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Latinoamérica desigual: una cifra impactante en la esperanza de vida entre clases sociales

Una investigación publicada en The Lancet asegura que las personas inmersas en la pobreza viven hasta 18 años menos que aquellas con alto poder adquisitivo
11/12/2019 - 14:11hs
Latinoamérica desigual: una cifra impactante en la esperanza de vida entre clases sociales

La desigualdad es una situación que afecta a muchas personas alrededor del mundo. Presente en todos los países del mundo, hay algunos en los que pisa más fuerte que en otros y donde la brecha es más amplia. Tal es el caso de la mayoría de los países de Latinoamérica, según los resultados de una investigación publicada recientemente en la revista científica The Lancet. El estudio muestra por primera vez las cifras de la desigualdad social en seis grandes ciudades de la región que entre todas superan los 50 millones de habitantes.

El caso más extremo es Santiago de Chile, donde las diferencias de esperanza de vida son de dieciocho años en mujeres y nueve, en hombres. Cabe recordar que Chile es uno de los países con mayores diferencias en relación a las clases sociales y al poder adquisitivo de sus habitantes. La expectativa de vida general en hombres allí es de 76 años, pero las clases sociales más vulnerables tienen una esperanza de poco más de 72 años, que contrasta con los 81 de los sectores más elevados. Las mujeres, por su parte, tienen un promedio de 82 años, que varía de 78 en las clases más bajas y 95, en las más altas.

Panamá se ubica segunda en el ránking de desigualdad, puesto que la esperanza de vida difiere en quince años para ambos sexos. En dicha ciudad la esperanza de vida general en hombres es de 76,8, mientras que en mujeres es de 86 años. Sin embargo, las poblaciones masculinas más vulnerables tienen una expectativa de 71 años, versus una de casi 86 en las clases sociales más altas. En mujeres, esa brecha va de 80 a 95 años.

Por su parte, la ciudad de México es la primera que muestra una mayor diferencia en la esperanza de vida los hombres que en la de las mujeres. La primera es de once años y la segunda, de nueve. La población masculina en la ciudad de México vive un promedio de casi 70 años, pero la brecha es amplia: va de 66 años a 77. Las mujeres tienen una esperanza de vida de 75 años, pero la diferencia entre clases sociales es de 71 años versus 81. Buenos Aires ocupa el mismo puesto que Belo Horizonte, donde las diferencias son de cuatro años en hombres y de seis, en mujeres. Los hombres de la capital argentina tienen un promedio de vida de 72,5 años, y la brecha va de 70 a 75 años. Las mujeres, en cambio, tienen una expectativa de poco más de 80 años, pero en los sectores más bajos viven en promedio 77 años y los más altos, alrededor de 82.

En Belo Horizonte, por otro lado, el promedio de vida en hombres es de 71 años, pero la brecha entre los sectores más bajos y los más altos es de 68,7 años a 72. Las mujeres de la ciudad tienen una expectativa de 81 años, que varía en casi seis puntos entre sector y sector -76 años versus 83-.

La última ciudad que se analizó fue San José de Costa Rica, donde los hombres tienen cuatro años menos de esperanza de vida si pertenecen a los sectores más bajos de la sociedad y las mujeres, tres. Los habitantes masculinos de la ciudad tienen una esperanza de vida que supera los 76 años; la variación entre los grupos más vulnerables y los más altos va de 74 años a 78. Las población femenina, por su parte, suele vivir alrededor de 83 años, un número que apenas varía entre los grupos más pobres -81 años- y los más acomodados -84 años-.

Pero la desigualdad no es solo una cuestión económica. Es importante tener en cuenta que los investigadores también analizaron el nivel educativo en las poblaciones de dichas ciudades, un dato que les ha servido de indicador de los recursos de cada segmento de la población. En el caso de Santiago de Chile -la ciudad con mayores diferencias en el estudio general- la discrepancia en esperanza de vida entre las áreas con mayores y menores niveles de estudios llegó a ser hasta ocho años para hombres y doce años en el caso de las mujeres.

Esta investigación constituye un hito fundamental en el estudio de la desigualdad en la región, así como de sus orígenes y de las políticas públicas de cada país o ciudad orientadas a disminuirla. Así lo asegura Usama Bilal, autor principal del estudio e investigador de la Universidad de Drexel, quien además tiene dos millones de dólares de los Institutos Nacionales de Salud de EE UU (NIH) para estudiar la salud de los habitantes de las más de 700 ciudades con más de 100.000 habitantes de EE UU y diez países latinoamericanos, según informó el diario El país de España.