• 9/12/2025
ALERTA

Vuelta al mercado de capitales: la jugada de Caputo que puede cambiar el destino del dólar en enero

Argentina vuelve al mercado de capitales con un bono 2029 en dólares y el mercado prueba si la jugada alcanza para aliviar reservas y calmar al dólar.
09/12/2025 - 10:43hs
dolar

El dólar oficial opera este martes 9 de diciembre a $1460, en la pizarra del Banco Nación. En el segmento mayorista, la divisa se negocia a $1451,5. En cuanto a los dólares financieros, el contado con liquidación se vende $1501 (+0,1%), y el MEP se ubica a $1474 (-0,1%). Por último, en el segmento informal, el blue se negocia, a $1435.

El Gobierno decidió volver a probar suerte en el mercado de capitales con una nueva emisión en dólares y puso al dólar en el centro del debate. El anuncio de un bono bullet con vencimiento en 2029, bajo ley argentina y con un cupón del 6,5% anual, llegó en un contexto de reservas netas muy debilitadas y de un calendario de vencimientos que se vuelve especialmente pesado en enero. La apuesta oficial es clara: conseguir financiamiento en moneda dura para atravesar el inicio del año con el menor uso posible de reservas del Banco Central.

El movimiento no se produce en el vacío. Viene después de una serie de colocaciones exitosas de empresas y gobiernos provinciales, que habían mostrado que, a ciertas tasas, el mercado todavía está dispuesto a prestar. Ahora es el Tesoro nacional el que sale a testear hasta dónde llega ese interés, con un instrumento que se presenta más atractivo que los bonos reestructurados en la gestión anterior, pero en un escenario global y local más desafiante.

La novedad también llega después del rally previo de los bonos soberanos, impulsado por anuncios de apoyo financiero internacional, cuyo efecto ya quedó atrás. Esta vez, la reacción de los títulos en moneda dura fue positiva pero moderada: una suba leve que marca aprobación al movimiento, aunque sin replicar la euforia de otros episodios recientes. El mercado parece valorar el ordenamiento financiero, pero mantiene cautela. Sobre esa tensión entre necesidad de financiamiento, fragilidad de reservas y sensibilidad cambiaria se construye la gran pregunta: ¿la vuelta al mercado alcanzará para descomprimir el frente financiero sin reavivar los temores a un nuevo salto del dólar?

El regreso al mercado y el desafío de atravesar enero sin vaciar reservas

Desde la sociedad de bolsa Adcap señalaron que el objetivo declarado de la emisión es cubrir solo una parte del fuerte vencimiento en dólares de enero. Según explicaron, el propio ministro de Economía anticipó que la colocación servirá para enfrentar ese compromiso parcialmente, mientras que el resto se cubrirá con líneas bancarias tipo repo y con otras fuentes aún no detalladas. La lectura del bróker es que la estrategia apunta a distribuir las cargas sin depender completamente de un único canal de financiamiento.

Por su parte, Federico Machado, economista del OPEN (Observatorio de Política para la Economía Nacional), puso el foco en la magnitud del compromiso de capital que se viene: alrededor de USD 2.700 millones. Para el economista, la prioridad del Tesoro es rolear la mayor parte posible de ese vencimiento, reduciendo así la salida de divisas en un momento de extrema tensión cambiaria. En su análisis, un resultado "satisfactorio" sería cubrir al menos la mitad del capital con el nuevo bono y destinar el resto al repo ya disponible.

El especialista subrayó desde su cuenta personal de la red social X (antes Twitter) que conseguir financiamiento en el mercado ya representa un avance, porque evita que el Banco Central tenga que destinar más reservas netas a ese pago. Recordó que las reservas netas se encuentran en terreno negativo, en torno a los USD –400 millones, y mucho más lejos si se las compara con las metas pactadas con el FMI. Cada dólar que entra por deuda es un dólar que no sale del BCRA.

Para Adcap, la combinación entre emisión y repo define el corazón de la estrategia de corto plazo. Sus analistas apuntaron que el desafío no es solo lograr la colocación, sino hacerlo a un costo razonable, que no termine encareciendo en exceso el perfil de deuda futura. El equilibrio entre cuánto cubre el mercado y cuánto se financia por otras vías será decisivo para pasar enero sin un nuevo pico de tensión financiera y cambiaria.

