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El gran error de Cristina, según LCG: aumentar el déficit y pretender reducir la deuda y la inflación

La disputa política dentro del Gobierno y las medidas económicas contradictorias pueden no resolver los problemas inmediatos, indica la consultora LCG
03/10/2021 - 07:20hs
El gran error de Cristina, según LCG: aumentar el déficit y pretender reducir la deuda y la inflación

La mayor cantidad de pesos que quiere volcar el Gobierno a la calle con el fin de obtener un resultado electoral más favorable, y el consecuente incremento de la emisión monetaria, mientras al mismo tiempo faltan dólares y se necesitan "ordenar las cuentas" para poder negociar un acuerdo con el FMI, generan incertidumbre entre los analistas.

En un reciente informe publicado por la consultora LCG, fundada por Martín Lousteau, y dirigida por el economista Guido Lorenzo, se resalta que las distintas vueltas de timón que quiere realizar el oficialismo para revertir el revés electoral puede llevarlo a no obtener cambios sustanciales.

"En ese malabarismo de girar al centro y al extremo al mismo tiempo está el riesgo de quedarse en el mismo lugar", alerta el escrito.

De hecho, destaca que la pelea entre el Presidente, Alberto Fernández, y la vicepresidente, Cristina Fernández de Kirchner, por configurar el nuevo gabinete antes de noviembre, terminó siendo más una disputa personal de poder que algo pensado en lo que realmente pedía el pueblo con su voto "castigo".

"No sólo el objetivo al que apuntó Cristina Fernández era equivocado, sino la forma también fue errada", sentencia LCG.

Así, agrega: "Uno supone que cualquier peronista sabe que a las personas se las persuade, no se las obliga. Así, es justamente esa capacidad de persuasión la que se empieza a jugar en el mes de entretiempo entre las dos elecciones. El actual Jefe de Gabinete fue el indicado por ella misma en su carta para que tome la posición".

Es decir, se considera que primero se "enalteció" y luego "humilló" a quien está ejerciendo el poder ejecutivo, dejando en evidencia que el pragmatismo de Cristina Fernández "no es quizás su mejor virtud".

"Esa praxis, si no es llevada adelante con prolijidad, puede encontrar límites muy rápido. Las contradicciones marcan esa desprolijidad: intentar mejorar el salario real emitiendo pesos en un contexto de inflación elevada, es una muestra de esa improvisación que acompaña a la ansiedad de acercarse a noviembre sin resultados concretos", dictamina el informe de LCG.

Y completa la idea: "Pelearse y amigarse con el agro es otra (desprolijidad), forzar al Presidente en público para después intentar mostrar unidad en un acto es una adicional, y existe un largo etcétera de muestras de este comportamiento errático".

El enfrentamiento entre el Presidente y la Vicepresidenta por los resultados electorales no muestra medidas económicas más allá de noviembre.
El enfrentamiento entre el Presidente y la Vicepresidenta por los resultados electorales no muestra medidas económicas para más allá de noviembre.

En resumen, se sostiene que no se puede girar al centro y radicalizarse al mismo tiempo.

"El discurso es omnipresente pero es efectivo cuando se hace difícil de hallar. Cuando es evidente (se halla fácilmente), es porque no logró excluir a otros discursos o ideas", reflexiona LCG.

De hecho, cita que cuando el dato de pobreza, por más que no sea contemporáneo, hace "dudar de las convicciones, entonces la retórica pierde su componente persuasivo y el discurso se transforma en un relato. Y con el relato no alcanza para conquistar a los desencantados", acota.

Por eso, sostiene que "en ese malabarismo de girar al centro y al extremo al mismo tiempo está el riesgo de quedarse en el mismo lugar".

Es decir, considera que esto, en el fondo, no es un problema de qué tan a la derecha o a la izquierda se mueve la vicepresidenta, sino que afirman los economistas de esta consultora que el problema es que "no lo decide".

"Es en la cuestión económica que se encuentra la contradicción más evidente, la que aún parece no poder resolver Cristina Fernández: no se puede aumentar el déficit y al mismo tiempo reducir la deuda y bajar la inflación", concluye LCG en su informe.

Y finaliza: "Ese trilema es el que lleva a la frustración, el que lleva a enojarse con la suba de precios con los supermercados, el que se repudie la deuda, pero al mismo tiempo aumente la adicción a la misma. Y la noción última del diagnóstico errado que es que entonces la culpa es del déficit que no fue lo suficientemente alto".

Para LCG, que pensar que la economía está subordinada a la decisión del rumbo político, es
Para LCG, pensar que la economía está "subordinada" al rumbo político, es "faltarle el respeto" a la complejidad de mecanismos del modelo económico.

Por eso, enfatizan estos analistas que pensar que la economía está subordinada a la decisión del rumbo político, es "faltarle el respeto" a la complejidad de mecanismos endógenos del modelo económico.

"Mientras existe esa sensación de no definición política, los vencimientos de deuda siguen llegando, los pasivos remunerados del Banco Central se siguen incrementando, la inflación se sigue acumulando. A la vez que las reservas internacionales siguen cayendo, al tiempo que el dólar sube y la sensación de agotamiento de la sociedad se profundiza", enumera LCG.

Entonces, cree que "lo peor" que puede sucederle al actual Gobierno es demorar la resolución política de ese trilema.

"Noviembre, actualmente, aparece como un velo que no permite ver que hay decisiones que mejor es no postergarlas. A fin de cuentas, ¿qué diagnóstico se hará del resultado de las generales, cualquiera sea, cuando la indefinición es tan grande?", se pregunta LCG.

Y concluye: "Entonces, por qué no se pone la mira en los años venideros más que zambullirse en una campaña improvisada. Una respuesta que sólo puede ser respondida con el diagnóstico de una mala praxis del poder".