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Sigaut Gravina: "El actual esquema de retrasar el dólar no se puede sostener mucho tiempo más"

En plena tensión electoral, iProfesional dialogó con Lorenzo Sigaut Gravina, director de análisis macroeconómico de Equilibra, sobre el futuro del dólar
16/10/2021 - 07:30hs
Sigaut Gravina: "El actual esquema de retrasar el dólar no se puede sostener mucho tiempo más"

En la cuenta regresiva a las elecciones legislativas del próximo mes, la tensión cambiaria que se percibe en el mercado, en un entorno de baja cantidad de divisas en las arcas del Banco Central, enciende distintas alarmas para el escenario que viene.

Por eso, iProfesional entrevistó al economista Lorenzo Sigaut Gravina, ex director de Ecolatina y actual director de análisis macroeconómico de Equilibra, la nueva consultora fundada por Diego Bossio.

En la misma, dispara frases tan contundentes como que le preocupa "la creciente presión cambiaria en un contexto frágil y con un poder Ejecutivo debilitado". Es decir, un ambiente donde la incertidumbre es lo que prima.

-¿Cuál es el impacto económico que considera que sobrevuela en medio de este período electoral?

-Pese a que, inicialmente, los mercados financieros reaccionaron positivamente ante la derrota de oficialismo en las PASO, la crisis y posterior reestructuración del gabinete nacional generó mayor incertidumbre sobre el futuro.

Esto se tradujo en mayor dolarización, brecha y caída del apetito por los bonos soberanos, debido a que el riesgo país, que había perforado los 1.500 puntos antes de las Primarias, volvió a superar los 1.600 puntos básicos. Todo este clima reforzó el torniquete del cepo en las importaciones y las restricciones de acceso a los distintos mercados del dólar financiero.

Para Lorenzo Sigaut Gravina,
Para Lorenzo Sigaut Gravina, en los mercados se percibe mayor incertidumbre sobre lo que ocurrirá después de las elecciones.

-¿El Gobierno puede dar una vuelta de timón en la economía para llegar mejor a las elecciones legislativas?

-La primera reacción del oficialismo post Paso parecía concentrar todos los esfuerzos en volcar recursos a las familias, vía aumento del déficit fiscal, es decir, con el incremento del gasto público y/o reducción de impuestos, para mejorar la performance electoral en las legislativas.

Sin embargo, el Ejecutivo implementó un golpe de timón en materia de apertura/levantamiento de las principales restricciones sanitarias por la pandemia. Algo que se refleja desde la plena presencialidad en las escuelas y universidades a los eventos masivos, como los deportivos, culturales y discotecas con aforo.

Entonces, la estrategia para intentar revertir el resultado de las PASO no va a recaer exclusivamente sobre el aumento del déficit fiscal.

Un punto interesante a remarcar es que el Ejecutivo generó, para tratar de ganar las elecciones, expectativas de un fuerte aumento del déficit fiscal financiado con emisión en un contexto de escasez de dólares.  

Algo que, si finalmente no lo concreta, le generó un costo innecesario al exacerbar las expectativas de devaluación, debido a que aumentó la percepción de desequilibrio en la relación peso-dólar de los agentes económicos.

-A nivel general, ¿qué opina de la situación económica actual?

-Pese a que la actividad económica está cerca de recuperar niveles pre-pandemia, me preocupa la creciente presión cambiaria en un contexto socio-económico frágil y con un poder Ejecutivo debilitado.

A pesar de la fuerte recomposición de los precios de las commodities agrícolas, hecho que han significado un ingreso adicional de agrodivisas de u$s10.000 millones, y la inyección mundial de DEGs por parte del FMI, este año terminaría con reservas netas acotadas, similares a las del 2020.

Y, además, con un tipo de cambio real 14% más apreciado, producto del esquema de retraso cambiario electoral. Es decir, con un tipo de cambio oficial que trepa 1% mensual versus una inflación que se mueve en torno al 3%.

