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¿Qué es la parálisis de Bell y por qué aparece esporádicamente?

En la mayoría de los casos es un trastorno que afecta a la persona de manera temporal y mejora con el paso de algunas semanas
08/10/2018 - 17:25hs
¿Qué es la parálisis de Bell y por qué aparece esporádicamente?

La parálisis de Bell es un trastorno que aparece en forma repentina y temporal en muchas personas y por diversas causas. Provoca, en principio, debilidad en los músculos faciales, lo cual a su vez causa que la mitad de la cara se vea caída. Así, la persona que padece esta afección no puede mover la mitad de su boca ni abrir y cerrar el ojo normalmente.

Aunque no están totalmente claros los motivos por los cuales sucede la parálisis de Bell, se suele relacionar con la exposición a una infección viral. Algunos de los virus que se asocian a este tipo de parálisis son las aftas y herpes genitales -herpes simple-, la varicela y culebrilla -herpes zóster-, la mononucleosis infecciosa -Epstein-Barr- y las infecciones por citomegalovirus. Asimismo, las enfermedades respiratorias -adenovirus-, la rubeola, las paperas, la gripe -influenza tipo B- y las patologías de manos, pies y boca producidas por el coxsackievirus, se suelen asociar a la aparición de esta patología.

El nervio que controla los músculos faciales atraviesa un conducto angosto de hueso hasta llegar a la cara. Cuando la persona padece una parálisis de Bell, ese nervio se inflama, tal como se mencionó anteriormente, por exposición a una infección viral. Además de los músculos faciales, el nervio afecta el lagrimeo, la salivación, el sentido del gusto y un pequeño hueso que se encuentra en el medio del oído.

Es importante aclarar que la parálisis de Bell, que también se conoce como parálisis facial, puede suceder a cualquier edad. Sin embargo, hay poblaciones que se pueden considerar de riesgo, ya que tienen características que las predisponen a la aparición de este trastorno. La parálisis de Bell es más frecuente en mujeres embarazadas, especialmente durante el tercer trimestre, o en la primera semana después del parto. A su vez, suele aparecer en quienes tienen una infección en las vías respiratorias, como gripe o resfrío, al igual que en pacientes diabéticos.

En la mayoría de los casos, la parálisis de Bell es temporal. Por lo general, los síntomas comienzan a mejorar en el plazo de algunas semanas y se alcanza la recuperación completa en unos seis meses.

Además de la parálisis facial en sí misma, los signos y síntomas de esta afección pueden ser diversos. Es común que algunas personas sientan dolor alrededor de la mandíbula o dentro o detrás de la oreja del lado afectado, un aumento de la sensibilidad al sonido del lado paralizado, dolor de cabeza y disminución en la capacidad de sentir gustos.

Por lo general, los casos de parálisis de Bell son leves y desaparecen sin dejar consecuencias. Sin embargo, hay casos más graves que pueden complicarse y provocar consecuencias severas en el paciente. El daño irreversible del nervio facial, el nuevo crecimiento anormal de las fibras nerviosas que ocasiona la contracción involuntaria de ciertos músculos cuando se intenta mover otros -sincinesia-, por ejemplo, cuando sonrías, es posible que se te cierre el ojo del lado afectado, y la ceguera parcial o total del ojo que no se cierra a causa de la sequedad excesiva y el raspado de la capa protectora transparente que cubre el ojo -córnea-.

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