La Provincia de Buenos Aires presentó los lineamientos para la reestructuración de su deuda. Fue un calco de lo que mostró el Gobierno nacional hace algunas semanas, sin demasiados indicios de cómo será la oferta a los bonistas.

El documento que subió la PBA a su página web dice que la provincia "acumula años de deterioro macroeconómico y social, el cual se ha agravado significativamente en años recientes de la mano de una profunda recesión".

"Estimamos que dicha recesión se profundizará como mínimo durante gran parte de 2020 a raíz de la situación de emergencia relacionada al COVID-19. En este contexto, nuestra posición fiscal es sumamente frágil y es necesario priorizar la asignación de nuestros recursos para atender las situaciones más críticas a nivel social", advierte el Ministerio de Hacienda comandado por Pablo López.

La PBA renegociará bonos bajo legislación extranjera por u$s7.148 millones. Esto no incluye otro pasivos que quedan al margen de la reestructuración como la deuda con organismos multilaterales y bilaterales por u$s706 millones ya que -dice la gobernación de Axel Kicillof- los desembolsos proyectados más que compensan los repagos y a un costo bajo.

También hay deuda intra Sector Público por u$s1.763 millones que se refinanciarán; al igual que la deuda doméstica en pesos por el equivalente a u$s803 millones.

En términos de proyecciones económicas, que al igual que las que presentó Martín Guzmán no contemplan el impacto del coronavirus, se destaca el déficit fiscal hasta el 2023 y después un superávit primario de tan solo 0,2% o 0,3% hasta el 2030. Esto denota que no habrá esfuerzo fiscal para pagar la deuda y los acreedores deberán resignarse a fuertes pérdidas.

"Las proyecciones exhibidas en la presentación fueron realizadas contemporáneamente con la pandemia desatada por el COVID-19 y por lo tanto no incorporan sus impactos económicos", dice la PBA.

Si bien todavía es temprano para extrapolar el impacto resultante de la emergencia e incorporarlo al ejercicio completo, acota el gobierno de Axel Kicillof, "no obstante consideramos que esta situación impone significativos riesgos a la baja en todas las proyecciones y podemos asegurar que tendrá un efecto materialmente adverso".

De hecho, anticipan una caída en los ingresos tributarios estimados para abril del orden de entre 35% y 45%.

De todas formas, la PBA dio unas pautas "para que la deuda elegible converja a niveles consistentes con las perspectivas de crecimiento y esfuerzo fiscal alcanzable por parte de la provincia". A saber:

-Período de gracia: Los años iniciales de la proyección dan cuenta de la necesidad de consensuar un período de gracia de magnitud suficiente para que la Provincia pueda volver a retomar un sendero de crecimiento sostenible y atender las necesidades críticas a nivel social y de infraestructura.

-Costo: Reducción permanente en el costo de la deuda que implique cupones consistentes con niveles de intereses –medidos en términos de Recursos Corrientes Netos de Coparticipación – alineados con los niveles promedio de la historia reciente.

-Monto y perfil sostenible: Alinear vencimientos con la verdadera capacidad de pago de la PBA y minimizar el riesgo de refinanciación, para lo cual las necesidades de financiamiento en moneda extranjera deben reducirse a través de extensión, reperfilamiento y/o recortes de principal desde los valores actuales hasta lograr un perfil de vencimientos sostenible.

-Cumplimiento normativo: Servicios de deuda totales consistentes con las obligaciones legales de la provincia, en particular con los límites impuestos por la Ley de Responsabilidad Fiscal.

Pero aún no hay plazos para conocerse una oferta. La misma estará elaborada por Kicillof, López y los bancos norteamericanos, el Citi y Bank of America, que fueron seleccionados para ayudar en la reestructuración.