La cuarentena está prevista para continuar hasta el 7 de junio. Este jueves se espera que el Presidente y las autoridades de los distritos más afectados anuncien la extensión del aislamiento hasta el próximo 21 del mismo mes.

Entre los anuncios se espera que los gobernantes hagan una cierta apertura a la medida que está vigente desde el 20 de marzo en todo el país. En algunos sitios de la Argentina, donde la circulación del virus es menor, las fases del aislamiento han ido avanzando, mientras que en otros las fases se han estancado o inclusive han retrocedido por la cantidad de contagios y de fallecidos. Es el caso del AMBA, de la Ciudad de Buenos Aires y Chaco, por ejemplo.

En la Ciudad de Buenos Aires, puntualmente, se evalúa hacer algunas aperturas y flexibilizaciones, con el objetivo de aliviar el impacto económico que la pandemia y la cuarentena ha tenido en las empresas. Entre otras medidas, el distrito apunta a abrir unos 20 mil locales de ropa y calzado.

Según trascendió, en una reunión que se realizó el martes entre funcionarios porteños y representantes de la Federación de Comercio de Buenos Aires (FECOBA), se habrían analizado algunas pautas para establecer el cuidado sanitario y las reglas de funcionamiento de los comercios.

Los locales de venta de ropa se encuentran cerrados desde fines de marzo

El protocolo para la reapertura fue elaborado por las cámaras del sector, que tras una primera versión siguen trabajando para definirlo totalmente. No obstante, la aprobación final de la medida está en manos del Gobierno porteño, encabezado por Horacio Rodríguez Larreta.

Más allá de los cuidados sanitarios, como uso de barbijo y limpieza de los locales con productos desinfectantes, en el borrador que trabajaron representantes del sector está estipulado que habría que dejar un metro y medio entre vendedor y cliente.

​La cantidad de gente dependerá de las dimensiones del local; debería haber una persona cada 15 metros cuadrados, como ocurre con el resto de los comercios que ya están habilitados para funcionar.

Además, como en los otros rubros no esenciales, los empleados no podrán usar el transporte público para llegar hasta los lugares de trabajo. La regulación establecería que debe ser el empleador quien provea al trabajador de la forma de llegar. El objetivo es disminuir el uso del transporte público, que está habilitado sólo para los rubros denominados "esenciales".

Otro de los puntos en análisis es el de los probadores. No estarían habilitados, por lo que los clientes deberán llevarse las prendas a su casa directamente.

Ahora bien, ¿qué pasa con los cambios? Según trascendió, si el cliente no le gustara el artículo que compró, o no fuese su talle, tendría la posibilidad de devolverlo y el comerciante tendría que reintegrarle el dinero. 

En algunos casos, la ropa se podrá cambiar, pero el local deberá respetar ciertas reglas

Con las prendas que se cambien, es decir, que sean devueltas, los locales también deberían tener un protocolo. La ropa tendría que preservarse durante 48 horas alejada del resto de la mercadería antes de volver a ser expuestas u ofrecidas a otro cliente. Ese tiempo no es casual: se cree que es el tiempo que el virus permanece en la ropa. Otra de las posibilidades que se mencionó fue la de rociarla con alcohol o algún tipo de desinfectante, pero no está claro que eso se incluya en el protocolo definitivo.

Cabe mencionar que en las zapaterías el mecanismo sería parecido. No habría opción de probar el calzado en los locales y se estudia la necesidad de mantener los productos alejados durante 48 horas del resto, en caso de cambios.

Hasta ahora, hay un dato que estaría prácticamente confirmado, que es que no se permitiría la apertura de sastrerías y locales de ropa de diseño, dado que allí las prendas se hacen a medida y es necesario que el cliente se las pruebe.

En cambio, sí podrían incluirse algunas fábricas textiles, como ocurren en algunos municipios de la Provincia.