A diferencias del año pasado, no esperamos una mejora del contexto externo relevante para la Argentina. Y hay que cruzar los dedos para que el fenómeno climático de la Niña no genere pérdidas agropecuarias, producto de lluvias inferiores al promedio histórico en la zona núcleo pampeana, léase, sequía con impacto en rindes.

-Con la mayor incertidumbre del mercado, ¿qué puede ocurrir con el dólar en este último tramo electoral?

-La presión cambiaria viene creciendo desde la previa de las PASO y, probablemente, se acentúe de cara a las legislativas. De hecho, el Banco Central y la CNV han tenido que reforzar el cepo para moderar la pérdida de reservas en el mercado oficial, por medio de frenar el pago anticipado de importaciones.

También las autoridades hicieron hincapié en el mercado financiero, donde se segmentaron canales para que los agentes sólo puedan operar en una plaza evitando el arbitraje entre la cotización financiera intervenida y la libre.

-¿Alcanzan las reservas hasta las elecciones de noviembre?

-Las reservas internacionales alcanzan para llegar a las legislativas administrando el tipo de cambio oficial y el financiero, que está intervenido. Pero el actual esquema de retraso cambiario de deslizar 1% por mes el tipo de cambio oficial, en un contexto de inflación apenas inferior al 3%, no se puede sostener mucho tiempo más.

Entonces, las reservas netas del Banco Central están en peligro de extinción y el tipo de cambio real multilateral ya se ubica en torno al promedio histórico, con una brecha acercándose peligrosamente a los tres dígitos en los mercados no intervenidos.

-¿Y qué escenario ve para después de las votaciones legislativas?

-Tras las legislativas, el Ejecutivo debería modificar su estrategia hacia un crawling peg "acelerado", en el que el tipo de cambio oficial vaya algunos meses por encima de la inflación para recomponer lo que se atrasó durante el periodo pre-electoral.

Pero no es posible asegurar que dicha estrategia sea exitosa, pues un esquema de depreciación acelerada requiere una suba significativa de la tasa de interés durante los meses en que se implemente. Además, precisa revertir las expectativas de devaluación, lo que supone que el Gobierno deberá despejar las dudas de gobernabilidad e implementar una política económica que estabilice la macroeconomía.

El mayor cepo cambiario genera más tensión en el mercado y más incertidumbre de acuerdo a Sigaut Gravina.
El mayor cepo cambiario genera más tensión en el mercado y más incertidumbre de acuerdo a Sigaut Gravina.

-Mencionó a la inflación como variable central, ¿el Gobierno puede llegar a controlarla?  

-Mientras las anclas cambiaria y, en menor medida, tarifaria estén operativas, la inflación podría no superar el 3% promedio mensual. Sin embargo, esperamos una aceleración de la suba de precios cuando el Gobierno empiece a levantar dichas anclas, tras las elecciones legislativas.

-¿Qué salidas le quedan al Gobierno para controlar esta situación tan compleja hasta las elecciones?

-Hasta ahora, la respuesta a las crecientes presiones cambiarias ha sido endurecer aún más el cepo. Estas medidas permiten comprar tiempo para llegar a las legislativas con una menor sangría de reservas, pero a un costo que puede ser elevado.

En resumen, se debe ver cuánto afectarán las nuevas restricciones a las importaciones al aparato productivo y la incertidumbre sobre el costo de reposición de bienes importados, o con un elevado componente internacional. Algo que puede generar mayor inflación en el corto plazo.

-A la hora de analizar la situación económica, ¿qué estima que puede ocurrir en los próximos meses?

-Tras las legislativas, nos espera un período de definiciones que será complejo de atravesar. Puede ser el inicio de la implementación de una política económica consistente que, con el arribo de las divisas de la cosecha gruesa y la firma de un acuerdo con el FMI, permita estabilizar la macroeconomía.

O bien, puede ser la continuidad de un camino de cornisa que, por agotamiento, nos expone de forma creciente a una crisis económica.-