Son tiempos de turbulencia sostenida en el ámbito aerocomercial. Por un lado, los gremios del segmento intensificaron el diálogo con Alberto Fernández y sus equipos técnicos, con intenciones de apurar cambios en las políticas vigentes para el sector. Y, por el otro, las "low cost" se aproximan a fin de año con pérdidas que no aflojan y la incertidumbre de cuál será el destino ante una gestión que, anticipan sindicados y analistas, hará de Aerolíneas Argentinas su "caballito de batalla" en la actividad.

El punto máximo de tensión y polémica se dio cuando la semana pasada el CEO de Flybondi, Julian Cook, anunció que dejaba el país y tuvo frases duras dirigidas hacia el peronismo. A partir de allí, el rol de las aerolíneas "low cost" subió varios lugares en el ranking de los temas que alimentan la grieta política en el país, y se hizo evidente que tanto los argumentos de defensa como los de crítica a la apertura aerocomercial estaban teñidos por las posturas partidarias.

Con ese ruido de fondo es que las empresas del sector se preparan para lo que descuentan será una etapa de cambios inducidos desde la gestión Fernández.

En el segmento señalan que, más allá del nombre de quien encabece la futura cartera de Transporte, lo que viene es un endurecimiento en los criterios operacionales de las compañías que desembarcaron en la Argentina durante el macrismo -con énfasis en la seguridad-, un parate en la entrega de nuevas rutas hasta tanto se evalúe el funcionamiento del mercado en general y una discusión en torno a la estructura de precios que manejan las aerolíneas de bajo costo.

El cambio de política que comprenden todos estos puntos cuenta con el respaldo total de los sindicatos, que desde el inicio de la ultra promocionada "revolución de los aviones" promovida por el actual ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, vienen elevando reiteradas denuncias acerca de lo laxo de los controles que rigen para las "low cost".

Las organizaciones también apuntalan a la revisión de las tarifas a las que apelan estas empresas. Denuncian acciones sostenidas de "dumping", y la evaluación de ese presunto escenario estará entre los primeros movimientos que llevarán a cabo quienes encabecen Transporte. Esa posición también cuenta con el respaldo de otros actores aerocomerciales que entienden a las empresas de bajo costo como grandes responsables de la caída de la rentabilidad que exhibe el sector.

En ese sentido, Horacio Preneste, director comercial de Andes, sostuvo ante iProfesional que la estrategia de las "low cost" atenta directamente contra cualquier evolución del mercado en tanto se basa en la resistencia financiera.

"Funcionan vendiendo por debajo de los costos. Nosotros tenemos aviones propios, una dotación muy reducida de personal y hacemos nuestro propio mantenimiento ¿cómo puede ser que estas compañías vendan pasajes tan por debajo de los valores de Andes? El dumping atenta contra la subsistencia de las aerolíneas y destruye las fuentes de trabajo. Ser políticamente duros con eso será una primera buena solución", comentó a este medio.

Andes se encuentra hoy en una delicada situación financiera. Tal es así que la firma completó una semana de vuelos interrumpidos a la espera de hacerse con los casi 200 millones de pesos que la provincia de Chubut le adeuda a la firma. Preneste ató el presente de la compañía a la política aerocomercial vigente y la contracción que exhibe la economía del país.

"El Gobierno promueve un modelo que, de continuar, dejará a muy pocas empresas en pie. Se abrió al dumping con la quita de la tarifa mínima y se permitió la entrada de firmas que no cierran convenios colectivos de trabajo. El aumento de la gente que vuela es un espejismo: lo único que se ha hecho es sacarle gente a los micros con ofertas de precios que le hacen perder plata a todo el sector. Se mueve más gente, sí, pero las compañías hoy gastan mucho más de lo que recaudan por los precios destruidos", sintetizó.

Sindicatos con Alberto

Con diciembre en el horizonte, en el ámbito aerocomercial sendos expertos consultados por iProfesional coincidieron en la incidencia de los sindicatos del ramo en lo que hace a la discusión sobre los cambios que deben aplicarse a la actividad.

"Tienen diálogo fluido con los equipos de Alberto Fernández. Y más de un referente mantiene línea directa con el presidente que se viene. Los gremios juegan a colocar a su gente en puestos clave de la actividad aerocomercial, de ser posible en alguna secretaría que se genere. Quieren volver a pisar fuerte", sostuvo ante este medio un analista en estricto off the record.

