Las family office ganan terreno y dejan atrás a la banca privada
De acuerdo con el informe de riqueza mundial (World Wealth Report, 2006) de Merrill Lynch/Cap Gemini, u$s33,3 billones están en manos de individuos y familias adineradas, y se prevé que esta cifra ascienda a u$s44,6 billones en 2010, lo que supone un crecimiento anual de un 6 por ciento.
En los Estados Unidos, los ricos -que entre 2004 y 2005 aumentaron en un 9,4%- controlan u$s10,2 billones. En el mismo período, el incremento de riqueza total controlada por individuos en Europa y Asia-Pacífico ha sido 4,9 y 8 por ciento, es decir, u$s9,4 billones y u$s7,6 billones, respectivamente.
El concepto de family office se acepta de forma generalizada como un método convincente de gestión de patrimonio familiar. El Family Office Exchange calcula que existen como mínimo 3.500 oficinas familiares sólo en los EEUU.
Se trata de oficinas que administran en forma íntegra los patrimonios, lo que incluye inversiones financieras, inmobiliarias y empresariales, la fiscalidad, la sucesión, la planificación global, entre otros conceptos.
Son pocos los estudios que se han realizado sobre las oficinas de unifamiliares (SFO Single Family Office). Algunos se centran en la importancia que tienen las oficinas familiares en la gestión de patrimonios familiares, mientras otros intentaron describir las tendencias, ofrecer sugerencias para establecer una oficina familiar, etc. Sin embargo, este tipo de trabajos no logra definir la complejidad del fenómeno y tampoco especifica clasificaciones o tipologías. Además, a pesar de que fue en Europa donde surgieron, el estudio de las oficinas familiares se ha centrado mucho en los EEUU.
El mercado de family office está muy atomizado y diversificado. Incluso los bancos privados más grandes del mundo controlan únicamente un pequeño sector del mercado.
Esa fragmentación, agravada por la laguna de información que existe debido a la confidencialidad y al secretismo de las familias adineradas, dio pie a un amplio abanico de prácticas entre family office y escasas pautas o estrategias colectivas.
El objetivo
El objetivo principal de estas oficinas es la conservación general del capital y su suministro a cada uno de los miembros de la familia. En consecuencia, tienen una orientación muy a largo plazo y se concentran en los retornos absolutos del mercado, lo que las sitúa "en una posición idónea para invertir en capital inversión y capital riesgo".
En los países europeos, las oficinas de gestión de patrimonios familiares destinan un promedio del 12% de sus activos a inversiones en capital riesgo, mientras que el caso de mayor compromiso se acerca al 50%, según un estudio elaborado por IMD Bussiness School de Lausana y la Asociación Europea de Capital Riesgo (EVCA).
El informe revela que las family offices se han convertido en parte integrante de la comunidad inversora del capital de inversión en Europa y que es probable que continúe la tendencia a destinar recursos a esta categoría de activos.
Se calcula que en Europa existen unas 500 family offices que invierten activamente, de las que cerca de 100 gestionan patrimonios por valor de más de u$s1.400 millones. Estas oficinas se han creado como vehículos para la transmisión de patrimonios dentro de las familias, entre las distintas generaciones, ya sean activos monetarios o participaciones en empresas.
Y el número de estas oficinas integrales en el Viejo continente va en aumento, ya que muchos propietarios de empresas que se retiran, al tener dificultades para hallar sucesores que dirijan sus negocios, optan por vender sus empresas, lo que genera recursos líquidos que las family offices pueden invertir, por lo que resulta probable que sigan el camino marcado por otras entidades similares e inviertan en capital inversión y el capital riesgo.
Las estrategias de inversión y la tolerancia al riesgo de estas oficinas dependen del origen de los fondos y del grado en que los recursos siguen o no ligados a los negocios de la familia. Además, cuanto más veterana es la oficina, más amplio tiende a ser el espectro de difusión de su patrimonio.
En varios países europeos, como también en los EEUU y en Chile, las family offices dejaron atrás a la banca privada y ahora son "la última moda".
Posiblemente no todos los interesados tienen el suficiente patrimonio para montarse una oficina, pero en muchos países ya se puede contratar una multifamily office, que administra la riqueza de varias familias, aun para patrimonios bastante reducidos.
