La poca confiabilidad del IPC se paga con mayores tasas reales
Los rendimientos reales de los bonos gubernamentales indexados por inflación continúan siguiendo el rumbo de las calificaciones crediticias soberanas (en moneda local), a pesar de la preocupación ante la manipulación de datos de inflación en algunos países, afirma Standard & Poor's en un informe publicado ayer.
El informe, llamado "Los bonos indexados por inflación y el riesgo crediticio soberano", comenta sobre los resultados del análisis de regresión sobre los rendimientos de bonos denominados en moneda local e indexados por inflación emitidos por 22 gobiernos soberanos calificados por Standard & Poor's.
"Sobre una muestra de gobiernos, el 52% de las variaciones en rendimientos está explicado por las diferencias en calificaciones crediticias. Las calificaciones más elevadas corresponden a rendimientos más bajos", dijo David Beers, director ejecutivo y jefe global de Calificaciones de finanzas soberanas e internacionales de Standard & Poor's.
Esta relación es similar, a su vez, a la existente entre las calificaciones crediticias soberanas en moneda extranjera y los spreads de bonos soberanos nominales denominados en dólares".
Sin embargo, el informe reveló diversas excepciones. Los bonos indexados por inflación emitidos por Italia, Grecia, Perú y Japón tienen rendimientos reales relativamente bajos una vez ajustados según sus calificaciones, mientras que los de Turquía, Islandia y Nueva Zelanda tienen rendimientos reales relativamente elevados.
Las raíces de estas excepciones están, por ejemplo, en la capacidad de Italia y Grecia de emitir bonos en euros; la tendencia de los inversores japoneses a operar básicamente con títulos de su mercado local; y la falta de liquidez, la posición de política monetaria y la relativa falta de inversión extranjera en los mercados de bonos indexados por inflación de Turquía, Islandia y Nueva Zelanda.
El informe también sugiere la existencia de otro elemento técnico problemático relativo a la credibilidad del índice utilizado para indexar el bono y los incentivos para que las agencias estatales manipulen los índices de referencia. Por ejemplo, los bonos argentinos indexados por inflación son polémicos porque varios actores del mercado creen que el IPC oficial argentino declara una tasa de inflación menor a la real.
Como resultado, la tasa de interés real de los bonos argentinos indexados por inflación refleja la divergencia entre inflación medida e inflación real, como así también el riesgo crediticio del gobierno.
"Si la manipulación oficial de los índices utilizados para ajustar los pagos de interés nominal y principal de bonos indexados por inflación se extendiese, haría inevitablemente que los títulos fuesen menos atractivos para los inversores", remarcó Beers. "Incluso cuando disminuyan las percepciones de manipulación, el daño a la credibilidad del gobierno puede ser duradero".
Esto se hace evidente en Argentina, donde los rendimientos reales de los bonos indexados por inflación que operan en el mercado secundario han subido como consecuencia de las preocupaciones del mercado por la confiabilidad del IPC.
Existen otras razones que explican las diferencias entre rendimientos de bonos indexados por inflación y las calificaciones crediticias en moneda local. Por ejemplo, si la inflación es más volátil en algunos países que en otros, el título comprado a través de la adquisición de bonos indexados por inflación vale más, lo cual lleva a diferencias de precio y rendimientos.
De cara al futuro, Standard & Poor's espera que la relación entre rendimientos de bonos indexados por inflación y las calificaciones crediticias de Standard & Poor's se fortalezca, a medida que los instrumentos se conviertan en una clase de activo global distintivo con inversión trasnacional más amplia y con niveles de liquidez más elevados.
"La emisión de los bonos indexados por inflación es también importante desde una perspectiva de calidad crediticia porque, en los lugares donde existe demanda para un título de este tipo, el gobierno logra tener un instrumento de deuda efectivo adicional y el banco central obtiene indicios de precios útiles para elaborar sus expectativas inflacionarias", concluyó Beers.