Muy cerca de Dietrich también se pronunciaron respecto de esta sintonía. "De a poco están blanqueando una posición política que explica toda la oposición que mostraron desde que el Gobierno decidió abrir los cielos y darle a más argentinos la posibilidad de otro medio de transporte", expresó un asesor que pidió anonimato.

Desde las organizaciones hubo confirmación de esta llegada a Alberto Fernández. Al respecto, Pablo Biró, titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), reconoció ante iProfesional que mantuvo conversaciones directas con el flamante Presidente.

"Lo que se habló queda entre él y yo. Fernández deberá revelar en algún momento lo que se dijo. Lo que sí le dejé claro es que los sindicatos estamos a disposición para impulsar las decisiones que tome y decida llevar a cabo. Tenemos muchas esperanzas, otra vez", aseguró.

"Alberto Fernández es el primer presidente que hizo su campaña volando en una línea aérea regular, sin jets privados. Y lo hizo por Aerolíneas Argentinas. Eso nos sorprendió para bien. Tuvo contacto con la realidad, con los trabajadores. No es que se lo contó un gerente. Además, como abogado que es frenará todas las irregularidades que venimos denunciando de la gestión de Dietrich", amplió.

Desde UPSA, el gremio que integra al personal superior del segmento aéreo, también se dio cuenta de la cercanía con Fernández haciendo énfasis en los cambios que se vienen para la actividad.

"El Gobierno que llega obligará a las empresas a competir en igualdad de condiciones, algo que no ocurre a partir de los subsidios que les permiten a firmas como Flybondi vender a tarifas imposibles. Esta gestión que se va modificó normas que violan cualquier ley aeronáutica. Se viene una normalización de la actividad", comentó a iProfesional un vocero de la organización.

En UPSA señalan que, de continuar, el modelo actual "se cae solo" en tanto "no les ha garantizado ganancias a ninguna empresa desde que entró en vigencia", mientras que "se ha cobrado la vida comercial de firmas como Avian, tiene a Andes pendiendo de un hilo y castigó duro el funcionamiento de Aerolíneas Argentinas".

"Todas pierden millones a partir de las devaluaciones y los costos en dólares. Venden muy barato y en pesos para mantenerse en competencia, pero quemando fondos propios a un nivel imposible para la mayoría. A este ritmo en breve sólo quedará en pie una 'low cost', JetSmart, sólo porque la respaldan inversionistas americanos con mucha espalda", añadió el vocero.

"Low cost" averiadas

En lo que hace a las empresas que aterrizaron durante el macrismo, el grueso de las "low cost" prefiere mantener el silencio ante un final de ciclo que, reconocen off the record, lejos está de las expectativas creadas a principios de la gestión Macri.

"Si no hubo mucho que decir en la previa a las elecciones, mucho menos se puede mencionar ahora que se viene el traspaso. Lo único claro para remarcar es que nadie instala una operación en la Argentina pensando en levantar todo por un cambio de perfil político. Son planes a largo plazo. Eso sí: siempre pueden aplicarse modificaciones de acuerdo al rendimiento del mercado dada la crisis profunda", dijo a iProfesional una fuente corporativa.

Sólo desde Norwegian se permitieron aportar precisiones sobre el escenario actual de las empresas de bajo costo y el impacto de la turbulencia interna que sacude a la Argentina en términos tanto políticos como económicos.

"La tremenda devaluación complicó sobremanera las cosas porque la mayoría de los costos están en dólares mientras que la recaudación es en pesos. Todavía no pudimos obtener ganancias. Pensábamos alcanzar el punto de equilibrio este año y fue otro objetivo que no se logró", confió una fuente de la aerolínea.

"En lo económico, el sabor es amargo. A esta altura esperábamos estar en otra etapa de la operación y eso es frustrante. Confiábamos en cerrar el 2019 con 10 a 12 aviones en la flota local y seguimos con tres. Si bien el mercado se hizo más competitivo, este tampoco ha sido un buen año en lo económico. Nuestra estrategia va más lento de lo pensado y hay que ver qué definiciones se vienen en términos de políticas aerocomerciales", concluyó la voz interpelada.