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Diez conductas que se pueden realizar para prevenir los principales tipos de cáncer

Según el Instituto Catalán de Oncología, alrededor del 40% de los casos se pueden evitar, por lo que el comportamiento personal cobra un papel central
22/11/2018 - 19:28hs
Diez conductas que se pueden realizar para prevenir los principales tipos de cáncer

El cáncer es la principal causa de muerte en todo el mundo; en 2015 se le atribuyeron a esta enfermedad 8,8 millones de defunciones. Los cinco tipos de cáncer que causan un mayor número de fallecimientos son el pulmonar -1,69 millones de defunciones-, el hepático -788 000 defunciones-, el colorrectal -774 000 defunciones-, el gástrico -754 000 defunciones- y el mamario -571 000 defunciones-.

La causa del cáncer, en general, es la transformación de las células normales en células tumorales a través de un proceso de varias etapas, que suele ir desde la progresión de una lesión precancerosa a un tumor maligno. La alteración se produce como consecuencia de la interacción entre los factores genéticos del paciente y tres categorías de agentes externos: los carcinógenos físicos -radiación, por ejemplo-, los carcinógenos químicos -exposición a amianto o arsénico, humo de tabaco- y carcinógenos biológicos -virus, bacterias o parásitos-.

Al igual que sucede con otras patologías, en todos los tipos de cáncer la prevención juega un papel fundamental. De acuerdo al Instituto Catalán de Oncología, más del 40% de los casos de cáncer se pueden prevenir, tanto a través de chequeos periódicos como de acciones en el día a día.

Por eso, desde la entidad mencionada se difundieron una serie de consejos para contribuir a la prevención de la patología oncológica en el día a día; todos ellos están basados en el Código Europeo para la prevención del cáncer.

Si bien algunos pueden parecer básicos u obvios, la realidad es que es a través de ese tipo de acciones donde se encuentran los principales problemas que luego derivan en la aparición de patologías como el cáncer.

Alimentación sana y variada

El consumo alto de frutas y verduras ha probado tener un impacto positivo en el cuerpo. De acuerdo a las estadísticas del Instituto Catalán de Oncología, quienes llevan este tipo de alimentación tienen índices de mortalidad de hasta al menos 30% más bajos que quienes no consumen frutas y verduras.La reducción del consumo de carne, sobre todo vacuna y procesada, el aumento de la ingesta de alimentos naturales -además de frutas y verduras, también incluir legumbres, por ejemplo-, y el reemplazo de los productos de granos enteros en lugar de los refinados, son algunas de las claves.

Vida activa

La práctica diaria de ejercicio físico es una de las principales formas de mantenerse saludable, tanto en la prevención del cáncer como de otras patologías. 30 minutos diarios de actividad, sea cual sea, es suficiente para que cumpla su objetivo.

Caminar media hora a paso rápido, bajar algunas paradas antes de llegar al hogar -cuando la persona se mueve en transporte público- y moverse en bicicleta, son algunas de las formas de incluir el ejercicio en la vida cotidiana.

Más allá de ellas, cualquiera sea el deporte elegido impactará positivamente en la salud de la persona, siempre y cuando se realice con las precauciones y cuidados necesarios.

Las vacunas

Este punto es uno de los más importantes, aunque se encuentre dentro de los más predecibles. Estar al día con la aplicación de las vacunas, tanto las propias como las de los más chicos de la familia, es fundamental para evitar el desarrollo o contagio de algunas patologías.

 

Si bien las vacunas no están diseñadas para prevenir el cáncer, sí evitan que el paciente contraiga enfermedades que pueden derivar en un cáncer, como la hepatitis B o en virus de papiloma humano.

Chequeos de salud

Los controles en general y, particularmente, los análisis de detección precoz del cáncer son esenciales para conocer la existencia de la patología lo antes posible. De este modo, se podrá comenzar el tratamiento de manera rápida y, en muchos casos, llevar al paciente a la curación.

Lactancia

En muchos casos, las mujeres que recientemente tuvieron a sus hijos no pueden elegir pasar por el período de lactancia; es frecuente que aparezcan diversos problemas que no le permitan dar de mamar a su bebé.

Sin embargo, a todas aquellas mujeres que pueden hacerlo se recomienda que lo hagan, ya que es una de las formas de reducir las probabilidades de padecer cáncer de mama.

No fumes

Actualmente ya ninguna persona puede dudar de que fumar trae únicamente problemas para la salud. Además de estar relacionado a mayor riesgo de patología cardíaca e hipertensión, también es una de las principales causas de desarrollo de cáncer pulmonar.

Ponerle un freno al alcohol

El consumo alto de bebidas alcohólicas incrementa el riesgo de varios tipos de cáncer, sobre todo de esófago e hígado, pero también puede influir en la aparición del de mama y de colon. De acuerdo a los especialistas, es importante moderar la ingesta de este tipo de bebidas; en mujeres se recomienda beber no más de una copa al día, mientras que en hombres este número se eleva a dos.

 

Evitar el exceso de peso

El sobrepeso y, en mayor medida, la obesidad están relacionadas con algunos tipos de cáncer. Si bien se trata de un área que todavía se está estudiando, según el Instituto Nacional del Cáncer el exceso de grasa corporal se suele asociar a un mayor riesgo de desarrollar cáncer de esófago, cáncer gástrico, cáncer hepático y renal, entre los principales tipos.

Protegerse del sol

Exponerse al sol de manera responsable es una de las principales formas de evitar que aparezca el cáncer de piel. Sobre todo en los primeros años de vida, es fundamental protegerse de los rayos UV, dado que es la etapa en la que la piel se ve más afectada y las lesiones resultar más peligrosas.

Los protectores solares y la exposición fuera de las horas de mayor riesgo -entre las 11 y las 16 hs- son las principales formas de cuidarse. Si bien es fundamental en los niños, en los adultos también es clave mantenerse protegidos.

Evitar las sustancias nocivas

Hay algunas personas que por diversos motivos están expuestas a sustancias perjudiciales para su salud, por lo general por el sitio donde viven o por el tipo de trabajo que realizan.

Quienes estén cerca de zonas mineras o trabajen con amianto -u otras sustancias tóxicas- deben estar más alerta acerca de la prevención del cáncer, ya que son más propensos a desarrollar esta enfermedad.

Además, deben solicitar a su empleador la provisión de todos los elementos de protección que sean necesarios para minimizar los riesgos.

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