El asma es una de las principales enfermedades no transmisibles. Se trata de una patología crónica que provoca inflamación y, en consecuencia, estrechamiento de las vías que conducen el aire a los pulmones. Según las cifras difundidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a alrededor de 235 millones de personas en el mundo, mientras que cada año mueren 383.000 personas a causa del asma. La mayoría de los fallecimientos se dan en países de ingresos bajos y medianos bajos.

Es importante tener en cuenta que el asma bronquial es una enfermedad crónica, lo cual implica que no tiene cura, pero sí tratamiento. "Ese tratamiento tiene el objetivo de controlar los síntomas para minimizar el impacto en la calidad de vida del paciente, así como evitar las crisis o ataques", explica la Dra. Adriana Rodríguez Mieres, miembro del staff de Medicus. Si bien la mayoría de los pacientes suelen requerir tratamiento crónico puede haber períodos en los que los requerimientos de tratamiento farmacológico sean mínimos o nulos, en función de las características particulares de la persona. En general, "el adecuado abordaje y tratamiento mantiene al asma bronquial como una enfermedad benigna y no progresiva que permite al paciente una vida normal e incluso un rendimiento normal durante la actividad deportiva", aclara la experta.

La mayoría de las personas suele asociar esta patología a edades tempranas, es decir que se piensa como una enfermedad exclusiva de los niños. No obstante, es necesario mencionar que hay factores que pueden actuar como desencadenantes de este trastorno en la vida adulta -infecciones respiratorias, exposición inhalatoria crónica a agentes alergénicos, obesidad, embarazo, estrés emocional-.

Además, es necesario mencionar que es posible que el asma bronquial aparezca en una persona adulta si la ha padecido de chico. En general, "el individuo asmático suele tener factores predisponentes, como cierto grado de hipersensibilidad respiratoria de carácter estacional o postinfecciosa, alergias cutáneas, alimentarias o a fármacos, sinusitis crónica, entre otros", señala la Dra. Rodríguez Mieres. Al mismo tiempo, la especialista de Medicus indica que estas condiciones predisponentes con frecuencia van progresando durante años hasta dar paso al diagnóstico del trastorno asmático.¿Qué consejos se les pueden dar a los pacientes para su vida diaria, más allá de ir al médico y seguir el tratamiento farmacológico indicado?

Uno de los pilares del tratamiento es brindar a los pacientes información y educación acerca de la enfermedad, de modo que conozcan en profundidad la patología que padecen y puedan saber qué es mejor para sí mismos. De esta forma, "se apunta a que puedan evitar los factores de riesgo modificables, como obesidad, exposición a partículas alergénicas, entre otras, y reconocer precozmente los síntomas, lo cual implicaría la pérdida de control de la enfermedad", agrega la profesional de la salud.

Hacer deporte es una de las principales acciones que un paciente asmático puede realizar para poder llevar una buena calidad de vida. Si bien el ejercicio no mejora la capacidad respiratoria, sí disminuye las exacerbaciones, mejora la tolerancia a los síntomas, evita el sedentarismo y la obesidad, entre otros beneficios para la salud. Es importante destacar que "los ejercicios de entrenamiento aeróbico son los más recomendables, pero a la hora de prescribirlos hay que tener en cuenta los deseos y la aptitud del paciente", menciona la especialista de Medicus. MEDICUS TE INVITA: Seminario sobre asma bronquial, a cargo de la Dra. Adriana Rodríguez Mieres. Jueves 9 de mayo, 18 hs. Centro Medicus, Azcuénaga 910 6° piso, CABA.