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La industria vitivinícola, con sus dificultades, intenta surfear la ola de la crisis. Y los datos publicados este viernes por el INV, correspondientes al mes de julio, confirman que el sector está recuperándose, aunque levemente.

De acuerdo con las estadísticas de la entidad, el mes pasado se comercializaron casi 795.000 hectolitros, lo que implicó un crecimiento del 3,4% frente al mismo mes de 2018. Así, los primeros siete meses acumulan un alza interanual de 1,4% en volúmenes.

Los vinos que explicaron este crecimiento durante el mes de julio fueron los varietales y aquellos que no cuentan con mención varietal, es decir, los que se ubican en la base de la pirámide.

Claro que no todas las categorías exhibieron la misma dinámica. Los blancos, por ejemplo, vienen cayendo en sus diferentes segmentos, mientras que los espumantes parecen no encontrar un piso: en julio experimentaron un derrumbe interanual del 38%.

En cuanto al packaging, el informe del INV destaca que el formato "estrella" durante el mes pasado fue el de los vinos que se venden en botellones de 1 a 1,5 litros, de la mano de un salto explosivo de casi 45% (ver cuadro).

 

Se trata de una categoría dominada por marcas como Viñas de Balbo y Viejo Solar (Bodega Suter) y cuya demanda se está viendo impulsada por el factor precio, dado que hoy se ofrecen en góndola a valores competitivos.

"El segmento medio-bajo en formato botellón es uno de los que más aporta al crecimiento de la categoría", destacaron desde la consultora Nielsen.

En esta línea, señalaron que, hasta julio, estos vinos registraron un aumento de precios de apenas el 12,8% en el canal supermercadista, respecto del mismo lapso del año pasado, con un precio promedio por litro de $82.

Como contrapartida, en el retail, la venta de cervezas cayó un 10%. Y si bien el valor promedio por litro también es de $82, durante el mismo lapso registraron una suba de precios nada menos que del 50% interanual, según Nielsen.

"Hemos visto recuperación en algunos segmentos de vinos de mesa, especialmente en los botellones, si bien hay categorías que se están viendo muy golpeadas, como los espumantes", planteó Francisco Do Pico, vicepresidente de Bodegas de Argentina, en diálogo con iProfesional.

El directivo confirmó que una de las claves que explica el crecimiento en ciertos segmentos está vinculado con que los precios de venta al público evolucionaron por debajo de la inflación general y también de los salarios.

"Los precios de estos vinos hoy resultan más competitivos que otras bebidas. En promedio, subieron bastante menos que el índice inflacionario. Estamos hablando de un 20% a 25% en los últimos doce meses", explicó Do Pico.

"En parte, esto es consecuencia de la última buena vendimia que hubo en la Argentina, luego de algunas cosechas malas en términos de volumen. Pero a esto también se agrega otra variable, como el hecho de que no hay mucho margen para subir los precios en la industria", agregó. 

¿Es sostenible esta tendencia luego de que se haya disparado el dólar?

Desde Nielsen señalaron que es esperable que la devaluación post PASO "termine impactando en un aumento en los precios al consumidor".

"Lo que todavía no es posible definir es cómo impactará esto en el consumo, ya que hay que ver qué medidas se toman al respecto, tanto del lado de las empresas en cuenta a al manejo de los precios; como en las acciones económicas a nivel gubernamental para tratar de mantener el poder adquisitivo de la gente", plantearon.

Desde Bodegas de Argentina, en tanto, afirmaron que el objetivo es concluir 2019 con un nivel de crecimiento que esté en línea con la performance que viene mostrando el sector en lo que va del año.

Sin embargo, advirtieron que "el contexto interno no ayuda" y que "va a ser importante contar con medidas que permitan sostener el consumo".