El Banco Central de Europa no tocaría la tasa de referencia
El Banco Central Europeo (BCE) mantendría sin cambios su tasa de interés directriz el jueves, a la espera de una salida a la incertidumbre provocada por una escalada de los precios simultánea al temor a una desaceleración económica. Los 30 economistas interrogados por la agencia financiera Thomson Financial News (TFN) y la AFP apuestan por un status quo de la principal tasa de refinanciamiento, actualmente fijada en 4%, tras la reunión del jueves.
Esta tasa, aumentada en ocho oportunidades desde diciembre de 2005, determina el precio del crédito en la Eurozona. Tras la tormenta que sacudió a los mercados financieros en agosto, el BCE decidió esperar días mejores antes de proceder a su novena vuelta de tuerca monetaria. El alza anunciada en septiembre no tuvo lugar, pero sólo fue aplazada.
Las declaraciones del presidente de la institución, Jean Claude Trichet, que inició el 1 de noviembre la segunda mitad de su mandato de ocho años, serán escudriñadas hasta la última coma, en un momento de incertidumbre en la política monetaria de la Eurozona tras dos años de alzas de tasas casi rutinarias. "Con las crecientes señales de una economía de la Eurozona en fase de desaceleración, la reunión monetaria de noviembre podría ser la última oportunidad para el BCE de señalar su intención de aumentar sus tasas de interés por una novena y última vez", estimó Jonathan Loynes, economista de Capital Economics.
Los precios del petróleo baten récord tras récord y atizan las tensiones inflacionistas. Los productos alimenticios se ligaron al oro negro y la tasa de inflación subió a un 2,6% interanual en octubre en la Eurozona, bastante más de lo esperado por los economistas y de lo tolerado por el BCE. El BCE busca contener la inflación ligeramente por debajo de 2%. Los riesgos de fuertes aumentos salariales, y su efecto inflacionista, siguen tambén preocupando a los bancos centrales. Axel Weber, presidente del Bundesbank y uno de los gobernadores más influyentes del BCE, defiende en consecuencia un nuevo ajuste de las válvulas del crédito.
Pero las señales de una desaceleración de la economía se multiplican. El índice muy vigilado de los directores de compra (PMI) del sector manufacturero en la Eurozona cayó en octubre a su menor nivel desde agosto de 2005. La crisis del crédito ligada a la debacle de los préstamos hipotecarios de riesgo ("subprime loans") en Estados Unidos, así como la fortaleza del euro y el encarecimiento del petróleo, amenazan el crecimiento.
La fuerza de la moneda europea, que superó el umbral de 1,45 dólares por un euro la semana pasada tras el nuevo recorte de las tasas directrices de la Reserva Federal estadounidense (Fed), afecta la competitividad de los exportadores europeos. El BCE tambén admitió a inicios de octubre la amenaza de los efectos de la crisis "subprime" en la economía. Aurelio Maccario, analista de Unicredit, estimó que el BCE "tiene las manos atadas" por largo tiempo. La mayoría de los economistas del panel TFN/AFP espera un status quo hasta fines de 2008.
Diez apuestan a un alza de las tasas, pero en plazos muy variables, mientras cada vez son más los que pronostican una baja.Para David Page, analista de Investec, un alza de las tasas parece cada vez más hipotética y "cuanto más avancemos en 2008, más se desplazará el debate hacia si el BCE necesita flexibilizar su política, más que ajustarla".