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Amazon, Google y Facebook en la mira: cómo es el plan de Francia para gravar a los gigantes tecnológicos que enoja a Trump

Francia se convertirá en el primer país en Europa en introducir un impuesto a los gigantes tecnológicos como Google, Facebook y Amazon
11/07/2019 - 21:03hs
Amazon, Google y Facebook en la mira: cómo es el plan de Francia para gravar a los gigantes tecnológicos que enoja a Trump

Francia se convertirá en el primer país en Europa en introducir un impuesto a los gigantes tecnológicos como Google, Facebook y Amazon, una medida que enojó a Estados Unidos.

Francia sostiene que, en la actualidad, estas empresas, muchas estadounidenses, explotan un vacío en la legislación tributaria global.

Los gigantes de la tecnología pueden abrir sus oficinas centrales en países de bajos impuestos, donde declaran la mayoría de sus ganancias, reduciendo así sus saldos fiscales.

Pero el presidente Donald Trump declaró que el propuesto impuesto es injusto contra las empresas estadounidenses y ordenó una investigación que podría resultar en una represalia con la imposición de sus propias tarifas a productos franceses, señala la BBC.

Puntualmente, el gobierno francés aprobó un impuesto de 3% sobre los ingresos locales de las grandes empresas tecnológicas. Se trata de gravar el total de las ventas en Francia, en lugar de las ganancias.

En efecto, establece que cualquier compañía con ingresos de más de u$s845 millones tendrían que responder a obligaciones fiscales.

La medida va dirigida a empresas tecnológicas que ponen a otras compañías en contacto con los usuarios (como Amazon), a la publicidad digital y a la venta de datos con fines publicitarios.

El nuevo impuesto francés se aplicaría retrospectivamente a partir de comienzos de 2019 y se espera que genere unos US$450 millones este año.

Las empresas tecnológicas globales son acusadas de encontrar maneras para evadir impuestos. Se dice que lo hacen pagando la mayoría de sus obligaciones en los países de la Unión Europea donde tienen sus centros de operaciones, en lugar de donde hacen sus ventas.

Frecuentemente, tienen sus oficinas en países como Irlanda o Luxemburgo, donde gozan de tasas impositivas muy bajas.

Eso significa que estas firmas terminan pagando muy pocos impuestos en países como Francia o Reino Unido, a pesar de que tienen muchos consumidores allí.

El nuevo impuesto no fue bien recibido en Estados Unidos.

"El presidente Trump ordenó que investiguemos los efectos de esta legislación para determinar si es discriminatoria o inaceptable y agobia o restringe el comercio de Estados Unidos", dijo en un comunicado el representante comercial Robert Lighthizer.

La investigación estadounidense allanaría el camino para aranceles punitivos, como los que Trump ha impuesto en varias ocasiones desde que asumió el poder.

La Comisión Europea estima que, en promedio, las empresas tradicionales enfrentan obligaciones impositivas de 23% sobre sus ganancias dentro de la UE, mientras que las empresas de internet típicamente pagan entre 8% y 9%.

Francia lleva tiempo argumentando que los impuestos deberían ser gravados según la presencia digital, no sólo la física, y decidió anunciar su propia imposición fiscal el año pasado cuando las negociaciones de la UE al respecto se estancaron.

Una tasa gravable de la UE requeriría consenso entre todos los miembros, pero Irlanda, República Checa, Suecia y Finlandia se opusieron.

El ministro de Finanzas británico, Philip Hammond, y la secretaria del Tesoro, Liz Truss, incluyeron en su presupuesto de 2018 el impuesto digital de Reino Unido.

Otras naciones, como Reino Unido, España y Austria, también están considerando medidas similares, pero Francia es la que está más adelantada.

Sin embargo, un tema en el que todos están de acuerdo es que, ante nuestra moderna economía digital ya es tiempo de repensar cómo es que estas compañías son gravadas.

En Reino Unido, estas empresas tendrán que pagar un impuesto de 2% sobre sus ingresos, a partir de 2020. Se aplicará a las compañías con entradas globales de más u$s637 millones y se espera recaudar unos u$s500 millones al año.