En Argentina, actualmente hay más de 250.000 niños menores de 14 años que padecen la enfermedad de Chagas. A su vez, cada año nacen 1.300 bebés con la patología, pero solo se detecta y trata el 30%, a pesar de que la ley nacional exige que el diagnóstico es gratuito.

En este marco, se realizó un encuentro bajo la premisa “Por una Argentina sin Chagas”, organizado por la Fundación Mundo Sano y la Universidad de Buenos Aires.

Ambas instituciones invitaron a referentes de diversas entidades, tanto públicas como privadas, para que compartieran experiencias acerca de que la enfermedad de Chagas puede y debe tratarse. El encuentro, denominado “Chagas en Acción”, se llevó a cabo el lunes 27 de agosto en el aula magna de la Facultad de Odontología de la UBA.

Silvia Gold, presidente de la Fundación Mundo Sano, y Gabriel Capitelli, director de Relaciones Institucionales de la UBA, en representación del Rector, abrieron el evento. Destacaron el compromiso conjunto de ambas instituciones para tratar de buscar soluciones y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por Chagas, una enfermedad que en el país alcanza a más de 1,6 millones de personas.

Por su parte, Silvia Gold, subrayó el compromiso de la Fundación Mundo Sano, que desde hace 25 años trabaja en la implementación de programas de prevención, diagnóstico y tratamiento del Chagas en distintos puntos del país. A su vez, instó al resto de las instituciones y al Estado a trabajar de manera conjunta para que la enfermedad deje de ser un problema solo de médicos especializados. “Hoy, en nuestro país hay más de 250.000 niños menores de 14 años con Chagas, y cada año nacen 1.300 bebés con la enfermedad. Falta mucho por hacer porque el Chagas es un problema de salud pública que nos involucra a todos como sociedad”, destacó Gold.

A continuación, la directora de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública de la Nación, Patricia Angeleri, aportó información contundente respecto de una de las provincias del país. Destacó que Corrientes fue declarada libre de Chagas y agregó que a nivel nacional el Ministerio tiene como objetivo complementar los esfuerzos de las provincias en lo que respecta a la problemática del Chagas e interrumpir la transmisión vectorial en toda la Argentina. “No es un objetivo imposible que en poco tiempo nuestro país certifique la interrupción de la transmisión vectorial, porque hubo una gran evolución del control y monitoreo de viviendas”.

Por su parte, Mariana Fernández, de la Fundación ADESAR y Favio Crudo, del equipo médico de Mundo Sano, mostraron el trabajo en terreno que ambas fundaciones realizan, tanto en zonas endémicas como no endémicas. La meta de ambas es disminuir la transmisión materno-infantil y las complicaciones cardiovasculares de pacientes crónicos.

En primer lugar, Crudo se refirió al programa de Mundo Sano en Añatuya, Santiago del Estero, como “caso modelo” de trabajo conjunto con autoridades sanitarias locales. “Primero logramos eliminar las vinchucas y desde hace dos años trabajamos para asegurar acceso a diagnóstico y tratamiento tanto en consultorios propios como en hospitales públicos”, destacó. Desde hace cuatro meses, ambas Fundaciones también se encuentran implementando el “Programa Triple Frontera del Chaco Salteño” para detectar y tratar, además del Chagas, otras enfermedades como VIH, Hepatitis B y Sífilis. “En dos operativos llevamos realizadas más de 500 análisis a embarazadas, de las cuales el 9,44% tiene Chagas”, destacaron los especialistas.

Por último, el Dr. Raúl Chadi, médico cardiólogo del Hospital Pirovano y referente de la Red de Chagas del GCBA, indicó que “en nuestro país hay más de 300.000 personas afectadas por cardiopatías chagásticas, lo que demuestra que la enfermedad es un problema social, educativo y también laboral, porque esas personas muchas veces son rechazadas por patologías positivas”.¿Qué es la enfermedad de Chagas?La enfermedad de Chagas -también llamada tripanosomiasis americana- es una patología potencialmente mortal causada por el parásito Trypanosoma cruzi. De acuerdo a los datos de la Organización Mundial del la Salud (OMS), se calcula que en el mundo hay entre 6 y 7 millones de personas infectadas que padecen la enfermedad. En general, se encuentra en zonas endémicas de América Latina, donde se transmite a las personas principalmente por las heces u orina de insectos conocidos como vinchucas o chinches.