Los ingresos no tributarios le permitieron al Gobierno cerrar la primera mitad del año con superávit primario, según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), debido a que el gasto público no financiero se contrajo 0,9 puntos porcentuales (p.p.) con respecto al PBI en ese período y el nivel de ingresos se mantuvo constante.

El informe remarcó que el gasto público primario registró un retroceso interanual de 13,2% en términos reales en los primeros seis meses del año y 0,9 p.p. con respecto al PBI, por lo que, con un nivel de ingresos constante con respecto al producto, el Tesoro alcanzó un superavit de $ 30.221 millones en los primeros seis meses del año.

No obstante, el IARAF enfocó la explicación de tal progreso en las variables de junio, donde los ingresos totales del Gobierno crecieron un 69,4% con respecto a su par del año 2018. Esto se tradujo en un aumento en términos reales de 8,7% y en convertirse el primer mes de 2019 en el que los recursos del Tesoro crecen por encima de la inflación.

Según el estudio, el crecimiento real que experimentó el conjunto de los ingresos nacionales se explica exclusivamente por el avance de los ingresos no tributarios, que en junio registraron un salto interanual de 222,2% en términos reales.

En junio los ingresos de capital aportaron $64.572 millones. Por la venta y concesión de centrales térmicas ingresaron a las arcas del Estado $44.506 millones mientras que por las transferencias del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) para financiar el programa de Reparación Histórica ingresaron $19.647 millones.

"Los $19.647 millones de junio se agregan a lo acumulado de enero a mayo (en esos cinco meses se llevaba $ 50.353 millones). El programa completo contemplaba transferencias por unos $80.000 millones en todo 2019, con lo cual se estima que en lo que resta del año las transferencias por este concepto acumularían los restantes $10.000 millones", señaló el IARAF.

Al evaluar el resultado primario que hubiese resultado en el primer semestre del año sin los ingresos extraordinarios que resultaron de la venta y concesión de propiedades del Estado, surgiría un saldo negativo equivalente a 0,07% del PIB. De este modo, la mejora con respecto al resultado primario del año 2019 habría sido de 0,6 p.p. del PIB.

De no haber sido por las transferencias del FGS, el resultado primario (descontando los ingresos extraordinarios previamente) habría derivado en un déficit equivalente a 0,4% del PIB; lo que implicaría que la mejora con respecto al resultado del primer semestre del año 2018 habría sido de 0,3 p.p. del PIB.

"Las transferencias del FGS al Tesoro estaban previamente consideradas para el año 2019, lo que implica que no pueden ser consideradas como 'ingresos extraordinarios', lo que sí aplicaría para el caso de la venta de activos del Estado Nacional", aclaró el Iaraf.

De cara al segundo semestre del año, el informe ponderó que el Tesoro no contará con el mismo margen de maniobra para mejorar el resultado primario debido a que los únicos ingresos no tributarios provendrán, según el programa fiscal, de transferencias del FGS, que se espera que alcancen los $10.000 millones.