iProfesionaliProfesional

Afantasía: ¿por qué no todos son capaces de contar ovejas en la cama?

Hay personas que pueden describir un objeto y recordar cómo es, pero no son capaces de visualizarlo en su mente sin verlo en persona
06/01/2021 - 18:40hs
Afantasía: ¿por qué no todos son capaces de contar ovejas en la cama?

Cuando conocemos un objeto, o nos hablan de un lugar, tendemos a recordar cómo es este al proyectar una imagen mental del mismo. Parece algo común y corriente, pero esta es una habilidad que no poseen quienes padecen de afantasía.

Ante la imposibilidad de dormir de los niños, los padres suelen decirles que cuenten ovejas para al cabo de un rato quedarse dormidos. "No vi ninguna oveja saltando vallas, no había nada que contar", recuerda Niel Kenmuir. Él fue uno de los primeros voceros que contó lo que es vivir con esta condición. Allá por el 2015, explicó en diálogo con la BBC que desde muy joven ya reconocía que esta era una consigna muy difícil de realizar para él.

Las personas con afantasía suelen sustituir imágenes visuales por palabras
Las personas con afantasía suelen sustituir imágenes visuales por palabras

Esta condición no interviene con la creatividad ni la imaginación de todos aquellos quienes lo sufren, ya que son pocos los que declaran tener problemas con su memoria visual. Es por esto que desconocen la existencia de su problema hasta que llegan a la edad adulta.

Estudios recientes señalan que algunas personas con esta condición igualmente pueden tener sueños visuales, en los que pueden describir y reconocer las características de rostros y lugares. Esto insinúa que su imaginación verbal y memoria espacial no están para nada afectadas.

El experimento

En otra investigación para analizar el tema, realizó un experimento con 103 voluntarios de los que parte padecían afantasía. El ensayo constaba de mostrar fotos de tres salas y pedirle a los analizados que las dibujen en papel: primero mientras miran la foto, y luego de memoria.

"Es importante destacar que no observamos diferencias significativas entre los participantes de control y con afantasía a la hora de copiar directamente una imagen, lo que indica que estas distinciones son propias de la memoria y no están empujadas por diferencias en el esfuerzo, la capacidad de dibujar o el proceso perceptivo", escriben los autores.

Todos los voluntarios lograron exitosamente completar la copia de las fotos mientras la veían, pero a la hora de recordarlo de memoria, las personas con afantasía tuvieron más dificultades a la hora de dibujar una habitación. Como resultado, 61 participantes con afantasía recordaron menos detalles visuales y sus dibujos contenían menos colores y más palabras. Una persona, por ejemplo, escribió "ventana" en lugar de representar los detalles de la propia ventana.

Las personas con afantasía carecen de imágenes visuales, pero disponen de una memoria espacial intacta
Las personas con afantasia carecen de imágenes visuales, pero disponen de una memoria espacial intacta

A su vez, todos tuvieron la misma precisión espacial, ya que los 51 participantes con este problema también lograron colocar objetos en sus lugares correctos, con su tamaño correspondiente, y presentaron menos errores de memoria.

"Una posible explicación podría ser que debido a que las personas con afantasía tienen problemas con esta tarea, se basan en otras estrategias como la codificación verbal del espacio", explicó la psicóloga de la Universidad de Chicago -Wilma Bainbridge- y agregó que sus tácticas compensatorias podrían ayudarlos a evitar falsos recuerdos.

A su vez, los individuos con recuerdos visuales más típicos podrían estar fusionando imágenes mentales de otras salas que conocen.

Cómo funciona la mente de las personas con afantasía

Los resultados del estudio sugirieron que las personas con afantasía carecen de imágenes visuales, pero disponen de una memoria espacial intacta. Los investigadores opinaron que las personas con afantasía congénita podrían experimentar algo similar a los ciegos, quienes, aunque pueden describir una habitación, no son capaces de verla como tal.

Este fenómeno fue identificado por primera vez en el siglo XIX, pero no fue hasta 2015 que se definió propiamente. En la actualidad se han publicado pocos estudios, los cuales en su mayoría se basan en los autoinformes. Por eso es necesario llevar a cabo más investigaciones para averiguar qué está sucediendo a nivel neurológico, concluyen los científicos.