El imagen de cientos de autos voladores circulando en grandes urbes ya forma parte del imaginario colectivo sobre el futuro. Si bien la idea proviene principalmente de la ciencia ficción, ahora se conoce un proyecto que está dando pasos acelerados para que la vieja fantasía se vuelva realidad.

La novedad llega de la mano de la empresa israelí Urban Aeronautics, una startup que desde sus inicios se ha enfocado especialmente en el desarrollo de vehículos aéreos de fácil utilización. La propuesta consiste en un "auto" de seis plazas con capacidad de despeque y aterrizaje vertical. La energía necesaria para su operación provendrá de una pila de combustible (hidrógeno).

El coche volador se llama CityHawk eVTOL (electric vertical take-off and landing) y su desarrollo se basa en el anterior (y primer) vehículo de Urban Aeronautics, llamado Cormoran.

De hecho, el Cormoran y el CityHawk son idénticos a primera vista, debido a que solamente cambia el modo de propulsión.

Urban Aeronautics viene actualizando un sistema llamado fancraft, una tecnología que hace posible diseñar un vehículo que sea algo más grande que un coche y que pueda transportar la misma cantidad de pasajeros pero que pueda volar sin los rotores expuestos. De esta manera, el "auto del futuro" tiene una configuración  muy parecida a la de un dron áereo.

Urban Aeronautics confía en que su proyecto revolucionará el transporte entre ciudades y suburbios.

Mejor que una batería: pila de combustible

Aunque la mayoría de los desarrollo en automóviles eléctricos están siendo impulsados con tecnología de baterías, Urban Aeronautics decidió tomar un camino diferente.

El Citihawk eVTOL apuesta por la pila de combustible, también conocida como fuel cell. Urban Aeronautics llegó a un acuerdo con HyPoint, especialista en sistemas de pila de combustible de hidrógeno de alta potencia (HTPEM). De este modo pretende poner en el mercado un taxi aéreo cero emisiones.

En HyPoint aseguran que el diseño de su pila de combustible de hidrógeno cuenta con cero emisiones de carbono y hace gala de un rendimiento energético superior a través de una mayor potencia específica.

El diseño de sus pilas de combustible les permite ser refrigeradas por aire, lo que aumentaría la vida útil de los propulsores de hidrógeno de 5.000 a 20.000 horas de uso. Por otra parte, al usar hidrógeno solo se tardarían unos minutos en repostar.

Esquema del voluminoso auto aéreo CityHawk.

¿Un auto para cualquiera?

A pesar del avance de la tecnología, es probable que en una primera etapa vehículos como el CityHawk no sean para todos. El hecho es que en la mayoría de los países será necesaria una licencia de piloto para manejarlo.

Por eso, el mercado donde podría obtener éxito rapidamente es el de taxi aéreo. En urbes como Nueva York o San Pablo, estos nuevos autos voladores podrían aventajar a los helicópteros tradicionales, que hoy dominan los cielos.

De hecho, Toyota ya ha invertido 350 millones de euros en una empresa que promete taxis voladores eléctricos con 240 km de autonomía. Y Hyundai se asoció con Uber para tener en el futuro un taxi volador.