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ACV: cuáles son los primeros síntomas y cómo detectarlo a tiempo

Junto con la cardiopatía isquémica, el ACV se ubica primero en el ranking de causas de muerte a nivel mundial desde hace 15 años
08/04/2020 - 16:39hs
ACV: cuáles son los primeros síntomas y cómo detectarlo a tiempo

El accidente cerebrovascular (ACV) es una de las principales causas de muerte a nivel mundial desde hace 15 años. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), junto con la cardiopatía isquémica causa más de 15 millones de defunciones cada año.

Se trata de una patología que produce una interrupción o reducción del suministro de sangre que va a un sector del cerebro. Esto impide que el tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes, lo cual provoca de manera rápida la muerte de las neuronas, que es lo que más adelante dejará secuelas en el paciente.

Si bien es un trastorno severo y que, dentro de lo posible, es importante prevenir, cabe mencionar que tiene tratamiento y que, en muchos casos, resulta exitoso. Sin embargo, para tratarlo es fundamental la detección temprana. En este sentido, son las personas comunes, quienes rodean al paciente, las que tendrán mayor capacidad de influencia y de, en última instancia, diagnóstico. ¿Qué significa esto? Que si el entorno del paciente está informado acerca de qué es un ACV, cómo se manifiesta y cuáles son sus primeros síntomas, podrá reaccionar rápido y llevar a la persona a un centro de atención. Por supuesto que será allí donde se tratará el cuadro de la forma más adecuada. Ahora bien, ¿cuáles son y cómo reconocer los síntomas primarios de un accidente cerebrovascular? Hay una regla que se conoce como de las "5 C", que precisamente apunta a que sea más fácil recordar cada una de las manifestaciones que pueden aparecer.

La primera es la cefalea; en general, los pacientes que están transcurriendo un ACV refieren tener dolor de cabeza intenso y que nunca han sentido anteriormente. Es importante prestar atención a este síntoma, dado que puede ser esencial.

La cefalea es uno de los síntomas de ACV
La cefalea es uno de los síntomas de ACV

Otro síntoma frecuente es la ceguera, total o parcial; puede ser que la persona pierda por completo la visión de uno de sus ojos, o incluso que empiece a ver borroso.Las confusiones también pueden aparecer ante un cuadro de ACV. Muchos pacientes se equivocan en las palabras que dicen, o comienzan a olvidar de qué estaban hablando, o en los peores casos, no se comprende qué dicen.

El cuerpo es otro de los elementos a considerar al momento de evaluar si una persona está en esa situación. Se trata de la sensación que tiene la persona, hay que poner el foco en si siente todo el cuerpo o si hay alguna parte que no tenga sensibilidad.

La última c es la de caída. Como consecuencia de todo el episodio, la persona pierde el equilibrio, que puede estar acompañado de pérdida de conciencia o no, y se cae. En general, es un síntoma que se manifiesta después del resto y no de manera repentina.

COn un ACV en curso es probable que la persona se caiga
Con un ACV en curso es probable que la persona se caiga

Más allá de la detección temprana y del tratamiento mencionados, es necesario tener en cuenta que la prevención juega un papel fundamental en esta patología. Controlar la presión arterial, sobre todo en pacientes hipertensos, es una de las principales medidas que se pueden tomar en este sentido. Además, mantenerla en niveles bajos, ya sea de manera natural o con medicación, ayudará mucho en este proceso. Reducir la cantidad de colesterol y grasas saturadas en la dieta es otro factor esencial, lo cual implica consumir menos colesterol y grasa, especialmente grasas saturadas y grasas trans. Dejar de fumar, controlar enfermedades como la diabetes, y mantener un peso saludable también pueden actuar positivamente en el cuerpo.

Hacer ejercicio con frecuencia, así como consumir alcohol de manera moderada, pueden contribuir a reducir las chances de que un paciente atraviese un ACV y padezca las consecuencias.

Cabe mencionar que, en algunos casos, es necesario utilizar medicación para ayudar a una persona a reducir esas posibilidades, sobre todo en pacientes que ya han tenido un ACV o un accidente isquémico transitorio. Este tipo de medicamentos deben estar indicados por un especialista, quien a su vez debe controlar la evolución del paciente en el tiempo que los utiliza.

Factores de riesgo de ACV

Al igual que sucede con otras afecciones, hay una serie de elementos que pueden predisponer a que un paciente tenga un ACV. Algunos de ellos son factores propios de la persona, es decir que no se pueden modificar; pero hay otros que constituyen hábitos poco saludables y que sí se pueden modificar. Allí radica la importancia de la prevención; son esos los aspectos de la vida cotidiana que se pueden modificar y que pueden permitir evitar llegar a tener un ACV. La diabetes, la obesidad y la hipertensión forman parte del primer grupo de factores de riesgo. Si bien son patologías que se pueden controlar -y que también se pueden prevenir-, lo cierto es que una vez que están instaladas en el cuerpo aumentan el riesgo de padecer un ACV.

La diabetes puede predisponer a tener un ACV
La diabetes puede predisponer a tener un ACV

Dentro del grupo de los factores de riesgo modificables se encuentran el tabaquismo, el sedentarismo, la alimentación poco saludable y el estrés. Este último podría incluirse dentro de los elementos que "vienen con la persona" y no se pueden modificar, dado que en muchos casos se cronifica y se comporta como otras enfermedades. No obstante, con tratamiento y con hábitos adecuados el estrés es un factor que puede modificarse, aunque es innegable que las personas estresadas tienen mayor riesgo de ACV.

El ACV, entre las 10 principales causas de muerte

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de la mitad del total de muertes que se registran en el mundo (el 54%) son consecuencia de las 10 causas que se indican a continuación.

Las principales causas de mortalidad en el mundo son la cardiopatía isquémica y el accidente cerebrovascular, que ocasionan cerca de 15,2 millones de defunciones y han sido las principales causas de mortalidad durante los últimos 15 años.

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) causa anualmente cerca de tres millones de fallecimientos, mientras que el cáncer de pulmón, junto con los de tráquea y de bronquios, se lleva la vida de 1,7 millones de personas. La cifra de muertes por diabetes, que era inferior a un millón en 2000 y actualmente llegan a los 1,6 millones. Las muertes atribuibles a la demencia se duplicaron con creces entre 2000 y 2016, lo cual hizo que esta enfermedad se convierta en la quinta causa de muerte en el mundo en 2016.

Las infecciones de las vías respiratorias inferiores continúan siendo la enfermedad transmisible más letal, dado que causan tres millones de defunciones en todo el mundo. La tasa de mortalidad por enfermedades diarreicas, que se redujo casi un millón entre 2000 y 2016, fue de 1,4 millones de muertes en 2016. También hadisminuido el número de muertes por tuberculosis durante el mismo periodo, pero esta enfermedad continúa siendo una de las 10 principales causas de muerte, con 1,3 millones de fallecimientos. En cambio, la infección por el VIH/sida ya no figura entre las 10 primeras causas; si, en 2016, fallecieron 1,1 millones de personas por esta causa, en 2000 esta cifra se redujo hasta los 1,5 millones.Los accidentes de tránsito se cobraron 1,4 millones de vidas en 2016; alrededor de tres cuartas partes de las víctimas (el 74%) fueron varones.

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