El euro buscó quebrar la barrera de 1,50, pero luego declinó
El euro tocó hoy un nuevo record, al cotizarse a 1,4967 dólares en los intercambios del premercado europeo, pero luego se replegó a menos de 1,49, contra 1,4829 dólares de la cotización del Banco Central Europeo (BCE) de ayer. A la corrección contribuyó el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, que insistió que "fluctuaciones brutales" de los cambios no son del agrado del instituto de Frankfurt. El billete verde se manifestó débil no sólo con el euro sino también con el yen japonés. Por primera vez el dólar se cotizó por debajo de 108 yenes, al mínimo que data del 10 de junio de 2005, 107,69. Las "fluctuaciones brutales" en el mercado de cambios no son del agrado del BCE, dijo Trichet, según el cual los mercados deberían reconocer que la economía japonesa va mejor.
Durante la madrugada en efecto el euro alcanzó un nuevo record a poca distancia de la barrera psicológica de 1,50 dólares. Sobre el dólar siguen pensando aún las expectativas, que se vuelven crecientes, de un nuevo recorte de las tasas de parte de la Reserva Federal (Fed). Según Merrill Lynch y Citigroup, el banco central norteamericano tendrá que rebajar aún las tasas de interés en un punto porcentual para ayudar a la economía estadounidense a recuperarse de la crisis de las préstamos hipotecarios a riesgo ("subrprime").
La Unión Europea manifestó su preocupación por el el valor alto del euro y por el enésimo record de la moneda única. "Es claro -explicó Amelia Torres, vocera del comisario de la UE para los asuntos económicos y monetarios, Joaquín Almunia-, que la rápida alza del euro es un tema que preocupa a la Comisión". Está en curso un fenómeno de "contagio" de la crisis de los créditos "subprime" en Estados Unidos a otros sectores económicos, y la actual volatilidad de los mercados no debería sorprender, insistió Trichet, que recordó que el BCE había pedido a los mercados prepararse para una corrección.
El presidente del BCE, interviniendo en un congreso sobre el sistema bancario en Frankfurt, centró su análisis en la transparencia como receta contra la propagación de crisis como la del crédito a riesgo. "Las crecientes pérdidas 'subprime' -explicó- parecen haber desencadenado una amplia pérdida de confianza en la corrección de las evaluaciones en la base y más en general, en la evaluación de los productos del crédito estructurado".
La ampliación de esta crisis de confianza en el mercado interbancario, donde son intercambiados liquidez y deuda a breve, se explica "con la opacidad y la falta de transparencia que son la receta para el propagarse de la inestabilidad y para un contagio generalizado", comentó el banquero. En el objetivo de Trichet, en particular, está la escasa transparencia en lo que respecta a la "exposición de las instituciones financieras a instrumentos complejos e instrumentos fuera del balance".
Trichet relevó luego que las turbulencias recientes pusieron al desnudo algunos problemas en la gestión de la liquidez de parte de los bancos, si bien en el conjunto el sistema europeo, o sea los bancos centrales y el Instituto de Frankfurt, estuvieron en condiciones de gestionar las dificultades del mercado. En tanto, el índice PMI Flash, calculado por el Royal Bank of Scotland (RBS) para los países de la UE, que mide del estado de salud de la economía sobre la base de las evaluaciones de los directores de compras, bajó en noviembre a 53,8, al mínimo en los últimos 27 meses, de 54,7 de octubre.
Jacques Cailloux, jefe economista para Eurolandia de RBS, dijo que la economía de los doce "está pasando a un momento de crecimiento bajo tendencia por primera vez desde mediados del 2005. Si esta tendencia prosiguiese en los próximos meses, desmentiría el escenario tomado como base por el BCE, es decir que el crecimiento real de la eurozona permanecerá en línea con la potencial".