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Facundo Martínez: "La renta en dólares de los títulos públicos argentinos es tan alta que asusta a los inversores"

Entrevistado por iProfesional, el economista de Macroview, consultora de Melconian y Santangelo, y ex director del Banco Nación, habló sobre inversiones
26/06/2019 - 06:00hs
Facundo Martínez: "La renta en dólares de los títulos públicos argentinos es tan alta que asusta a los inversores"

El país se encuentra en un momento donde está frenada la demanda de títulos públicos argentinos nominados en dólares por la enorme incertidumbre política y económica que existe. Esto se ve reflejado en el alto índice registrado del riesgo país, que se ubica en torno a los 800 puntos.

Y es en contextos como esos que se dan oportunidades de grandes ganancias financieras pero también se asumen grandes riesgos. Los expertos de los mercados reciben tienen en esos momentos picos de consultas sobre qué postura adoptar en un contexto incierto. Uno de ellos es Facundo Martínez, economista desde hace casi 20 años en Macroview -consultora que dirigen Carlos Melconian y Rodolfo Santangelo-, y también ex director del Banco Nación entre fines de 2015 y principios de 2017.

En charla con iProfesional, indica que en Argentina el típico inversor que se observa en el armado de carteras es el que busca una liquidez diaria, y no aquél que busca pensar en el mediano o largo plazo."El Gobierno tiene una pesada herencia en términos de credibilidad", sentencia. El siguiente es un resumen de la entrevista:

-Con un riesgo país tan elevado y datos políticos volátiles, ¿cómo es el ambiente para hacer inversiones en Argentina?

-Hoy Argentina está en uno se esos momentos especiales, donde el inversor rentista que está dispuesto a asumir un riesgo se enfrenta a rendimientos tan altos, en especial en los títulos públicos en dólares, que lo terminan asustando. Son demasiados elevados porque llegan hasta el 15% anual en moneda estadounidense, y muestran que algo está pasando en el país al señalar que existe un riesgo mayor al que está dispuesto a asumir. También están los otros inversores, los hiperarriesgados que buscan la oportunidad de encontrar activos muy baratos y ven que todavía los precios son altos.

Entonces hoy estamos en un momento en Argentina con una oferta de rendimientos de corto, mediano y largo plazo, tanto en ley nacional como extranjera en dólares, que no es atractiva ni para el rentista ni para el que busca oportunidades. Por eso existe poca demanda para los activos nacionales en moneda estadounidense, porque no hay un perfil de inversor para estos papeles. En consecuencia, tenemos un mercado ilíquido y de pocas operaciones.

-Entonces, ¿quién puede estar interesado en invertir hoy en Argentina?

-Veo muy pocos interesados en títulos públicos en dólares. Después hay otro tipo de inversiones que son los títulos en pesos, que básicamente sirven como resguardo contra la inflación, porque tienen tasa positiva, pero poseen el riesgo cambiario.

Igualmente, con las últimas disposiciones del Banco Central, es esperable que el dólar siga tranquilo en el corto plazo. Así, una Lecap rinde 55% anual en pesos, por encima del incremento esperado de precios de la economía. Pero esta Letra es para períodos muy cortos, por eso en Argentina el típico inversor hoy es el que busca liquidez diaria e inmediata, no pretende armar un portafolio de mediano o largo plazo. Es decir, las carteras se dividen actualmente en dos: las destinadas a la inversión (de trading) y las que buscan money market (dinero).

-¿Por qué el riesgo país es tan elevado?

-Tuvo un recorrido en los últimos meses que fue desde los 350 puntos básicos hasta pasar los mil. El rango que tocó entre 450 a 700 puntos se debió a los fundamentals fiscales de la Argentina, dudas sobre la sostenibilidad de la deuda pública de mediano y largo plazo. Pero desde los 700 en adelante ya significa que empieza a entrar de a poco en juego el "virus" de la elección.

-En base a dicho escenario, ¿qué piensa que va a ocurrir en los próximos meses con este indicador?

-Creo que el riesgo país ha encontrado el nivel, ya subió bastante. Por osmosis no sigue trepando, tiene que haber un nuevo fundamento para que lo haga. Es decir, puede empeorar, por ejemplo, por algún dato fiscal argentino (algo que por el momento no veo). Incluso, el programa financiero del año que viene ya es conocido por los inversores de bonos y hay pocos elementos que puedan sorprender y afectar a los precios. Aunque en el corto plazo van a afectar en las operaciones las encuestas de las elecciones.

Así, si la fórmula Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner miden por arriba de Macri, el riesgo país puede sufrir. De hecho, ahora que sucedió lo opuesto, cuando Cambiemos se abrió al peronismo, bajó un poco este indicador.

-¿Y cuál es el panorama para aquellos que ya tienen títulos argentinos?

-Es bueno aclarar que si bien hay pocos dispuestos a comprar riesgo argentino, también hay pocos dispuestos a vender cartera argentina sin ningún elemento concreto político o económico. ¿Por qué? Porque ha habido una pérdida muy grande de valor. Entonces, aquél que va a liquidar cartera argentina tiene que tener una certeza que esos bonos son irrecuperables, porque sino son todas creencias. Es decir, el inversor debe ejecutar decisiones en base a información y fundamentos, sin estos dos aspectos es díficil que alguien quiera vender un bono asumiendo una pérdida de 20 o 30 dólares por cada uno, por ejemplo, y tampoco a entrar a un papel que marca un riesgo muy elevado.

-¿Considera que hoy están baratos los activos argentinos?

