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Dólar, reservas e inflación: el pronóstico de Fundación Mediterránea para 2022

Para que la política fiscal no desestabilice el frente externo, el 2022 deberá corregir una variable: el gasto público o el tipo de cambio, agrega
09/10/2021 - 12:16hs
Dólar, reservas e inflación: el pronóstico de Fundación Mediterránea para 2022

Más allá de las divergentes recetas económicas, los argentinos siempre están atentos a un factor clave que es la evolución del tipo de cambio y, al respecto, la Fundación Mediterránea estimó que el precio del dólar oficial podría trepar a $162 a mediados de 2022, si se mantiene el ritmo actual del gasto público.

La incertidumbre sobre el valor del dólar no sólo restringe negocios, genera quebrantos y limita operaciones, sino que genera una distorsión interna que siempre termina afectando el aparato productivo e impactando, por consecuencia, sobre las variables sociales.

"De replicar la trayectoria esperada para el gasto primario, a mediados de 2022 el dólar debería estar en torno a $162, un 39,5% por encima del valor presupuestado", señala el informe.

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De acuerdo al informe, las presiones inflacionarias continuarán

Corregir variables

Además, agrega: "Para que la política fiscal no desestabilice el frente externo, el 2022 deberá corregir una de las dos variables, o el gasto público o el tipo de cambio".

Las proyecciones y advertencias se encuentran reunidas en un informe titulado: "Emisión, gasto público y dólar bajo control, la trinidad imposible", elaborado por un equipo encabezado por María Pía Astori.

"Una de las paradojas que surge de la decisión de recurrir a más gasto público tras el resultado de las PASO, es que justamente el gobierno parece haber sido penalizado por la inflación en e andarivel del 50 % anual, que no se explica sin los excesos fiscales de 2020, mucho más allá de lo justificado por la pandemia", alerta la entidad.

En el plano político, advierte que "si el 14 de noviembre ratificara en términos generales al 12 de setiembre, habría menos riesgos institucionales por falta de aval a proyectos hegemónicos, pero mayor incertidumbre de corto plazo mientras el oficialismo define como habrá de encarar la transición hasta 2023".

En cuanto al terreno económico, el estudio explica que "lo sucedido en estas semanas ha puesto en evidencia la dificultad del oficialismo, en sus distintas facciones, para incorporar en su diagnóstico la década de estanflación que arrastra la Argentina, con su corolario: para salir del pantano se necesita aplicar políticas muy diferentes a la de los cepos".

Para la consultora, es necesario "asumir, además, que detrás de los desequilibrios recurrentes que llevan a la falta de crecimiento, está la dinámica de un gasto público infinanciable, que sofoca al mercado interno con impuestos y opera como lastre sobre la competitividad y las exportaciones".

"No sería sorprendente que el gobierno terminara adicionando en el cuarto trimestre unos $250 mil millones a la emisión de origen fiscal verificada en el tercer trimestre, que se acercó a los $700 mil millones", considera la consultora.

Estima también que "de cara a 2022, haber retornado en este segundo semestre de 2021 al patrón de 2020 trae aparejados riesgos para la macroeconomía cualitativamente superiores a los experimentados".

"Por eso es paradójico que a una economía trabada por el exceso de gasto público se la intente resetear con más de lo mismo. No es sólo el paquete electoral en danza, con una inyección de entre $150 y $300 mil millones en partidas de AUH, jubilaciones y demás. Lo que impacta es el proyecto de Presupuesto 2022", señala.

a mediados de 2022 el dólar debería estar en torno a $162, un 39,5% por encima del valor presupuestado
a mediados de 2022 el dólar debería estar en torno a $162, un 39,5% por encima del valor presupuestado

Otros puntos

Con estimaciones preliminares, la variación del PIB del tercer trimestre, en la medición desestacionalizada, estaría más que compensando el guarismo negativo de 1,4 % del segundo trimestre. La desaceleración de la inflación influyó positivamente sobre el nivel de actividad, ya que del 4,15% promedio mensual del inicio de 2021 se ha pasado a un promedio mensual de 2,88% en la variación del IPC, midiendo el trimestre móvil con datos hasta agosto.

La normalización progresiva de actividades es un factor de primer orden en la dinámica de las cuentas nacionales: en mediciones hechas por IERAL se encontró que todavía en los primeros meses de 2021, aproximadamente un 30% de las actividades evolucionaban por debajo del promedio debido a las restricciones que subsistían para circular y trabajar.

Las presiones inflacionarias pueden retornar rápidamente: este cuarto trimestre, la emisión de origen fiscal y cuasifiscal podría alcanzar una cifra algo superior a 1,3 millón de millones de pesos, equivalente a 12,6% del PIB estimado para el período octubre-diciembre. Como referencia, en 2020, cuando se usó y abusó del recurso de la emisión, los pesos transferidos al Tesoro más los intereses de las Leliq llegaron al equivalente a 9,6% del PIB, fenómeno que explica buena parte de la inflación de 2021, en el persistente andarivel del 50 %.

Si las metas del Presupuesto 2022 se pudieran cumplir, entonces tendríamos que en tres años (de 2019 a 2022) el gasto primario en pesos se habría multiplicado por 3,25, pero el precio del dólar oficial sólo lo habría hecho por 2,33 (de 50,02 a 116,5 pesos). De replicar la trayectoria esperada para el gasto primario, a mediados de 2022 el dólar debería estar en torno a 162 pesos, un 39,5% por encima del valor presupuestado.

Para que la política fiscal no desestabilice el frente externo, el 2022 deberá "corregir" una de las dos variables: el gasto público o el tipo de cambio. Además del retorno de las presiones inflacionarias, la caída de las reservas del Central, que en su medición neta (incluyen oro, excluyen DEG) han pasado a 4,8 mil millones de dólares en el presente, desde más de 8,0 mil millones en junio, también amenaza la continuidad de la recuperación del nivel de actividad.

Por un lado, la escasez de reservas lleva a la intensificación de las restricciones a importar, lo que afecta a un gran número de actividades que utilizan insumos y partes de origen extranjero en su proceso productivo, o que directamente obligan a restringir las ventas de productos terminados al mercado (caso automotriz, con serias complicaciones en el funcionamiento de los planes de ahorro previo).

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