El consumo excesivo de alcohol es uno de los principales problemas de salud que presenta la sociedad actual a nivel mundial, sobre todo entre las personas más jóvenes. Cada año, provoca alrededor de 3 millones de muertes, tanto en forma directa como por efecto de los daños provocados en forma secundaria. Esto significa que 1 de cada 20 defunciones se producen como consecuencia del consumo nocivo de esta sustancia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió acerca de este problema en un informe emitido recientemente. Dado que el alcohol se encuentra entre las sustancias que se consumen con mayor frecuencia y aceptación, es importante tener en cuenta la dimensión que ha alcanzado el problema y poder comenzar a revertirlo.

Por otro lado, se debe considerar que las muertes que se producen como consecuencia del consumo de alcohol no son todas iguales, a pesar de haber sido desencadenadas por el mismo factor. De todas las muertes atribuibles al alcohol, el 28% se debe a lesiones, como las causadas por accidentes de tránsito, por autolesiones como el suicidio, o por violencia interpersonal.

Además, el 21% de las defunciones vinculadas al alcohol se producen por trastornos digestivos, mientras que el 19%, por enfermedades cardiovasculares.

Las regiones de Europa y América son las que tienen una tasa de consumo por cabeza más altas del mundo. En ambas regiones, al igual que en la del Pacífico Occidental, más de la mitad de la población consume alcohol -aproximadamente 60% en Europa y 54% en las otras dos regiones-.

Como consecuencia de ello, Europa y América son también las regiones del mundo donde se diagnostican más trastornos por abuso del consumo de alcohol, especialmente en los países de mayores ingresos. La tasa en Europa es alrededor del 14,8% para los hombres y 3,5% para las mujeres en, y 11,5% y 5% respectivamente en América.

En este sentido, la OMS advierte que la mayoría de los países americanos no tiene definida una política nacional sobre el alcohol y sobre el control en el consumo.

Respecto de la población más joven, las encuestas escolares muestran que en muchos países el consumo de alcohol comienza antes de los 15 años, con diferencias muy pequeñas entre niños y niñas.

Más de una cuarta parte de los jóvenes de 15 a 19 años de todo el mundo -el 27%- bebe alcohol. Al igual que fue mencionado anteriormente, las mayores tasas de consumo corresponden a Europa (44%) seguido de Américas y Pacífico Occidental, ambos con 38%.

Según la OMS, las tendencias actuales apuntan a un aumento en el consumo global per cápita para los próximos 10 años, a pesar de que en los últimos 20 años el porcentaje de bebedores decayó levemente en algunas regiones del mundo.

Por último, es importante mencionar que el país con tasa más alta de consumo de alcohol en América es Uruguay. El informe indica que en ese país se consumen 10,8 litros por persona. A continuación se encuentran Argentina y Estados Unidos, ambos con 9,8 litros, y en cuarto lugar Chile, con 9,3.

Por el contrario, los países que toman menos alcohol son Guatemala -2,4 litros-, El Salvador -3,7- y Honduras, con cuatro litros.