-Es difícil saber porque las acciones de las empresas tienen, básicamente, tres componentes que están hoy muy distorisionados: el primero es la parte que depende de la macroeconomía, cuyo embudo es la tasa de interés a la que se descuenta sus flujos de caja y que depende del riesgo país. En segundo lugar, están los fundamentos microeconómicos del sector donde se encuentra la empresa; y en tercer lugar hay que ver a la compañía en particular, es decir, si está o no endeudada, o si es o no eficiente.

Entonces, si creemos que la macro se va a arreglar y la tasa de descuento se va a caer fuerte, los activos argentinos están baratos porque, en general, las compañías cotizantes tienen bajos niveles de deuda. Así, con sólo que se arregle un poco la economía, eso dará un impulso grande a varias firmas, pero esa recuperación será selectiva por sector.

-¿Cuáles son los sectores mejor posicionados desde lo cambiario?

-Si se alcanza un tipo de cambio real alto se va a percibir con mayor potencial a los sectores transables, como son los exportadores: el siderúrgico, los primarios, petroleras, gasíferas, entre otros. Pero si se percibe que el tipo de cambio nuevamente se va a fortalecer o atrasar, se iría al sector servicios o a los bancos. Por eso, hay mucha incertidumbre como para armar un portfolio de inversiones eficiente a largo plazo.

-Más allá de las inversiones en acciones y bonos, ¿hay proyectos en la economía real?

-No, las consecuencias mortales de este plan económico son que se frena todo con la alta tasa de interés. No se ven nuevos proyectos de inversión y los que están en marcha ya estaban planificados con antelación a la crisis. Ni siquiera en sectores que fueron beneficiados por la devaluación, como la construcción residencial, cuyo costo frente al dólar cayó. En resumen, no veo que se estén reactivando proyectos porque el costo de oportunidad en Argentina es muy alto y la incertidumbre política altísima.

-¿En qué sentido es alto el costo de invertir en el país?

-Me refiero a todas las señales a nivel macroeconómico que impactan: el duro acuerdo establecido con el Fondo Monetario, la necesidad de secar la economía de pesos y mantener al tipo de cambio estable. Todo ello genera una contracción en el consumo y la inversión.

-¿Cómo se sale de esta situación económica tan compleja?

-Principalmente, con un gobierno que le pegue en el clavo al programa consistente que se necesita realizar, y que sea ejecutado por las personas adecuadas, un equipo de gente en serio. También se precisan consensos y liderazgos para poder llevar a cabo toda esta transformación.

-¿Esta transformación puede ser encarada por Cambiemos tras la sucesión de errores que cometió?

-Tiene una pesada herencia en términos de credibilidad. Si gana Mauricio Macri, el mercado querrá ver primero qué hace para luego apostar por su nueva gestión. El cheque en blanco, o 100 días de gracia, ya se lo dieron. De hecho, fueron casi cuatro años que le otorgaron. Y la confianza es un activo difícil de recuperar pero fácil de perder.

-¿De qué manera les impacta a sus clientes la crisis?

-Lo que mejor saben hacer los empresarios es trabajar en contextos de diferente tipo de incertidumbre, no hay ninguno que necesite información y certidumbre perfecta. Más allá de eso, a nivel macroeconómico, lo que está pasando ahora no se vio muchas veces en la Argentina. La crisis 2018/2019 va a quedar marcada en el ADN de los argentinos, casi como la del 2002, por el golpe que hubo en lo patrimonial, al registrarse una devaluación en la moneda de más del 100%. También por el acuerdo con el Fondo Monetario, y le podemos sumar como hecho histórico la tasa de interés que llegó a estar por arriba del 70% y la notoria recesión que se mantiene hace más de un año.

-¿Qué les aconsejan a sus clientes cuando les preguntan qué pasos deben seguir en medio de este panorama que vive el país?

-A nuestros clientes no los tomó por sorpresa la crisis, porque en su momento les dimos un diagnóstico correcto, pero sí ha habido una fuerte pérdida en todo sentido: económica, patrimonial y de márgenes.

-En base a este estado de situación, ¿qué piden los empresarios para poder repuntar sus negocios?

-Hay condiciones objetivas y subjetivas. En cuanto a las primeras, piden un menú de medidas compuesto por una tasa de interés lógica, un costo del financiamiento accesible, la reapertura de mercados externos para realizar inversiones, un horizonte para la economía y un orden tributario. También solicitan reformas de mediano y largo plazo (como la laboral), y que se empareje la cancha para todos por igual, porque hay sectores económicos que están muy beneficiados y otros que no, algo que complica las reglas de juego.

No mucho más se está pidiendo, el empresario no necesita saber cuánto va a valer el dólar de acá a 12 o 24 meses para invertir y producir, porque eso no lo sabe nadie. Pero sí pide dosis mínimas de certidumbre, porque Argentina ahora nuevamente está pendulando en saber si vuelve el populismo o si se queda en el capitalismo en el que se encuentra.

-¿Qué ocurriría si volvemos a un gobierno de índole populista?

-El empresario va a tratar de entender qué significa ese contexto pero, por supuesto, sería un enorme retroceso en términos de la seguridad jurídica y justificaría definiciones que sean sólo cualitativas para ver si se realizan o no inversiones. Es que un gobierno populista ya implica analizar si se tendrá o no respeto por la propiedad privada, por los contratos y por un libre flujo de capitales. En cambio, en cualquier sistema capitalista las inversiones fluyen más allá del signo político.

Lo que sí es seguro es que si gana el populismo ya desde el primer día tendrá complicado el panorama, porque el mercado le dará la espalda. Tendrá que demostrar que hará otra cosa y que es confiable.

-¿A qué llama a que el mercado "le dará la espalda" al populismo?

-A que desde el primer día los bonos y acciones argentinas retrocederían un escalón, y el tipo de cambio subirá. Es decir, todo el mercado ajustará expectativas y valores de referencia.-