaciones que realizan. Como consecuencia de esta situación, hoy, el dólar informal y el CCL libre ya se ubican por encima del "dólar solidario" (oficial más impuestos).

Al respecto, el director de Analytica, Ricardo Delgado, señala que "la suba del blue complica la estrategia económica preelectoral del gobierno, que tiene en el dólar controlado una pata clave". ¿De qué manera? Hay tres ejes principales: 

Efecto 1: pega en inflación

Delgado advierte que, si bien el mercado ilegal es pequeño, de todos modos forma expectativas y puede golpear sobre la inflación, que hasta ahora se proyectaba levemente a la baja hasta las elecciones.

En una línea similar, Camilo Tiscornia, director de CyT Asesores Económicos, aporta que "el mercado del blue es como un termómetro de la situación del mercado" en el que, según describe, hoy, hay mucha plata dando vuelta y eso genera incertidumbre.

Por eso, opina que, si bien la suba del ilegal tiene algún incidente en inflación, no parece el efecto más importante que tiene, eso no quita que, dado que algunos precios se rigen por esta cotización como referencia, se filtre una parte de la brecha del blue hacia la inflación.

Así, Delgado considera que, "si el ritmo de suba de precios no cede, de poco servirán los estímulos a los ingresos que puso el gobierno sobre la mesa para la elección". Y, cuando habla de los estímulos, el economista se refiere a las paritarias por arriba del 40%, el bono a jubilados y la mayor asistencia social.

La expectativa de apreciación del dólar incentiva las importaciones.

Efecto 2: perjudica la evolución del comercio exterior

Por otro lado, Delgado señala que, si la brecha aumenta, habrá menos incentivos a liquidar exportaciones y a adelantar importaciones, esperando una devaluación del dólar oficial post elecciones.

Y es que, aunque según señala Tiscornia, el grueso del comercio exterior se maneja por el oficial, Joel Lupieri, economista de Epyca Consultores, advierte que, "en términos de economía real, lo más desgastante para la economía es la distorsión que provoca sobre los precios relativos". Explica que, en el marco de un cierre virtual del dólar oficial y con cada vez más restricciones para acceder a la bolsa, los operadores pierden referencia a la hora de operar moneda o importar bienes o servicios.

En tanto, indica que, "a los pocos que puedan seguir accediendo hoy al MULC, se les incentiva a adelantar importaciones" porque una brecha alta genera expectativas de un slato del dólar en el mercado oficial en el futuro, hecho que invita a comprar todo lo que se pueda hoy.

Y es que, aunque esto último está muy limitado, puesto el poco volumen que se opera en el dólar oficial, "no hay que soslayar la escalada que se venía produciendo en los dólares financieros y que forzaron al gobierno a tomar nuevas medidas restrictivas".

Si sigue la evolución a la suba, el Gobierno deberá buscar nuevas estrategias para controlar el dólar blue.

Efecto 3: hace presión en la política monetaria

Desde Equilibra advierten que uno de los efectos que podría tener la suba del blue es que se dé una mayor demanda de dólares al oficial (que tiene un cupo de US$ 200 mensuales por persona)  y una salida adicional de más de US$ 150 millones por mes vía MULC.

Todo esto, repercute en la política monetaria, en la medida de que la expectativa de devaluación se acentúe. "Sucede que el blue sube como efecto de mercado, primero, ante declaraciones de que no se espera una devaluación previa a las elecciones y es sabido que inversores se dolarizan en ese período, pero, también, hay una sensación del mercado de que están planchando al dólar y que está barato", detalla al respecto el economista Federico Glustein.

Considera que las "manos amigas" ya no tienen el impacto necesario para bajar la cotización porque el dólar puré (la diferencia que hacen algunas personas aprovechando la diferencia de precio entre el blue y solidario deja una ganancia alta, de $2400 aproximadamente). Por eso, dice que "se necesita más de lo habitual para lograr la pax cambiaria".

Por otro lado, menciona que existe la percepción en parte del mercado de que las restricciones funcionaron a medias porque se usan otros instrumentos para hacerse de dólares libres, como CEDEARs y acciones a precios emparentados al blue.

En consecuencia, Lupieri prevé que, "de cara a las elecciones es posible que veamos una lenta y progresiva depreciación del dólar oficial, acompañada de una mayor represión financiera en los dólares, tanto bursátil como blue".

Esto se debe a que, según indica Delgado, las herramientas del Central para intervenir en el blue son escasas, justamente por la característica de ser un mercado ilegal, en un contexto en el que, "desde julio, hay más pesos en la calle, en comparación con el primer semestre, parte de los cuales van al paralelo en una economía con un nivel de informalidad del 40%", dice Delgado.

Según Tiscornia, una de las alternativas que tiene el regulador financiero para revertir esta tendencia a la suba, sería subir la tasa de interés, "que es la solución más ortodoxa para tratar de contener al blue", pero dice que el Gobierno no lo quiere hacer.

En ese contexto, avizora que lo que sí pueden intentar hacer las autoridades es "tratar, en algún momento, de hacer una fuerte intervención con manos amigas". Sin embargo, confiesa que lo que le preocupa es que falta tiempo aún para las elecciones con un déficit fiscal que se amplió, y que seguirá así, y con más dinero en la calle, es probable que vaya a haber más presión al blue, por lo que no descarta que, "en algún momento, quizás, se requiera tocar las tasas", pero mientras tanto, a tratarán de mantenerlo acotado con más controles.

Así, tal como señala Lupieri, es probable que, "de cara a las elecciones veamos una lenta y progresiva depreciación del dólar oficial acompañada de una mayor represión financiera en los dólares, tanto en los bursátiles como en el blue".

Esto, debido a que es probable que, de acá a las elecciones, los ahorristas e inversores busquen dolarizarse y Glustein resalta que "agosto es un mes clave porque, sumada a la dolarización se registrarán menos ingresos por exportaciones del agro y posiblemente suba el gasto público", por lo que, a medida que se acerquen las PASO, se notarán fuerte las expectativas de los agentes del mercado. En este contexto, asegura que "un blue a $200 no suena descabellado para fin del mes que viene".