El tiempo pasa y algunos usos y costumbres van quedando viejos. Las nuevas tecnologías se ocupan de que ese proceso se acelere, dejando ganadores y perdedores. Irrumpen nuevos negocios mientras que otros que quedan reducidos a una mínima expresión.

Los ejemplos abundan y se extienden a todos los sectores. En el automotor, por ejemplo, ya casi nadie publica un aviso clasificado en un diario para vender su auto. Esta modalidad ha ido quedando tan en desuso como la de colocar una botella en el techo para atraer compradores. En este marco de cambios constantes, la venta de usados hoy tiene como principal y casi único escenario a Internet.

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