Los mercados apuntan a un dólar todavía más débil
Desde julio de este año que la crisis de las hipotecas no da tregua. Si inicialmente se estimaba que sólo afectaría al sector inmobiliario de los EEUU, todo se desbarrancó cuando se empezó a tomar conciencia del inmenso entretejido que se había generado a partir de esos instrumentos de crédito. Poco a poco comenzaron a aparecer entidades bancarias o de crédito que declaraban pérdidas por tener en cartera títulos ligados a ese mercado. No hubo fronteras, desde los propios EEUU hasta China, la mayoría de los países inmersos en la globalización sintieron el efecto de la crisis. Al extenderse en el tiempo, los bancos centrales comenzaron a avizorar que se agigantaban sus efectos y que el temor sobre el sector del crédito podría afectar el crecimiento de un buen número de países. Ahora, ya de cara al 2008, comienzan a aparecer pronósticos que implícitamente reconocen que el ciclo de crecimiento con bajas tasas de interés y abundante liquidez puede llegar a su fin.Precisamente, en una proyección nueva y más completa, la Reserva Federal de los EEUU espera un crecimiento moderado para el próximo año y presagia numerosos riesgos que pueden resultar en un desempeño incluso peor.Diversos son los factores que incidirán en este debilitamiento de la economía. En tal sentido, la Fed anticipa que los precios de los alimentos y la energía seguirán ejerciendo una presión alcista sobre la inflación, aunque cree que la inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos y la energía, está y seguirá estando bajo control.Los pronósticos elaborados por el Comité Federal de Mercados Abiertos, organismo que decide la dirección de las tasas de interés, dejan al desnudo el conflicto dentro de la Fed, que debe decidirse entre recortar las tasas de interés para proteger el crecimiento o mantenerlas sin cambios para erradicar las presiones inflacionarias.Los detalles que complementan los pronósticos insinúan que la entidad aún está abierta a la necesidad de realizar nuevas reducciones de tasas en los meses venideros.
Sin embargo, según informa The Wall Street Journal, las minutas de la reunión llevada a cabo entre el 30 y el 31 de octubre y en la que se hizo un recorte de un cuarto de punto en la tasa de referencia de corto plazo, que pasó de 4,75% a 4,5%, envía otro mensaje. La reunión de fines de octubre concluyó con una declaración según la cual los riesgos de un menor crecimiento de la economía o un alza de la inflación estaban equilibrados. Con esta declaración, la propia Fed ha sugerido que no estaría en sus planes, al menos en las actuales circunstancias, una nueva reducción de las tasas de interés.Y es a partir de estas sugerencias que se reabre la disputa entre la Reserva Federal y los mercados financieros, pues parecen estar fuertemente enfrentados sobre hacia dónde se dirigen la economía y las tasas de interés. En tal sentido, los nuevos pronósticos que entregó la Fed no ayudarían a reducir la brecha.Los funcionarios de la Fed indicaron que esperan que la economía recupere su fortaleza en algún momento del próximo año, y estiman que el actual escenario de las tasas de interés está bien posicionado para ayudar a hacerlo.Pero muchos analistas y jugadores del mercado financiero consideran que la persistente caída del sector inmobiliario, un menor nivel del gasto y la continuidad de la turbulencia en los mercados financieros pesarán más en la economía y que hasta podrían impulsar una recesión.A efectos de una caída económica generalizada, desde mediados de septiembre, la Fed redujo la tasa de referencia en tres cuartos de punto porcentual, por lo que las tasas ahora se ubican en 4,5 por ciento.Y ahora los mercados de futuros asignan un 100 por ciento de posibilidades de otra reducción de un cuarto de punto porcentual para el próximo encuentro de la Fed del 11 de diciembre.El profesor de la Universidad de Harvard Martin Feldstein, quien pronosticó en agosto que la Fed tendría que flexibilizar las tasas en un punto porcentual, dijo el que el banco central tendría que reducirlas en al menos otro cuarto de punto porcentual en diciembre y más el próximo año con el objetivo de evitar una recesión."La Fed tiene que llevar la tasa federal a algún número comenzando con 3, no 4," dijo Feldstein en el Consejo de Relaciones Internacionales, según consigna la agencia Reuters, agregando que los riesgos de una recesión sobre la economía son mayores ahora de lo que parecían en agosto. En forma paralela, Goldman Sachs espera que la tasa federal alcance un nivel de 4 por ciento para finales del primer trimestre del año próximo. En comentarios inusualmente directos realizados recientemente, el gobernador de la Fed Randall Kroszner dijo que no están garantizados más recortes en las tasas, aún cuando el crecimiento parece listo parta debilitarse en el corto plazo.
