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Aunque resistido, Basilea II ayuda a gestionar riesgos

El objetivo del acuerdo es crear un marco para adecuar la gestión de riesgo de las entidades financieras de acuerdo con el nuevo entorno competitivo
09/11/2007 - 14:01hs
Aunque resistido, Basilea II ayuda a gestionar riesgos


El acuerdo de Basilea surge de esta ciudad de Suiza, en dónde el G-10 elaboró un nuevo marco regulatorio que aunque no tiene fuerza legal y soberana para todos los paí­ses es mirado con entusiasmo por unos y escepticismo por otros tantos entes reguladores del planeta. Dentro de los primeros se agrupan aquellos que más énfasis ponen de manifiesto en el papel que le cabe al regulador (indudablemente importante porque es el encargado de velar por el mantenimiento de la confianza del público en las entidades financieras).

En tal sentido, el propio Acuerdo establece que el mismo surge a través de la labor llevada a cabo por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea "en aras de garantizar la convergencia internacional en el proceso de revisión de las normas de supervisoras para la suficiencia de capitalen bancos con actividad internacional, estableciendo el marco acordado para estimar la suficiencia de capital y los estándares mí­nimos que deben alcanzarse para ello".

De acuerdo a un informe elaborado por Deloitte y que lleva la firma del Lic. Claudio Fiorillo, que es Socio de Consultorí­a, el motiivo principal de acuerdo con el propio Comité es el de "establecer un marco que fortaleciera en mayor medida la solidez y estabilidad del sistema bancario internacional, manteniendo al mismo tiempo la necesaria consistencia para que la normativa de suficiencia del capital no fuera una fuente de desigualdad competitiva entre los bancos internacionales".

El autor del trabajo pregunta si se deben adoptar ó adaptar estas normas. Y la respuesta es que indudablemente. "Luego de haber recorrido varios paí­ses de la región podemos decir que la preocupación es latente y que algunos han avanzado un poco más que otros (como en todos los órdenes de la vida) pero que hay en general voluntad para trabajar en  la adopción primero y la adaptación después de este marco normativo y que esa tarea no es solamente del regulador si no más bien de un esfuerzo conjunto entre el regulador, los bancos y por qué no terceros independientes con profundos conocimientos en la materia que puedan exponer esa necesaria visión independiente entre la segura división de opiniones que esto generará entre los dos primeros."

Una correcta gestión del riesgo influye directa y positivamente en la creación de valor para el accionista, dado que permite la asignación eficiente del capital de la entidad entre sus distintas unidades de negocios optimizando las ganancias de acuerdo con el nivel de riesgo asumido para cada una de ellas.

Este nuevo marco internacional cuyas caracterí­sticas más salientes son la ampliación y liberalización de los mercados ha creado no solo un nuevo paradigma de negocios sino también un nuevo paradigma de riesgos que afecta a todo tipo de mercados y en especial al de la industria financiera. La exposición de las entidades a este nuevo escenario donde se plantean dimensiones tanto cuantitativas como cualitativas del riesgo económico y financiero propician la adopción de enfoques de administración de riesgos con la incorporación de mecanismos de control que antes no eran tan visibles.

En definitiva, se trata de observar como funcionan las mejores prácticas bancarias de los paí­ses más desarrollados en los cuales se ha pasado de una cultura de aversión al riesgo a otra basada en la gestión óptima del mismo que consiste, entre otras cosas, en la búsqueda del equilibrio entre rentabilidad y exposición al riesgo.

Por último, cuando hablamos de Basilea II no estamos hablando de una norma o un marco regulatorio imposible de implementar en paí­ses como los nuestros. Seguramente será necesario hacer algunas adaptaciones al marco general pero antes de hacer ese ejercicio creemos que es necesario un paso previo que es el de adoptar el marco regulatorio entendiendo por tal la validación conceptual de las normas como una necesidad para la adecuada administración y gestión de los riesgos en la "nueva economí­a". Una vez "adoptado" el modelo será entonces necesario "adaptarlo" a nuestra realidad. El tiempo dirá cuanta "ventaja" habrán sacado aquellos que hayan iniciado el camino primero.