Las family offices de verdad son las que gestionan el patrimonio de un único grupo familiar con elevado patrimonio. Lo que ocurre es que algunas de estas firmas alcanzan tal tamaño y, sobre todo tal calidad, que abren sus servicios a otros clientes: es el caso de Omega, que se ha registrado para vender en España sus fondos de hedge funds.
Según señala Javier Quintana, director de estudios del Instituto de la Empresa Familiar con asiento en Madrid, apenas un 5% del total de las empresas familiares de España utilizan la figura de la family office porque muchas de ellas tienen un patrimonio bajo. "Pero entre las más grandes, hay un uso cercano al 50%", explica.
En su opinión, la mayoría tiene un perfil muy financiero, pese a que la oficina de familia, en esencia, debe también dedicarse a cuestiones como la organización de las vacaciones y las fiestas familiares, además de cuidar de la cultura familiar.
Los patrimonios que no pueden permitirse tener a sueldo a todo un equipo de expertos acuden al asesoramiento de profesionales independientes. Family Office Solutions, GBS Finanzas, Achievers o Skipper Capital son algunas de las firmas que ofrecen, entre sus servicios, el family office.
Estas firmas tienen en común el contar con profesionales que vienen del mundo de las finanzas. Ninguno tiene producto propio -su gran ventaja frente al asesoramiento de la banca privada- y no cobran de los bancos o gestoras con las que trabajan. Todos los profesionales que trabajan en estos temas guardan un gran celo sobre los patrimonios a los que asesoran. Algunos suelen llamarlas familias y no clientes, aseguran desde las entidades.
La forma en que contactan con ellos es muy diversa, como por ejemplo leer en los medios quien vendió una empresa y buscar hacer un contacto. El 75% es contacto personal con los socios. En cuanto al tamaño del patrimonio, las respuestas varían.
La experiencia chilena
En Chile, hay al menos 50 family office que funcionan con distinto grado de profesionalización. En promedio tienen cuatro personas trabajando en ellos y dentro de los más reconocidos por el mercado en el área de inversiones está Megeve. Hay opiniones diferentes sobre el rol que cumplen los "family offices".
Para algunos, son sólo la forma más organizada de solucionar problemas domésticos de los miembros de la familia. Para otros, las oficinas familiares son el corazón de la familia y el lugar donde se decide cómo invertir los fondos que no están relacionadas con el negocio o industria principal del grupo.
Además, con la globalización de los mercados es en estas oficinas donde se ha multiplicado el patrimonio de muchos grupos. Cuando aumenta la riqueza de un país, tanto en el monto como en el número de personas, se hacen más necesarios estos entes organizadores.
En el caso de Chile, consideran que aún están atrás en relación a Europa y los EEUU. Según estudios del Boston Consulting Group (BCG), en el mundo el mercado de administración de altos patrimonios ha estado creciendo a tasas del 8-10% en los últimos 3-4 años. En el período, el crecimiento en Latinoamérica ha estado por encima de la media mundial.
La experiencia en nuestro país
Una de las formas más comunes de crear un family office -o su versión más light, el multifamily office- es la que surge a partir de que uno o varios profesionales de banca privada de alguna entidad financiera importante se establezcan por su cuenta y se lleven consigo a dos o tres grupos familiares clientes.
Esta situación, que de alguna manera comenzó a desarrollarse velozmente luego de la crisis del 2001, hace que sea muy difícil enmarcar la dimensión total del mercado en nuestro país, ya que por un lado, las family offices operan en forma exclusiva o prácticamente exclusiva para quienes los contratan, lo hacen con total discreción y no suelen tomar status legales de sociedades comerciales. En la misma línea, las multifamily office también se mueven en un marco de rigurosa confidencialidad.
En todo familiy office puro suele haber más de una persona: un experto en cuestiones fiscales, ya sea contratado o de un estudio de primera línea. Un gestor de inversiones, ya sean bursátiles o de corporate, o ambos; un contador con el perfil de ex auditor externo; y un responsable global, que será la persona de máxima confianza y que o bien proviene de la propia familia o es un profesional de reconocido prestigio.
El tema más importante es la distinción que debe hacerse entre un asesor financiero y este tipo de servicios, porque hace falta un equipo suficientemente amplio y multidisciplinario para ofrecer un asesoramiento integral. Y ese equipo no está al alcance de todo el mundo.
Rubén Ramallo
rramallo@infobae.com
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