Claramente que esta reducción de la tasa de interés implicaría una pérdida del atractivo en realizar colocaciones en los mercados estadounidenses y con ello, la caída adicional del billete estadounidense. Esta situación tiene como correlato un flujo de fondos adicionales para el resto del mundo globalizado, que se refleja en un incremento de la brecha entre las monedas duras y esa divisa.
Pero la contrapartida a ese incemento de fondos en los diferentes sistemas financieros y de capitales pasa por la necesidad de una mayor esterilización de fondos por parte de los bancos centrales, a fin de evitar un aumento de las tasas de inflación, que poco a poco se están convirtiendo nuevamente en uno de los mayores enemigos de las economías centrales y emergentes. Las proyecciones Las flamantes proyecciones podrían alimentar las hipotésis de nuevas reducciones de tasas, puesto que refuerzan la impresión de que, a pesar de que oficialmente ha adoptado una postura neutral, en realidad la Fed está más preocupada por el crecimiento que por la inflación. En tal sentido, los economistas de la Fed detectaron un "riesgo substancial" al crecimiento económico, además de amenazas inflacionarias provenientes del alza de los costos laborales, un declive "significativo" del dólar, los mayores costos de la energía y algunos indicios de un aumento de las expectativas de inflación en el mercado de renta fija.
En su última minuta, la mayoría de los miembros del Comité de Mercados Abiertos proyecta un crecimiento de entre 1,8% y 2,5% para el año 2008, lo cual implica un descenso frente a la proyección de entre 2,5% y 2,75% realizada en junio. (Ver informe completo: La FED proyecta un menor crecimiento en 2008)Estas previsiones son más pesimistas que las del sector privado. La proyección promedio de los economistas encuestados por The Wall Street Journal es de un 2,4%. La Fed estima que la economía estadounidense retomará una senda ascendente en 2009, con una expansión de entre 2,3% y 2,7%.Además, los miembros del Comité de Mercados Abiertos de la Fed anticipan que la inflación general, medida por el índice de precios de consumo y gasto personal, oscile entre 1,8% y 2,1%, lo que reflejaría la persistente presión alcista proveniente del incremento en los costos de la energía y los alimentos. En tanto que la inflación subyacente esperada, se ubicaría entre 1,7% y 1,9%. Este es un dato de gran importancia para tratar de leer el futuro, puesto que la inflación subyacente ahora llega al 1,8%, por lo que la Fed no se siente muy presión para reducir la inflación.En cuanto a la inflación para el 2010, la Fed la estima entre 1,6% y 1,9%, siendo ésta la meta de inflación establecida. Pero las cuestiones más oscuras para el futuro pasan por los mercados financieros y de crédito, ya que en la discusión que acompaña la divulgación de las nuevas proyecciones, la Fed menciona algunos riesgos como la posibilidad de que los "mercados vuelvan a entrar en una racha negativa o que la mayor dificultad para conseguir crédito restrinja de forma importante e inesperada el gasto de las personas y las empresas".La entidad también advirtió acerca de "reacciones adversas en las cuales la debilidad económica podría conducir a nuevos ajustes en las condiciones crediticias" y una "contracción más severa en el sector inmobiliario y un declive substancial en los precios de las viviendas". El único riesgo que podría ser positivo es la evidencia de que períodos anteriores de inestabilidad financiera no tuvieron un gran impacto sobre el crecimiento. En cambio, la Fed mencionó pocos riesgos positivos a sus proyecciones sobre la inflación. Los "recientes aumentos en los precios de la energía y los commodities, y el traspaso de la depreciación del dólar a los precios de las importaciones elevarían la inflación" además de las expectativas de inflación en el público.© infobaeprofesional.com