La extensión de la cuarentena, más allá de su necesidad sanitaria, también mantiene contra las cuerdas a toda la cadena de elaboración de combustibles. Y aunque en el segmento se cuidan de "blanquear" la crítica al Gobierno, lo cierto es que en más de un actor predomina el malestar ante el derrumbe en la demanda de naftas y la ausencia de medidas para contrarrestar el escenario de venta ausente.

La desaparición de la demanda, como anticiparon a iProfesional referentes de la actividad petrolera a fines de la semana pasada, ya complica sobremanera la actividad en los pozos activos en las principales cuencas. De hecho, no faltan las voces que mencionan la posibilidad de que se cierren yacimientos hasta que lo peor de la pandemia de coronavirus haya pasado.

Al margen de la situación en los pozos, las terminales de almacenamiento de crudo están a tope. Y algo similar ocurre con las refinerías, que mantienen sus tanques casi llenos a partir de un derrumbe en la demanda de naftas cercano al 90 por ciento.

Al tanto de esta situación, desde el Gobierno acentuaron el diálogo con las empresas con el fin de alcanzar alternativas que acerquen un poco de alivio al segmento. El objetivo del oficialismo: desterrar el freno de la actividad en las refinerías y, en simultáneo, generar una alternativa de ventas que mejore el humor de las petroleras.

En ese sentido, fuentes de la Secretaria de Energía indicaron a iProfesional que, con anuencia del Gobierno, las compañías activaron líneas de comunicación con distintos "traders" con el fin de abrir canales de exportación para el excedente de naftas.

"La Secretaria está al tanto de la situación que atraviesan las refinerías y las terminales. La intención conjunta es generar nuevos destinos en el exterior, al menos hasta que se reactive la venta en la Argentina. Si bien la exportación podría hacerse a precios por debajo de los alcanzados el año pasado, lo importante es que eso permita garantizar la actividad en las petroleras", confió el vocero consultado.

"Normalmente la exportación corresponde a muy pocos combustibles. Se trata de aquellos que por cuestiones de octanaje no cumplen con los requerimientos internos. Esa nafta o gasoil suele ir a Paraguay o Bolivia, por ejemplo. Ahora la intención es abrir otros mercados incluso en la región porque se vendería producto de mayor octanaje, el que acá se vende en todas las estaciones de servicio y es similar a la mayoría de los internacionales", añadió.

Desde la cartera se indicó que uno de los "traders" que podría entrar en la operatoria es Trafigura. Glencore y Gunvor son otros de los nombres que suenan.

"Lo que nadie quiere, ni las petroleras ni el Gobierno, es que lleguemos a una parálisis total de las refinerías. Y se sabe que hay compañías que están evaluando la medida. Estamos en una situación impensada y de ahí la necesidad de implementar este tipo de acciones. Pensando, también, en cuidar los puestos de trabajo de la cadena", concluyó.