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Acéfalos, los gigantes de la City tienen que demorar las medidas urgentes que pide Alberto

Alberto deberá designar cuanto antes a cuatro personas en el BCRA. En el Nación, el BICE y la CNV por ahora el mando está en manos de la gestión anterior
13/12/2019 - 06:58hs
Acéfalos, los gigantes de la City tienen que demorar las medidas urgentes que pide Alberto

La delicada situación económica que dejó la administración de Mauricio Macri requiere de medidas urgentes, según reconoció el propio Alberto Fernández en más de una oportunidad.

Sin embargo, y más allá de que muchos funcionarios estén trabajando en algunos proyectos, la falta de definición en algunos nombramientos demora la ejecución de algunas medidas.

En el Banco Central, por ejemplo, el mismo 10 de diciembre, Miguel Pesce tomó las riendas del organismo y al día siguiente se oficializó su cargo con el decreto publicado en el Boletín Oficial.

Sin embargo, tras la renuncia de la cúpula anterior y de otros miembros del directorio, este jueves -según informó la agencia Bloomberg- presentaron su dimisión Francisco Gismondi, Fabián Zampone y Enrique Szewach, los tres directores que quedaban del macrismo.

Esto obliga a Alberto a definir cuánto antes no sólo al vicepresidente que acompañará a Pesce, sino al menos a tres directores para llegar al quórum necesario para sesionar, que requiere de un mínimo de cinco miembros. Hasta que esto no ocurra, Pesce tiene prácticamente las manos atadas para llevar adelante los grandes cambios que tienen en carpeta con el equipo económico. Hoy por la tarde estuvo en la Casa Rosada, con lo cual parece inminente la decisión respecto de las nuevas designaciones.

No puede convocar al Copom (Comité de Política Monetaria), para definir primero la eliminación del piso del 63% en la tasa y luego, la nueva política monetaria de la entidad. Tampoco puede llevar adelante una reunión de directorio, donde se planea discutir una baja en los encajes bancarios y la creación de la línea de préstamos para capital de trabajo, que obligará a los bancos a destinar una porción de sus depósitos a estos préstamos.

El BCRA anda en piloto automático. La mesa de dinero opera habitualmente en el mercado de cambios y también realiza las licitaciones diarias de Leliqs. Pero los cambios profundos por ahora no pueden concretarse.

El nombre que sonó desde el primer momento para acompañar a Pesce es Arnaldo Bocco, quien fuera director del organismo durante el Gobierno de Néstor Kirchner. Primero se lo mencionaba como candidato a liderar la Superintendencia de Entidades Financieras y ahora aparece con más chances de ser vicepresidente de la entidad.

La vieja gestión, al mando

Al mismo tiempo, el Banco Nación, la mano financiera del Gobierno y la entidad más grande del sistema, no tiene nuevo presidente designado. Javier González Fraga tiene mandato hasta el 18 de diciembre, lo que le da cierto margen a Alberto para dilatar esa decisión. Sin embargo, también dilata la puesta en marcha de parte de sus medidas.

El candidato más firme para ir al Nación es Eduardo Hecker, que fue titular del Banco Ciudad durante la gestión de Aníbal Ibarra y presidente de la Comisión Nacional de Valores en el kirchnerismo. Su nombre circula con fuerza en los pasillos de la Rosada después de que José Ignacio de Mendiguren haya rechazado ese ofrecimiento para ir al BICE (Banco de Inversión y Comercio Exterior).

El pedido del Vasco parece cada vez más cerca de hacerse realidad, aunque por ahora no se anunció quién será el próximo presidente del BICE. Hasta ahora Pancho Cabrera sigue al frente de la entidad, donde el lunes último presidió la reunión de directorio y tiene mandato hasta el 31 de diciembre.

Que tenga presidente, de todos modos, no quita que en términos prácticos esté acéfalo, o sin rumbo, ya que no hay nadie de la gestión actual que tome las riendas para encarar las medidas que diseñe el equipo económico.

Por estas horas Alberto Fernández también debe definir quién presidirá la CNV, el organismo que controla y regula al mercado de capitales y donde a Marcos Ayerra todavía le queda un año más de mandato. Hasta ahora vienen trabajando con el mismo ritmo que en los últimos días del Gobierno de Macri y hasta sacaron varias consultas públicas de resoluciones.

Se descuenta que el presidente pondrá a una persona de su confianza en ese cargo ya que es un puesto clave para manejar los hilos del mercado de capitales.

La falta de definición en todos estos cargos deja entrever la fuerte negociación política que hay detrás de cada puesto y la puja interna por los espacios de poder. En las próximas horas habrá novedades en el directorio del Banco Central, donde es urgente la designación de nuevos directores para la puesta en marcha del nuevo programa monetario.

En el resto de los cargos, Alberto tiene cierto margen para demorar su decisión ya que aún no se venció ninguno de los mandatos. Pero si quiere que el Nación sea la punta de lanza de sus medidas o que el BICE salga con fuerza con los planes de la nueva gestión deberá designar a la cúpula cuanto antes.