Cupón, precio y rendimiento: por qué el 6,5% no cuenta toda la historia

Una de las claves técnicas de la operación pasa por la tasa. Desde Adcap explicaron que el nuevo bono 2029 llega con un cupón anual del 6,5%, lo que lo vuelve más atractivo que los títulos reestructurados durante la gestión de Martín Guzmán. Ese diferencial lo convierte en una alternativa competitiva dentro de la curva en dólares bajo ley local, especialmente para inversores que habían quedado fuera del mercado primario.

Machado precisó que el cupón no refleja el rendimiento real final. Señaló que la licitación se define por precio y que los inversores pueden ofertar por debajo del valor nominal. Ejemplificó con el caso de una oferta a USD 950 por cada USD 1.000, lo que implica un rendimiento cercano al 9,5%, muy superior al cupón.

El economista detalló que la Secretaría de Finanzas fijará un precio de corte. Quienes oferten por encima de ese umbral entrarán en la adjudicación; quienes queden por debajo, se quedan afuera. Cuanto más bajo sea el precio de corte, mayor será el rendimiento para el inversor y mayor el costo para el Estado. Esa variable, dijo, marcará el equilibrio que el Gobierno está dispuesto a convalidar entre acceso al mercado y costo financiero.

En paralelo, los expertos de Adcap señalaron que la reacción de los bonos en moneda dura fue positiva pero acotada. El leve repunte tras el anuncio confirma que el mercado avala el regreso al financiamiento, aunque lejos del salto que se vio en septiembre y octubre tras anuncios de apoyo externo. En definitiva, la tasa final del bono y el apetito en la licitación serán claves para cualquier movimiento adicional en los precios y en las expectativas sobre el dólar.

Ley local, riesgo percibido y apetito inversor

Machado destacó un punto estructural de la operación: el Gobierno eligió emitir bajo legislación local, lo que implica un costo mayor respecto de hacerlo bajo ley internacional. Un bono comparable bajo ley argentina, como el AL29, rinde cerca del 10%, mientras que su par internacional se ubica cerca del 8,5%. Esa brecha refleja el mayor riesgo que los inversores asignan al marco jurídico local.

Al mismo tiempo, el economista remarcó que la ley local tiene una ventaja operativa esencial: permite avanzar sin pasar por el Congreso, lo que acelera los tiempos y facilita reaccionar antes del vencimiento de enero. Para él, ese aspecto burocrático pudo haber sido determinante para avanzar con esta estrategia.

Desde Adcap, en tanto, recordaron que las colocaciones recientes de empresas y provincias bajo ley local mostraron que, a determinadas tasas, el mercado está dispuesto a asumir riesgo argentino si la compensación es adecuada. Esa experiencia ayuda a entender por qué el Tesoro eligió este camino para testear nuevamente la profundidad del mercado.

Machado añadió que, si existe interés por un bono en dólares bajo ley local, es razonable suponer que el apetito podría ser aún mayor en futuras emisiones bajo ley internacional, que traen menor riesgo percibido. El desempeño de esta licitación funcionará como termómetro del apetito por riesgo argentino y, por arrastre, como indicador de las expectativas para el mediano plazo del dólar y del riesgo país.

Tamaño de la emisión, repo y el termómetro para el dólar que viene

Uno de los puntos donde Adcap puso énfasis es el tamaño final de la emisión. Desde la sociedad de bolsa señalaron que existe fuerte especulación sobre cuánto decidirá colocar el Gobierno y que, en su visión, es probable que prefiera una emisión amplia antes que una demasiado ajustada en términos de rendimiento. La razón: el repo podría no resultar tan económico, por lo que no conviene depender exclusivamente de esa vía.

Machado, por su lado, insistió en que un resultado "bueno" sería cubrir al menos la mitad del capital de enero con el nuevo bono, dejando el resto al repo. Si el mercado ofreciera más financiamiento a tasas razonables, mejor aún. Pero advirtió que todo depende del precio de corte y del rendimiento implícito que termine aceptando el Tesoro.

Los especialistas del bróker remarcaron que el tamaño de la emisión no solo define la presión sobre el repo, sino también la señal que se envía al mercado. Una licitación grande y demandada reforzaría la idea de que Argentina puede volver a financiarse en dólares. Una colocación pequeña o a tasas demasiado altas, en cambio, podría alimentar la sensación de fragilidad.

En ese marco, tanto Machado como Adcap coinciden en que la vuelta al mercado de capitales será uno de los grandes tests del verano financiero. De la tasa que se convalide, del tamaño de la colocación y de la demanda real dependerá buena parte del clima cambiario de las próximas semanas. El bono 2029 se convierte así en una brújula clave para anticipar el próximo movimiento del dólar.

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