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Tranquilizantes como caramelos: consecuencias de tomarlos constantemente

Muchas veces las personas toman este tipo de fármacos de manera descontrolada, ante situaciones de nervios o estrés, y no consideran los efectos adversos
18/02/2019 - 15:41hs
Tranquilizantes como caramelos: consecuencias de tomarlos constantemente

La vida "moderna", los tiempos cada vez más acelerados, la cantidad creciente de actividades en el día a día y la necesidad de cumplir con todo son escenarios estresantes. En sí mismos suelen ser motivo de ansiedad por momentos, pero cuando se combinan con problemas adicionales pueden resultar explosivos.

En general, las personas pueden controlar la ansiedad, el estrés o los nervios que este tipo de situaciones les producen. Días de descanso, un rato libre, alguna lectura o película o una simple charla con amigos o con un terapeuta pueden ayudar a resolver la situación problemática.

Sin embargo, no para todas las personas es así. Hay quienes tienen severas dificultades para poder controlar la ansiedad, que se presenta de manera patológica y puede incluso provocar problemas en su día a día. Para ellos existe un grupo de fármacos que contribuye a lograr el objetivo de bajar los niveles de ansiedad, aunque no es un tratamiento que dura para siempre.Los ansiolíticos son un tipo de droga que se utiliza, tal como su nombre lo indica, para tranquilizar a quien los toma, por eso se los conoce popularmente como tranquilizantes. El efecto que producen en la persona sucede como consecuencia de que actúan directamente sobre el cerebro y provocan que el paso de información entre las neuronas sea más lento.

Este tipo de drogas, que pertenecen a un grupo que se conoce como benzodiacepinas, actúan a través del aumento de la acción de un neurotransmisor llamado GABA, que es el que "indica" a las neuronas que actúen con menor velocidad.

Los especialistas suelen recetar la toma de este tipo de medicamentos para pacientes que son incapaces de controlar la ansiedad, el estrés y los nervios. Esta situación produce severas consecuencias, ya que se trata de personas que requieren ayuda para mantenerse calmadas y necesitan de un factor externo. Si bien es la persona quien decide cuándo tomar las pastillas, es importante mencionar que siempre debe hacerse cuando sea estrictamente necesario. Pero no es lo que pasa en muchos casos de personas que toman este tipo de medicación. Hay quienes toman el hábito de ingerir ansiolíticos de manera descontrolada, lo cual puede provocar consecuencias en la salud, sobre todo cuando se mantiene en el tiempo. ¿Cuáles son los efectos adversos que los ansiolíticos pueden provocar?

En primer lugar, es importante tener en cuenta que la dependencia es el principal problema que puede aparecer en quienes abusan de las benzodiacepinas, ya que a partir de él surgen todos los demás.

Una vez que la persona ya es dependiente surge otra situación problemática, que es la dificultad para dejar de tomar los medicamentos. Cuando el caso se agrava, el cuerpo responde como con otras adicciones, por lo que se suele desencadenar un síndrome de abstinencia, con síntomas como cefaleas o aumento de la ansiedad y los nervios.

Altamente ligado con los aspectos anteriores, cabe mencionar la tolerancia que crean. Con el tiempo el efecto que producen en el cerebro y, en consecuencia, en todo el cuerpo, es mucho menor con la misma dosis. En general, esto sucede cuando se toman durante más del tiempo indicado o necesario para esa persona. Así, es frecuente que la persona note que el efecto ha disminuido y comience a aumentar la dosis sin consultar al especialista, lo cual retroalimenta el círculo vicioso.

Además, la toma de este tipo de fármacos sostenida en el tiempo puede provocar una serie de síntomas que incluso pueden persistir si no se deja la medicación a tiempo. Un estado de somnolencia, aún habiendo descansado lo suficiente, dificultades para concentrarse, disminución de los reflejos, mareos y debilidad muscular son algunos de los efectos negativos que pueden aparecer en el paciente. En este sentido, es importante hablar en profundidad con el médico tratante y leer el prospecto de la droga, ya que puede tener efectos secundarios que la persona desconoce o que interfieren con otros fármacos que toma.

Por todos los motivos mencionados es fundamental que el consumo de este tipo de drogas se haga bajo la supervisión de un especialista, que haya indicado y siga el tratamiento del paciente en el tiempo. Las visitas periódicas, en este sentido, son importantes para que el profesional pueda saber cómo evoluciona el paciente y pueda saber cómo continúa su tratamiento.