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Claves para entender las diferencias entre la psicosis y la neurosis

En muchos casos, dentro de la jerga popular, ambas palabras se utilizan como sinónimos, a pesar de que son distintos en su manifestación y sintomatología
18/01/2019 - 16:16hs
Claves para entender las diferencias entre la psicosis y la neurosis

Cada vez más, las ficciones que se encuentran en la televisión o se pueden ver por internet están relacionadas con algún tipo de trastorno psiquiátrico o psicológico. El thriller de terror o suspenso en el que uno de los personajes tiene alucinaciones o delirios, o incluso tiene algún problema para controlar sus emociones, suele ser uno de los más vistos.El principal problema, en muchos casos, es que este tipo de programación tiende a confundir a las personas respecto las características de cada patología y de sus presentación. ¿Por qué? En general, esto sucede porque la información no es del todo precisa o porque los televidentes no tienen el bagaje necesario para llegar a comprender al fenómeno en su totalidad. De este modo, se suelen confundir las terminologías. Es por eso que resulta importante conocer las particulares de dos enfermedades puntuales que suelen aparecer en todo tipo de historias narradas audiovisualmente: la psicosis y la neurosis.

Psicosis es un término que se utiliza para denominar al conjunto de alteraciones mentales que aparecen en quien padece una alteración en la percepción de la realidad. Así, la persona pierde contacto con la misma, lo cual provoca dificultades severas en el funcionamiento de la percepción, el pensamiento y la conducta.Sintomatología

Los síntomas más frecuentes y predominantes son las alucinaciones o percepciones de estímulos que no existen en la realidad y los delirios. Las alucinaciones pueden afectar a cualquiera de los sentidos, mientras que los delirios pueden rondar o no alrededor de las alucinaciones mencionadas.

También suele aparecer una alteración en la capacidad de coordinar y organizar los pensamientos, palabras y acciones, que a su vez desemboca en la pérdida de la capacidad de realizar asociaciones lógicas. Las dificultades para concentrarse y la presencia de alteraciones en el estado del ánimo son habituales. Por su parte, la agitación y el pánico, o la inmovilidad total, por el contrario, también pueden ser síntomas frecuentes.

Es muy importante tener en cuenta que en la mayoría de psicosis y experiencias de tipo psicótico el paciente no es consciente de su alteración. Estas alteraciones suelen ir ligadas al padecimiento de un trastorno mental, como la esquizofrenia, por ejemplo. Sin embargo, también pueden surgir a partir del padecimiento de una lesión cerebral, una patología orgánica un tumor o infección, o al consumo de sustancias -sean drogas o medicamentos-. CausasIncluso hasta hoy, las causas de las psicosis todavía son en gran medida desconocidas, al tiempo que varían entre sí de acuerdo a la patología de base o a las condiciones particulares del paciente.

Sin embargo, es importante aclarar que al día de hoy la justificación más aceptada, de origen cognitivo-conductual, es la que se conoce como de diátesis-estrés. Esta corriente considera que los trastornos psicóticos son producto de la interacción de factores vitales estresantes y vulnerabilidad biológica generada por herencia genética y/o problemas derivados del funcionamiento cerebral -como una mala migración neuronal o la presencia de alteraciones fisiológicas-.

Por su parte, existe otra patología muy mencionada popularmente que se conoce como neurosis. Se trata de una tendencia psicológica a mantener ciertas dificultades para el control y la gestión emocional.

Hay algunas señales y varios síntomas con los que es posible identificar a una persona con propensión a la neurosis. Se trata de pacientes que son especialmente vulnerables ante los cambios en el medio ambiente, padecen más estrés y son menos capaces de enfrentarse a él.

Es común que sientan mayor temor ante situaciones que otras personas toleran y manejan más fácilmente. Suelen percibir la realidad de forma más negativa de lo que realmente es, al tiempo que se desesperan con facilidad ante pequeñas frustraciones. Síntomatología

Los síntomas y señales más comunes entre las personas neuróticas son la sensación permanente de tristeza, la apatía o falta de interés por realizar actividades placenteras y los problemas constantes en sus relaciones personales debido a su falta de tolerancia hacia los demás. A su vez, suelen presentar alta sensibilidad o susceptibilidad, se muestran irritables, agresivos, frustrados y, en su conjunto, emocionalmente inestables.

Si bien la neurosis es un trastorno psicológico que afecta severamente a quienes lo padecen, es una condición relativamente manejable, dado que no hay presencia de cuadros graves que se suelen asociar con la psicosis, como por ejemplo los delirios y las alucinaciones.

En la neurosis, el individuo permanece en contacto con la realidad, es decir, no hay despersonalización. Los pacientes que puntúan alto en la escala de neuroticismo son emocionalmente inestables y son menos capaces de gestionar su malestar y su estrés respecto a aquellas personas que puntúan bajo en neuroticismo.

Las personas que no tienen neurosis suelen mostrarse relajadas, son más capaces de lidiar con altas cuotas de estrés y presentan una mejor disposición a enfrentarse a los desafíos del día a día.Causas

Al igual que sucede con la psicosis, se desconoce la causa exacta este tipo de trastorno. Las teorías sobre lo que sucede en el cerebro para que se produzcan los síntomas son diversas y todavía no hay alguna que haya dado en el lugar justo.No obstante, cabe aclarar que las partes del cerebro que controlan el funcionamiento de los músculos y los sentidos pueden ser un factor, aunque no exista ninguna enfermedad o anomalía.

Los síntomas de los trastornos neurológicos funcionales pueden manifestarse de manera repentina luego de un episodio estresante, o con traumatismos físicos o traumas emocionales. Otros desencadenantes pueden ser cambios o alteraciones en el modo en que funciona el cerebro a nivel estructural, celular o metabólico. Sin embargo, no siempre puede identificarse el desencadenante de los síntomas.